Capítulo 9

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Hoy es el baile de primavera y no ha habido clases gracias a ello. Muchas chicas están emocionada, pero realmente yo no y no porque no me guste sino porque me parece aburrido y además Daniel estará ahí y no quiero lidiar con él ahora, no después de lo que pasó.

— ¿Ana? —Jorge me saca de mis pensamientos.

—Perdona, ¿Qué?

—Así ha estado desde ayer, no te preocupes —dice Sam.

—Bueno perdón —respondo girando mis ojos.

—Bueno ya —habla Jorge antes de que Sam vuelva abrir su boca. — Lo último que quiero ahora es otra pelea y volviendo a lo que estaba diciendo ¿Quieres ir al baile conmigo, Ana?

—Oh —es lo único que logro decir.

— ¿Ana? —siento mi cuerpo débil, mi vista se vuelve pesada y en mi cabeza siento un piqueteo.

—No otra vez —dice alguien antes de que todo se vuelva negro.

***

Vuelvo a estar en ese lugar donde todo es blanco.

—Ana —la voz de mi mamá es la primera en aparecer.

— ¿Mamá? —pregunto.

No está físicamente, sólo es su voz.

—No vayas al baile. Es peligroso.

— ¿Qué es peligroso?

—Ellos —dice y su voz hace eco en el lugar. —Ellos son la razón de nuestra separación.

— ¿Quiénes son ellos y de qué separación hablas?

—Sólo no vayas, mi niña. Es por tu bien.

—Siempre esperé el momento en que me dijeras esas 4 palabras, pero no por ir a un baile, sino porque me dijera "Si te regaño es por tu bien" —murmuro. —Explícate mamá, por favor.

—Tu padre y yo nos separamos debido a ellos.

La confusión llega a mí como una ola en la playa, siento mi corazón oprimirse ¿Mis padres están divorciados?

— ¿Q-qué?

—Lamento que tuviera que habértelo dicho así, pero tarde o temprano se saben las cosas.

—Ma-mamá.

—Te amo Ana.

***

— ¡NO! —despierto exaltada.

Me encuentro en mi habitación.

—Ana calma, todo está bien —reconozco la voz de Sarah.

— ¡NO! ¡NADA ESTÁ BIEN! —grito.

Tapo mi cara con mis manos y tallo mis ojos, aprieto mi mandíbula y jugueteo con mis manos.

— ¿Qué sucedió?

—Descubrí que —una lágrima resbala por mi mejilla. — Mis padres están separados.

—Como lo siento cariño.

— ¿Tú lo sabías? —pregunto.

—No, mi hermana jamás se comunicó conmigo solo mediante las cartas sabía que estaba bien. Tú era su vida Ana y me dijo muchas cosas antes de irse.

— ¿Cómo qué?

—Me dijo que te protegiera de todo peligro —explica. —Me dijo que si algo te pasara y ella no estuviera aquí para impedirlo, jamás se lo perdonaría. Eres importante para ella, y también para mí y no sabes cuánto lamento la noticia de tus padres, pero ahora tienes un baile y quiero que vayas.

No vayas al baile es peligroso.

La voz de mi mamá resuena en mi cabeza.

No vayas.

—No quiero ir.

— ¿Cómo de que no? Jorge se quedo muy mal cuando te quedaste inconsciente.

—Pero es que no tengo ganas y...

—Nada de peros, niña.

—Si pasa algo es tu culpa.

—Si Ana ¿Qué podría pasar en un baile?

[•]

La música suena todo volumen, un montón de alumnos bailan sin cesar en la pista de baile mientras que otros se limitan a estar sentados y hablar. Veo a Sam en una de las mesas con su cita y de otro lado de ella diviso a Jorge; con un traje negro, su camisa blanca y una corbata color azul, sus zapatos recién lustrados y su cabello bien peinado.

Sonrío al verlo así.

Avanzo hacia ellos.

— ¿Quieres bailar? —le pregunto a Jorge al llegar.

Voltea a verme y se queda boquiabierto al hacerlo.

—Ana estás... preciosa —me dice.

—Gracias, tu tampoco te ves mal —le sonrío. — ¿Si quieres bailar o quieres dejar tu trasero pegado a la silla toda la noche?

—Vamos —dice sin pensarlo dos veces.

•••

Tras estar bailando un par de horas decidimos sentarnos a descansar.

—Iré al baño —digo y se ríe.

Ya en él, me pongo más labial y me seco el sudor. Jamás había bailado tanto en mi vida y es algo agotador, no sé cómo la gente aguanta.

La puerta cerrada bloquea un poco la música, al salir un ruido me hace sobresaltar y a los pocos segundos todos los alumnos y maestros comienzan a correr en dirección a la salida. Otro disparo hace que los cristales de las ventanas se hagan añico, trato de buscar a Jorge y a Sam entre la multitud pero no lo encuentro, los gritos de las personas se hacen más fuertes cuando unos hombre vestido de negro con pasamontañas entran en la fiesta. Un repentino mareo se hace presente en mí y hace que me tenga que recargar en la pared, todo se escucha lejano.

— ¡ANA! —escucho gritar a Jorge. Sacudo mi cabeza y todo se hace más claro.

— ¡JORGE! ¡SAM!—grito.

Quito a gente que se atraviesa en mi camino y corro hacia donde creo que escuché la voz.

— ¡JORGE!-grito de nuevo, no oigo respuesta. — ¡JORGE!

Una persona toma mi mano y me voltea hacia ella, es Sarah; que tiene una cara de preocupación. Y detrás de ella diviso a Sam, me relajo al ver que ella está a salvo, pero no del todo porque hace falta mi mejor amigo.

— ¿Qué haces aquí? —el pregunto agitada, forcejea para llevarme a la salida, pero me suelto y corro en sentido contrario.

— ¡ANA! ¡NO! —la escucho gritar.

— ¡Jorge! —grito a todo pulmón, las lágrimas comienzan a descender velozmente por mis mejillas, trato de reprimir los sollozos, pero no puedo.

Una mano toca mi hombro e instintivamente me volteo, Sam está detrás de mí con el maquillaje todo corrido y su vestido está manchado de sangre, que aparentemente no es de ella, sino de alguien más.

¿Dónde estás Jorge?

Una Chica y Sus Superpoderes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora