Capítulo 12

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Camino de un lado a otro de la sala, mordiéndome las uñas, las lágrimas recorren mis mejillas sin parar, pero lloro en silencio. Sam está sollozando en el sillón y Sarah ha estado callada y sin mover ni un solo músculo.

Hace rato Sarah hablo por teléfono con alguien, y al colgar, nos dijo que era un amigo que no iba a ayudar a saber el paradero de Jorge. Mientras Sam y yo no paramos de llorar y de releer la nota una y otra vez.

—Busquemos de nuevo en el salón dónde fue el baile —sugiero.

—Ya buscamos miles de veces ahí, Ana —responde Sarah.

— ¿Y si hay algo nuevo?

—No creo —solloza Sam.

— ¿Podemos ir al menos? —digo con tono exasperante.

—No, puede ser peligroso y punto.

—Mmm —refunfuño.

[•]

Ya es de noche, de nuevo y es otro intento fallido al no hallarlo, no puedo darme el lujo de seguir perdiendo tiempo. Todo es más deprimente, triste y un tanto aburrido, jamás me di cuenta cómo el carácter de Jorge es la alegría de los 3 y jamás pensé en lo que siento hacia él.

Le quiero y mucho.

Como Sarah no me dejo ir a investigar a plena luz del día y con compañía, decidí ir en medio de la noche, sola.

El frío me cala al salir de la casa sin hacer ruido, la noche me da mala espina y un escalofrío me recorre el cuerpo. Es escalofriante. Llego al salón donde fue la fiesta y todo está vacío. Reviso la parte delantera, luego ambos costados y nada. Por último, en la trasera, veo otra nota cómo la que encontré otro día en los arbustos. Me congelo al leerla y corro en dirección a mi casa, al llegar abro la puerta de golpe y entro al cuarto de Sarah.

—Ana ¿Qué sucede? —se sorprende al verme

—Al-alguien le-le está haciendo daño- daño a Jorge —digo tratando de recuperar el oxígeno.

— ¿Por qué estás tan fría? Fuiste, ¿no es así? —me dice y noto en sus cara una mirada de miedo y preocupación.

—Sí y lo siento pero no podía quedarme de brazos cruzados —las lágrimas no tardan en aparecer —. Le están haciendo mucho daño y no quiero que le hagan ya nada.

— ¿Ana? ¿Qué sucede? —entra Sam con la cara adormilada.

—A Jorge le están haciendo daño —saco la nota de mi pantalón —. Encontré esto detrás del salón —Sarah la toma.

—"Él no está bien y puede que en unos días ya no lo esté más —Sara lo lee en voz alta.

Sam comienza a llorar y yo simplemente agacho la cabeza.

Pov Jorge.

— ¡DIME! —exige de nuevo la voz que ha estado torturando todo el tiempo que llevo encerrado aquí.

—No lo sé —respondo por enésima vez desde que me trajeron hace ya un buen rato.

— ¡Ella tuvo que haberte dicho algo! —grita.

—Nada que yo recuerde —respondo alzando la voz, eso, me ocasiona una bofetada y un par de latigazos más. —Lo único que sé es que se ha estado sintiendo mareada en las últimas semanas.

Oh por dios, cierra la boca. ¡NO DIGAS NADA!

Pero es muy tarde, el hombre da órdenes de que me lleven de nuevo a mi celda, ya allí, caigo en un profundo sueño.

***

—Hola —habla una voz muy conocida para mí.

Ana.

Trato de responder pero me es imposible hacerlo, un nudo en la garganta es lo que me impide hablar, las lágrimas caen por mis mejillas. De repente ella me ve y me sonríe.

—Todo va a estar bien Jorge —dice lo mismo una y otra y otra vez. Levanto levemente la mirada y nuestros ojos se conectan, una risita se le escapa y se acomoda un mechón de su cabello detrás de su oreja. Me pierdo en sus ojos y la beso.

***

Ese hedor, el mismo que detecté al llegar aquí, hace que me vuelva a la realidad, me recuerda donde estoy y que lo que acaba de suceder sólo fue un sueño.

Trato de levantarme, pero el dolor me impide hacerlo. Hasta el peso de mis parpados causa un dolor en mí.

—Sáquenlo —escucho unas voces —. No nos sirve ya de nada.

—Sólo tiene mareos y ese es el don 6 2 8 —dice otro.

—Parece que Fickpatrick no le ha dicho nada.

—Puede que se esté resistiendo.

—Puede, pero hay dos teorías y ya al menos con la información tan escasa que nos dio, sirve de algo.

—Está bien —dice otro con voz más autoritaria —. Sáquenlo de aquí.

La puerta se abre y mis ojos se cierran.

Una Chica y Sus Superpoderes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora