Los días posteriores a nuestra desventura en el territorio de Janja pasaron con gran monotonía.
Cuando mamá dormía, debía mantenerme con ojos alertas cuidando a Kion y sus amigos durante sus entrenamientos como futura Guardia del Reino. Cuando ellos no estaban entrenando, debía hacer compañía a mamá y asegurarme de mantenerla cómoda. Y a veces, cuando ninguno de ellos me requería, alguien me encomendaba tareas como cuidar de Tiifu, buscar más frutas de masala, o incluso acompañar a Zazú en ciertos viajes.
Tener tiempo libre se convirtió en algo prácticamente imposible. Pero, de alguna forma, lograba hacerme de unos cuantos minutos para mí. Entonces, y antes de que alguien pudiese detenerme con algún nuevo quehacer, corría a escabullirme en busca de Robert. Cuando tenía suerte, él estaba solo. Cuando no, tenía que compartir el tiempo con Efia y Gina, lo cual era más seguido de lo que me gustaba.
Con el tiempo había creado la teoría de que el problema no eran ellas directamente. Y quizá era idea mía, pero podía jurar que había días en los que Robert se veía mucho más interesado en la conversación con esas leonas. Apenas volteaba a verme o intercambiaba alguna palabra conmigo. Y aunque no me agradaba, ¿qué sentido tenía molestarme? Apenas podía verlo y, además, sería un comportamiento raro siendo solo amigos. Era mejor tragarme mi disgusto, aunque más tarde, cuando me quedaba sola conmigo misma, este volviera a aquejarme.
Si bien no tenía mucho tiempo libre, sí que tenía mucho tiempo en solitario. Velar del sueño de mamá y vigilar que Kion no se rompiera una pata en alguna carrera por intentar ser tan veloz como su amiga guepardo no eran trabajos que requirieran más de un par de ojos. Incluso la compañía de Zuna se había visto reducida después de que decidiera retomar su entrenamiento como cazadora. Así que tenía horas de sobra para abstraerme.
Uno de mis pensamientos recurrentes era el águila que habíamos conocido en el territorio de las hienas. Sus palabras volvían a mi mente con gran recurrencia. Me esforzaba por imaginar, según las escuetas descripciones que había dado Dheemant, cómo serían esos bosques de pinos que se volvían blancos al llegar el invierno. ¿A qué olerían sus ramas? ¿Qué otros animales habitarían ahí? ¿Habría leones también allá en el hogar del águila? Luego pensaba en ese enorme lago con aguas olor a sal que había comentado. Pensaba en todos los posibles aspectos que tendrían esos árboles alargados con ramas solo en el extremo superior, y la tierra que se volvía dorada al ser tocada por el agua. Eso en verdad me causaba curiosidad. ¿Habría algo similar cerca del Reino? Moría de ganas por saberlo. Ojalá pudiese ver a Dheemant de nuevo para seguir preguntando sobre sus viajes.
Otro de mis pensamientos predilectos era, vinculado al punto anterior, el futuro. Hacía casi un año de la muerte de Kopa, y después de eso el tiempo había parecido ir inevitablemente más rápido. Era agobiante. Disfrutaba mi vida actual la mayor parte del tiempo... pero ni siquiera eso era suficiente para frenar mi curiosidad por salir y explorar. Y paralelamente estaba mi deseo de permanecer en casa al lado de mamá y mis sobrinos. Una parte de mi imaginaba cómo sería la vida que me esperaba al permanecer en el Reino, y esa misma parte intentaba convencer al resto de que no podría ser tan malo. Tendría a mi familia y a mis amigos...
Y eso me llevaba al tercer tema (y el que más me gustaba) de mis divagaciones: Robert. Pensaba tantas cosas de él que cualquiera podría soltar una frase y seguramente acertaría a adivinar mis pensamientos. A veces positivos, cuando estaba alegre y extrañando su compañía, con ganas de verlo para hablar con él, o solo a la espera de que un día me sorprendiera viniendo de visita durante mi vigilancia a la joven Guardia; a veces negativos, cuando volvía a casa después de escabullirme y de haber malgastado mi poco tiempo de dispersión en viajar hasta aquella guarida solo para ver como el león se entretenía escuchando las estupideces de las hermanas.
ESTÁS LEYENDO
Lian's Story
Fanfiction(Basada en la película de Disney, The Lion King) "Supongo que esta es la parte donde escribo un montón de frases cursis y ridículas para engancharlos con la historia. Pero no lo haré. Después de todo, ¿cómo puedes resum...