Juliette
Dejaba mis labios cerrados intentando no llorar delante de él cuando estaba rompiendo esos billetes delante de mi cara. De como se iba como si nada. No estaba entendiendo nada. Dejaba escapar unas lágrimas en mi rostro mirando que Dean se iba y me daba la vuelta para ir a mi clase. Sólo quería salir de esa situación. Cogía mi maleta a toda prisa y salía de la clase aunque todos me miraran. Salía también del instituto llorando como nunca. Bajaba las escaleras del Instituto sólo queriendome irme lejos y llorar. Llorar. Llorar. Escuchaba mi nombre y rápidamente me giraba. Sandra. Ella bajaba rápido las escaleras sin entender ese comportamiento mío y le abrazaba de repente fuertemente necesitando llorar. Desahogarme.
—Le he perdido Sandra, le he perdido.—Decía entre lágrimas apenas sin poder hablar bien.—
—¿Que ha pasado? Juliette.—Sandra se dejaba de abrazar sin aún entender nada y se apartaba aunque me agarraba de los brazos.——Que no quiere nada de mí.—Hablaba como podía llorando fuertemente mientras dejaba entre abierta mi boca como si me faltara el aire.—
Fuimos al centro a una cafetería que Sandra y yo íbamos antes. Tomaba un café que tanto me gustaba de este sitio. Notando mis ojos sobrecargados de tanto llorar. Miraba hacia la nada. Atontada. Sin reacción.
—Dean debió de ser más amable contigo.—Hablaba Sandra ofendida por lo sucedido.— Si no quiere volver contigo pues vale pero encima que tu le has dados esos billetes que nunca le distes y tus intenciones eran buenas... se comporta a sí.—
—Le he perdido por mis estupideces.—Hablaba en tono muy bajo.— ¿Que podría esperar? Él no iba a estar para cuando yo quisiera.—Miraba al café por instantes y luego a Sandra.— Tenías razón, le he perdido.—
—Ignora lo que yo te dije, de todas maneras, él tendría que a ver sido más educado y no comportarse como un crío.——Ciertamente es como un crío.—Resoplaba bajando la mirada otra vez, cogía mi taza de café dándole un pequeño sorbo y lo dejaba nuevamente en la mesa.— Ahora no se que hacer.—
—Seguir con tu vida.—Decía Sandra siendo bastante clara.— Ya esta todo dicho, no hay más que pensar ni que decir, Juliette.—
—Seguir con mi vida.—Dije dificultosamente por qué era difícil para mí.—Al volver a casa. Estuve todo el día metida en mi habitación sin probar comida de almuerzo, merienda ni cena. Tampoco me puse a repasar nada. Sólo estuve en mi cama agarrada de la almohada. Pensando en todo estos meses que estuve junto a Dean y llorar. Llorar en silencio. Hasta poder conciliar el sueño. Me da igual si tengo que llorar toda mi vida por él. Le quiero. Nunca se lo he dicho pero le quiero. Pero como dice Sandra, tengo que seguir con mi vida.
*********
Gracias a Ricky saquemos un sobresaliente por el trabajo de Biología. Me daba mucha vergüenza ganarme una nota que apenas puse esfuerzo en ese trabajo. Le agradecía repetidamente a Ricky aunque no era suficiente para mi. A si que le di una "mano amiga" ¿Que significaba eso? En ayudarle en estudiar ya que él era bastante malo en Matemáticas. Para mi no era problema.Después de dos horas en la biblioteca. Ricky a cambio quiso invitarme alguna cosa para tomar. Siempre nos estábamos devolviéndonos en favor. Era bastante gracioso. Andábamos hacia la plaza donde la gente hacia skate. Donde la gente vendía droga. Y donde en frente estaba el bar de Patrick. Rodeaba mis ojos al ver ese bar pensando que me llevaría allí. Pero Ricky me señalaba una nueva tienda donde hacían comida rápida. Nunca la había visto. Fruncía el ceño entrando en ese sitio. Vaya. Que buen olor.
ESTÁS LEYENDO
El Puto Amo.
RomanceEl querido y guapo de Dean Marshall de 19 años, es un popular mujeriego. Él es pasota, es divertido, es optimista, bastante ligón y eso si, es muy grosero al hablar. En su instituto todos le consideran como el puto amo. Por qué se acuesta con todas...