Capítulo 16

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Había tantas cosas que no sabía acerca de mi familia y que ahora sé, tantas dudas aparecieron en mi mente al igual que preguntas que por el momento estarán sin resolver. Todo lo que me ha contado Sarah me ha dejado estupefacta, la verdad no pensé que mi familia tuviera tantos secretos.

—Ana —Jorge me habla —. ¿Qué pasa?

—Nada —le respondo.

—Sabes que puedes confiar en nosotros —me dice —. ¿Qué pasa? —repite.

—Lo sé —sonrío —. Sólo que aquí no.

—En la camioneta —dice Sam de repente.

—Sí Sam.

Flashback.

—Cuando naciste Ana, un hombre quiso asesinarte porque él no quería que más "héroes" llegaran al mundo y que en un futuro lo detuvieran. Se sabe que él tuvo un hijo, pero jamás se supo quien fue.

Tus padres no querían separarse de ti, te cuidaron por 2 años, pero tuvieron uno que otro tropiezo, así que, antes de que tú cumplieras 3, te trajeron conmigo. Se despidieron de ti y dijeron que lo sentían. Tu madre, como ya te había dicho antes, me dijo que te protegiera; que cuidara de ti y me dijo que te protegiera. También me dijo que cuando tú supieras de ellos, no te sintieras diferente, que tú siguieras con tu vida normal, que a pesar de no serlo, te sintieras como uno y que cuando descubrieras tu poder, fuéramos a ver al Doctor Evans. Tu tío. Mi hermano —me quedo boquiabierta y no sólo por todo lo que acaba de decirme sino que tengo más familia y también tienen súperpoderes.

Una Familia puede ser lo más extraña posible, pero aun así sigue siendo parte de ti y de tu vida. Y esto pasa con la mía. A pesar de que no se mucho de ella, sé que me protegen.

Fin del Flashback.

La campana es la que me saca de mis pensamientos, recojo mis cosas y salgo del salón, Sam y Jorge me siguen el paso.

—Les diré —digo al entrar a la camioneta.

—Suéltalo—dice Sam.

—Sarah habló conmigo ayer, me dijo que tengo más familia y que al nacer trataron de matar y dos años después, también.

—Wow —susurra Sam.

—Lo siento —dice Jorge.

Frunzo mis cejas.

— ¿Por qué?

—Pues no lo sé, sentí la necesidad de decirlo.

—Tonto.

—Tonta.

—Infantiles.

—Pero si hola Samantha.

—Cálmate graciosito.

—Arranca antes de que se maten ustedes dos —digo tras soltar una risita.

—Está bien —refunfuña Jorge mientras enciende el auto.

[•]

— ¡NO! ¡NO! ¡NO! —grito.

—Ana ¿Qué sucede? —entra Sarah preocupada.

—Nada, sólo fue una pesadilla —digo tallándome los ojos —. Estoy bien.

—Si claro —dice sarcásticamente—. Si tu definición de estar bien es gritar como una loca, pues sí, estás perfectamente bien.

—Muy graciosa ¿No?

—Ya dime — dice sentándose en la orilla de la cama.

—Soñé que mi mamá era asesinada por el hombre del tatuaje.

—Lo siento.

— ¿Por qué todo el mundo dice eso? —digo exasperada.

—Perdón —se cruza sus brazos —. Si quieres no vuelvo a decirlo.

—No, perdón, descansaré ¿está bien?

—Buenas Noches Ana.

—Buenas Noches Tía Sarah.

[•]

—Te ves fatal —dice Sam con una sonrisa.

—Que linda, muchas gracias —digo de mala gana.

—Alguien no se siente bien hoy—dice señalándome y alargando la "o".

— ¿Quién no se siente bien hoy? —pregunta Jorge.

—Ana.

—Ana —me dice Jorge —. ¿Estás bien? —Pregunta mirándome extraño—. Te ves...

—Horrible —interrumpe Sam.

—Iba a decir mal, pero si eso también.

Giro los ojos.

—Con ninguno de los dos se puede —digo y camino hacia el jardín.

¿Qué jodidas tiene la gente hoy conmigo?

—Ana —me grita Jorge.

— ¿Que es lo quieres? —digo fríamente.

—Era una broma —dice—. ¿Qué te sucede?

—Tuve una mala noche, eso es todo.

— ¿Una pesadilla?

—Ajá.

—Pobre pequeña —me toma de la cintura —. Quiero preguntarte algo, pero antes ésto.

Dice y me besa.

— ¿Qué somos? —pregunta al separarse de mí.

—Personas —digo sarcásticamente.

—Ja ja ja —dice y me levanta.

—Jorge bájame —le digo.

—Mm déjame pensarlo. No- responde y comienza a darme vueltas.

— ¡Bájame! —exijo con mi cabeza pegada a su espalda.

—No —dice girando más rápido.

— ¡Jorge! —grito.

Se para en seco y me baja con sumo cuidado, me deja justo enfrente de él y me dirá con los ojos abiertos.

— ¿Qué? —pregunto.

Lo veo tragar saliva.

—Nada —dice despreocupado.

Suelto una risita y giro mis ojos.

—Te quiero Ana.

Sonríe.

—Te quiero Jorge.

Sonrío.

Se acerca lentamente a mí, mi vista no se despega de la suya. Justo en ese momento todo se pone blanco, el tiempo se detiene. Besa mis comisuras y después hace camino hacia el centro de mis labios, acepto el beso y siento nuestras lenguas luchar por el dominio.

—Sé qué no es la manera más romántica o una manera esperanzada para ti, pero Ana me gustas y siempre lo hiciste solo que era muy penoso decirte esto. ¿Quieres ser mi novia?

—Jorge —digo mientras me abalanzo de nuevo a sus labios.

— ¿Eso es un sí?

—Claro que si tonto.

Y vuelve a besarme pero no de una manera suave sino más salvaje y con pasión. En los que necesitas a otra persona y la única manera de tenerla es desearla.

Una Chica y Sus Superpoderes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora