Del Odio Al Amor

2.

-Anoche te embriagaste y comenzaste a besar a Aomine-kun...

Eso lo dejo helado... ¿Por qué besaría a ese idiota? El rubio no podía entender cuál era la razón por la que él quisiera besarse con el... de toda la Kiseki, ¿Por qué el?

-es una broma, ¿verdad?- dijo el rubio mirando incrédulo al chico frente a él...

-no, es completamente cierto- el peli celeste lo miro sin cambiar su expresión- anoche, Midorima-kun dijo que había tensión sexual entre ustedes pero te enfadaste y dijiste que no era cierto, fue ahí cuando tomaste el rostro de Aomine-kun y lo besaste...- a medida que avanzaba el relato, Kise se encogía mas en su asiento deseando desaparecer...

-no recuerdo nada...- el rubio llevo ambas manos a su cabeza mientras la movía rápidamente negando... cosa de la cual se arrepintió, ya que, un fuerte dolor de cabeza lo ataco...- auch, auch, auch...

-Kise-kun, creo que deberías dormir un poco...- Kuroko se levantó en dirección a la puerta- deje algunas bebidas energizantes en la cocina, además de medicamento para la resaca- el rubio corrió a abrazar al pequeño...

-gracias Kurokocchi!!- luego de que el pequeño se fuera, el modelo decidio que debía dormir unos minutos mas... cosa que hizo luego de comer algo ligero...

Cuando despertó, noto que su agente le había enviado la información de la preparatoria a la cual le había sugerido ir... Kaijo, parecía una buena idea... le quedaba relativamente cerca y tenía un buen equipo de basket... le había comentado a Kuroko si iría con él al mismo instituto, pero aun no le había respondido nada... debía llevar la documentación antes de las vacaciones de invierno...

Aburrido de pensar en aquellas cosas, decidió ver televisión unos momentos... una sonrisa ilumino su rostro al ver que lo alababan en un programa de modas...

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Era lunes... se había levantado con el mejor ánimo, no porque le gustara despertar temprano, claro que no, era porque estaba seguro que disfrutaría cada segundo al molestar a la "zorrita" como le hacia llamar el moreno a Kise...

Lo vio de lejos, aquella cabellera rubia, quiso correr para molestarlo, pero no quería arruinar la sorpresa... Aomine quería hacer sufrir a aquel chico, quería ver su rostro de desesperación al contarle lo sucedido aquella noche, porque el tenía claro, y estaba más que seguro, que el modelito de cuarta, como le hacia llamar, había olvidado su apasionante encuentro.

Al entrar al salón, notó que la mirada del rubio se desvío de inmediato, eso fue más que suficiente para que el moreno sonriera... Camino hacia su lugar y fijo su vista en el rubio...

El tenía claro que hacer, miraría fijamente al rubio durante todo el día, esperaba que Kise se diera cuenta de sus acciones, quería que el se sintiera incómodo, al punto en el cual quisiera detener todo esto...

Hasta ahora, Aomine podía sonreír victorioso, estaba logrando su objetivo, Kise evitaba mirarle y, prácticamente, corría en cada uno de los recesos...

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Lo estaba evitando, a pesar que no recordaba aquella noche, Kise no podía mirar a Aomine sin sentirse asqueado hasta cierto punto...

Aunque el rubio quería evitar el entrenamiento, sabía mejor que nadie que si se atrevía a faltar, el siguiente día haría el triple de entrenamiento, cosa que no le agradaba mucho...

Quería que las horas fuesen eternas y que no llegara aquel momento en el que inevitablemente tendría que compartir con el tarado de Aomine...

La campana sonó sacándolo de sus pensamientos... Aquella campana que maldijo en más de una ocasión y que ahora aborrecía aún más...

Camino hacia la cancha de Basket... Las chicas siempre insistían en acompañarlo, por lo que de momento todo estaba bien...

Pero la suerte del rubio no era de las mejores... Se había retrasado unos minutos con la intensión de no ver a ninguno de sus compañeros, en especial al moreno...

Sin embargo, el Karma, destino o sea lo que sea que fuese, no estaban de su lado ese día... Apenas entró lo vio de pie, con los brazos cruzados y esa arrogante actitud de siempre...

-al fin llegas, Zorrita...- una sonrisa de superioridad se puso en sus labios... Kise lo ignoró y paso directamente a su casillero...- ¿ahora no hablas? Ese día me pedías por más y ahora no puedes responder mi saludo... ¿Fui tan duro contigo que aún no recuperas tu voz?- una risa inundó el lugar y Kise, ya harto de la situación, le tiro lo primero que tuvo a su alcance, siendo esto, su botella de agua...

Aunque no había sido de las mejores ideas que había tenido... Aomine esquivó la botella sin dificultad y tomo al rubio por sus muñecas, pegándolo contra los casilleros...

-escucha, sólo soy indulgente contigo, porque golpearte sería como golpear a una mujer... Aunque...- paso una de sus manos por la cadera del rubio...- que hayas perdido tu virginidad conmigo es un regalo para alguien como tú...

Kise comenzó a reír sin poder evitarlo, lo que era una pequeña risa aumento a una gran carcajada...

Aomine, por otro lado, no comprendía bien el porqué de la risa del rubio... ¿De qué demonios se reía con tanta euforia? Kise se detuvo unos segundos para recuperar el aliento...

-¿acaso eres idiota? -Kise rió más y luego continuó- supongo que si... No quiero hacerte grandes esperanzas... Pero no eres el primero...

Aomine frunció el ceño y lo miró para que Kise continuará con su relato...

-¿en verdad pensabas que un chico sexy como yo se dejaría tomar por un idiota como tú en su primera vez? No me hagas reír... -Kise se liberó de las manos de su captor y se cambio rápidamente...

El moreno estaba molesto... Había sido demasiado ingenuo... Y el repentino cambio de Kise lo había desconcertado... Notó que el rubio ya se había cambiado y se dirigía hacia la puerta...

-además, ¿quieres saber algo?- El rubio ya estaba en la puerta, volteo su rostro y sonrió con supremacía...- no creo que sea tan bueno, ya que, no puedo ni recordarlo...

El rubio se fue de allí, mientras sentía un fuerte golpe dentro de aquel lugar... Pero no le importó...

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Estaba molesto... No, molesto era poco ¡estaba furioso! El rubio le había dejado en vergüenza... Y el gran Aomine Daiki no podía permitir eso...

Más malhumorado de lo que había entrado al lugar, salió el moreno, una pelirosa se le acercó con la intención de averiguar que sucedía pero fue totalmente ignorada...

Para mala suerte de Aomine, Akashi los había obligado a asistir a un entrenamiento en vacaciones... Irían a las aguas termales y se quedarían dos noches...

Aunque si lo pensaba bien, eso no sonaba tan mal... Después de todo, aún debía arreglar algunas cosas con la princesa malcriada...

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Luego de aquel enfrentamiento, y de la noticia dada por Akashi, Kise se encontraba convencido de que el Karma lo estaba castigando...

Al terminar el entrenamiento, Kise decidió ir por algo de beber... No quería acercarse a aquel lugar en el cual pudiese toparte con el moreno... Por lo que decidió esperar un tiempo... Aunque reconocía que necesitaba una ducha...

Se sentó en el pasto, bajo la sombra de un gran árbol... Disfrutaba la brisa del lugar hasta que una voz lo hizo voltear...

-¿Disfrutando el clima, Kise?- el rubio se volteo y con un poco de incredulidad abrió sus labios...

-¿Shogo?