Después de los 4 años lejos de casa, después de los 4 años en que he tratado de seguir adelante. He vuelto. Y no es fácil regresar a dónde todo tu mundo se vino abajo.
Nadie sabe que regresé, ni siquiera Sam.
Sam.
Mi mejor amiga, la única en quien verdaderamente podía confiar, la única que me apoyó y estuvo a mi lado; y yo la abandoné. La dejé, vi su última sonrisa dedicada a mí. Esa chispa que nos conectó, que nos dijo que siempre seguiríamos juntas a pesar de no estar juntas. Y yo, simplemente me fui sin saber las consecuencias que a ella dejaría. La dejé sola y triste.
Un nudo en la garganta se me forma, las ganas de llorar no puedo evitarlas más y las lágrimas salen y corren sin parar por mis mejillas, mi mente comienza a recordar todo lo que viví. Mi primer día de clases, las graduaciones, mi primer beso con Jorge, el día que supe de que mi familia no era normal, el día que descubrí mi súperpoder.
Ese día cambió mi vida, y no precisamente para bien. Como siempre dije "Atraigo a la mala suerte"
Y finalmente terminó siendo verdad.
Sin darme cuenta ya estoy enfrente de lo que un día fue mi hogar, mis pies comienzan a temblarme y sin razón comienzo a ponerme nerviosa. Mi casa sigue estando igual, salvo que ahora hay un pequeño jardín de margaritas y rosas en la entrada y la puerta ya no es blanca, sino color caoba.
Rodeo la casa para entrar por la puerta trasera, ya que Sarah siempre la deja abierta, y espero hoy no sea la excepción.
Giro la perilla y suspiro al ver que cede.
Entro.
No se escucha ninguna voz, así que ando un poco más despreocupada.
Todo adentro sí es diferente, los muebles estás acomodados de diferente manera y hay fotos colgadas en la pared, pero no les presto atención.
Subo las escaleras, me adentro en mi habitación. Me sorprendo al ver que todo sigue intacto, sonrío y un sentimiento de nostalgia me recorre el cuerpo, pensé que la remodelarían o algo por el estilo, pero no. Todo está justo como lo dejé.
Me acerco a mi cama y me dejo caer sobre ella, siento la suavidad que hace tiempo no sentía, la textura de la tela y la comodidad de cuando dormía aquí. No sé cuantos minutos pasaron, pero abajo se escucha una puerta abrirse y las voces, que inmediatamente reconozco, de Sarah y mi mamá.
Me acerco a la puerta y me recargo sobre ésta.
Escucho que suben.
—Rebecca, ¿estás segura? —le dice Sarah a mi madre.
—No, pero necesito hacer esto —dice firmemente.
— ¿Y si te hace algo? —Sarah se escucha preocupada.
—No me hará nada, no lo dejaré.
—Recuerda lo que hizo —dice nostálgica.
—Fue años atrás hermana.
—Pero aún quiere esa venganza.
—Y es matarla a ella, no a mí, conmigo se conforma con hacerme daño.
—Pero no la ha encontrado —escucho que traga saliva.
—Y espero que no lo haga.
Las voces se van callando poco a poco hasta no escucharse nada.
¿Qué es lo que planeas mamá?
Abro la puerta y miro si no hay nadie, al cerciorarme de que no, bajo las escaleras.
—Sí Mariana, hoy mismo te envío los papeles —la voz de mi madre me hace sobresaltar.
Mierda, ¿Y ahora?
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Una Chica y Sus Superpoderes.
FantasyAna no es una chica muy normal que digamos, tiene un don que la hace especial y diferente a las demás chicas. Descubre el secreto de su familia y trata de averiguar su don a fondo, pero en el trayecto descubrirá algo mucho más fuerte. Portada hecha...