Capítulo 36: Confusión

260 22 22
                                    

Ambos machos se observaron mutuamente.

La pequeña pelea se había extendido más de lo normal. Los dos estaban sucios y agotados, pero ninguno daba muestras de querer rendirse aún y eso solo parecía emocionar más a Danny y Arafa. A decir verdad, ese era el entrenamiento más interesante hasta el momento. Hacía ya tres semanas que Ni y Mheetu habían regresado, y desde entonces mantenían su rutina intercalando un día de práctica con uno de descanso, y cada día la cantidad de curiosos aumentaba más.

En ese momento nos acompañaban también los futuros Guardianes, nuestra heredera al trono y sus dos amigas, Zuna, Aisha, Karen, Mahary, los hermanos Boga y Babu, el viejo Leo, un joven caracal escurridizo, un grupo de monos y dos extraños armadillos. Todos expectantes al siguiente golpe.

Ni atacó a su estudiante saltando en su dirección. Mheetu lo imitó, y ambos se encontraron en el aire. Para evitar salir disparado como en tantas otras ocasiones, el chico se abrazó al otro por el cuello, inmovilizándolo de paso. El mayor hizo lo mismo, y ambos cayeron al suelo de costado aún enlazados. El castaño alzó las piernas y pateó el estómago de su compañero. Para bloquearlo, Ni se levantó sobre sus patas traseras y se empujó con ellas sin soltar a Mheetu, provocando que ambos empezaran a dar una serie de vueltas dentro del círculo.

- ¿Qué es eso? - dijo Leo por lo bajo. - Jamás he visto una pelea con una técnica semejante.

En respuesta recibió un chistido de parte de Karen, aunque el león no supo que ella lo había silenciado.

El chico liberó a Ni para ponerse de pie con un veloz movimiento. Y antes de apartarse lo suficiente, mordió al mayor por la nuca en un intento por mantenerlo en el suelo. Pero este era un león fuerte, y con un zarpazo dirigido convenientemente al rostro de Mheetu, consiguió librarse de sus dientes. Entonces, y con una agilidad sorprendente para alguien de su edad, giró sobre sí mismo, se levantó, saltó sobre la espalda del contrario y pasó un brazo por debajo del cuello del chico como intentando estrangularlo. Tiró de él hacia atrás y ambos volvieron a la tierra.

- ¿Qué haces? - jadeó Mheetu.

- ¿Qué haces tú? ¡Libérate como te dije!

Desde mi posición podía ver perfectamente el rostro del chico, con las comisuras de los labios alzadas y las cejas fruncidas al hacer fuerza. Tal vez era idea mía, pero juro que podía escuchar la respiración agitada del chico. Me miró un momento y pude saber que no tenía idea de qué hacer.

- ¡Increíble! Realmente estás dando lo mejor de ti - rio Ni.

Me acuclillé y tensé los músculos de las piernas por si eso llegaba más lejos.

- Creo que te buscan - susurró Danny en mi oído.

Con un movimiento de cabeza me indicó que volteara a la izquierda. Era Robert, quien evidentemente acababa de llegar y se limitaba a observar de un lado a otro entre los espectadores con expresión desorientada. Cuando su mirada cruzó con la mía sonrió, y trepó de un salto a la roca donde mis amigas y yo estábamos tumbadas.

- ¿Qué hacen? - preguntó.

Un chistido de parte de toda la audiencia hizo al león encogerse en su lugar. Con la mano le indiqué que se acercara para poder hablar en susurros.

- Están entrenando. Y es lo mejor que hemos visto hasta el momento.

- ¿Por qué están así? - inquirió, y se recostó a un lado mío. - Nunca había visto algo parecido en una pelea.

Ni sacudió un poco a Mheetu y sus ojos entreabiertos quedaron completamente alineados hacia nuestra piedra, de frente a mi. El mayor abrió la boca para decir algo, pero no pude escucharlo puesto que Leo dijo:

Lian's StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora