Capítulo 21

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Pov Jorge.

— ¿Cómo lo sabes? —le pregunto seriamente.

— ¿Qué sentiste al besarla? —me pregunta.

— ¿Cómo que qué sentí?

— ¿Sentiste una descarga, algo parecido a un toque?

—Sí —cruzo mis brazos.

— ¿Y segundo después te ardió como el infierno?

—Sí —digo lentamente.

Sarah se queda en silencio, Sam y yo nos miramos y después miramos a Sarah.

— ¿Qué sucede? —digo exasperado.

—El súperpoder de Ana, es la energía.

Wow.

— ¿La electricidad? —Sarah asiente con su cabeza.

—Todo tiene sentido —explica —. Los desmayos, la hiperactividad que tiene unos días, las descargas al estar mojada. Todo concuerda.

— ¿Qué tiene que ver la energía? —pregunta Sam.

—Lo explicaré de una manera que pueda ser entendible —dice —. Un cable cuando está mojado o cuando una persona está mojada y toca un cable, se da una descarga; he ahí el porqué sentiste eso al besarla. Su hiperactividad es porque su cuerpo retiene tanta energía que busca una forma de salir ya que ella no usa su súperpoder y los desmayos es porque gasta esa energía acumulada muy rápidamente; como cuando estas hincada y se repente te paras y siente un mareo; además de que como aun no sabe controlarlo Ana se agota.

—Oh —es lo único que logro decir.

—Jorge —la voz de Ana resuena en la enfermería, voy hacia ella rápidamente.

— ¿Qué pasa pequeña? —le pregunto sonriendo.

—Me siento cansada, pero también siento que puedo escalar el Monte Everest ahora mismo —me rio ante su comentario.

—Encontramos tu súperpoder —susurro dedicándole una sonrisa.

— ¿Qué? —dice confundida, noto en su voz una pisca de asombro y miedo. Cada emoción muestra un nivel diferente y el miedo es el que va ganando.

—No te preocupes —le digo acariciando su mejilla —. Todo va a estar bien.

—Está bien —me sonríe y se vuelve a quedar dormida.

[•]

Después de pedir permiso y salir de Instituto vamos directamente a casa de Sarah. Ana aún sigue dormida y habla entre sueños. Ha dicho cosas como "Aún no sé" y "Espero verte pronto". No sé a quién se lo dice, pero una parte de mí siente celos. ¿Y si está soñando con el idiota de Daniel? ¿Quizá otro amor?

Estás diciendo tonterías, tal vez sea Sarah o Sam, hasta podría ser tú. Creo que necesitas preguntarle.

Sacudo mi cabeza para deshacer mis pensamientos.

Sarah nos ha estado explicando algunas consecuencias y efectos secundarios que puede que tenga Ana. Me pidió que no la besara porque cualquier emoción sobrepasada de lo normal podría causar una elevación en su poder y darme una descarga muy fuerte, me dijo que las otras veces tuve suerte de que no me pasara nada.

Pidió también, que no la hiciéramos enojar porque, ahora, la peor enemiga de Ana en estos momentos es la ira y como aún no controla su don puede causar grande estragos.

Y según ella, la más importante es no volverla a tocar mojada, que a ella no le pasará nada, pero a nosotros sí.

Justo al llegar a casa de Sarah, Ana abre sus ojos.

—Hola —escucho la voz de Ana a mis espaldas.

—Hola, cariño —le digo sonriendo.

— ¿Qué pasa? —dice tallándose uno de sus ojos azules.

—Tu súperpoder, ya sabemos cuál es —digo.

— ¿Y no me lo van a decir?

—Espera al menos a que entremos —le reclama Sarah.

La escucho refunfuñar y la ayudo a bajarse del auto. Entramos y nos sentamos en la sala.

—Es la energía —suelta Sam.

—Wow —dice logra decir tras varios segundos.

Sarah comienza a contarle todo. Después de una hora termina y Ana se queda estupefacta. Voltea a verme y me sonríe, se la devuelvo.

[•]

Pov Ana.

Ayer Sarah me dijo todo sobre mi súperpoder, que ahora tuviera más cuidado con lo que toco y me estoy volviendo loca porque siento que electrocutaré a todo y todos.

Era mejor cuando no sabía cuál tenía.

Jorge me dice que eso no pasará, que necesito tranquilizarme y me calma por un rato pero después me vuelvo a poner histérica.

El día de hoy se ha pasa muy rápido pues ya es la última clase y en un parpadeo el timbre suena diciéndome que soy libre al fin.

— ¿Podrían llevarme? —les pregunto a Sam y a Jorge cuando los encuentro en el pasillo.

—Claro —responde Jorge y le dedico una sonrisa.

Llegamos a mi casa, me despido camino hacia la puerta de la casa.

—Ana —exclama Sarah apenas pongo un pie dentro de la casa —. Yo no sabía de esto, ella ya estaba aquí cuando yo llegué del trabajo hace 30 minutos.

— ¿Quién? —le digo preocupada.

—Yo, mi niña —escucho su voz y me giro.

— ¿Mamá? —digo con lágrimas en los ojos.

Una Chica y Sus Superpoderes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora