Aomine sentía que Kise lo odiaba... Seguían su misma rutina, se despedían en la mañana y se saludaban en la noche, pero el moreno sentía que Kise le evitaba.
Había pensado en que el rubio cambiaría de opinión luego de algunos días... Pero no.
Por un momento tuvo miedo de que el hijo que se encontraba en el vientre del rubio no fuese suyo... Pero luego de realizar las cuentas necesarias y de preguntarle a Kise cuando había tenido relaciones con Yukio por última vez, cosa que no resultó para nada bien, pero al menos le había dado la tranquilidad que necesitaba.
El hijo que de encontraba en el vientre de Kise... Era suyo.
Aomine quería estar siempre tocando el vientre de Kise, sentía que a cada segundo que pasaba su pequeño o pequeña podría hacer algo, pero Kise era distante en todo lo relacionado al bebé.
Había sido una batalla que pudiese comer en sus horarios, pero lo había logrado con un poco de esfuerzo y ayuda de algunos de sus amigos.
Kuroko era el que más iba a casa, aunque tuviese cerca de seis meses de embarazo de su primogénito, porque si, luego de una ecografía la pareja se había enterado que tendrían un varón.
Himuro también había venido varias veces antes de viajar otra vez a América, Takao venía algunas veces pero era el peli celeste quien más iba.
Kuroko iba y le hablaba de lo feliz que se sentía con su embarazo, de lo feliz que se veía Taiga, y de cómo ambos ya tenían preparada la llegada de su hijo.
Pero lejos de ese sentimiento, Kise sólo sonreía cuando hablaban de un tema diferente... Y las pocas veces que Aomine le había visto sonreír con el embarazo eran sonrisas falsas...
Kise se mostraba cariñoso con Aomine la mayor parte del tiempo, lo besaba cuando fuese, se le pegaba e incluso se dejaba abrazar durante la noche.
El rubio sabía que comenzaba a desarrollar sentimientos por el moreno. Amaba como Aomine era con él. Pero...
Pero el no quería tener un bebé...
Aomine sentía que ese pequeño fruto de su amor, al menos del que él sentía hacia el rubio, llegaría a hacer su vida un paraíso.
Quería que Kise lo viese de la misma manera... Pero no era posible.
Kise tenía cerca de 2 meses y debían ir a realizarse un chequeo para ver el crecimiento del bebé. Aomine fue quien llamó para pedir una cita y coordinó todo.
-¿Kise Ryouta?- un pequeño chico, claramente un omega, era el encargado de recepcionar a los pacientes.
-aquí- Aomine tomó la mano del rubio y lo llevó hacia el mesón.
-hola... -Kise noto como el chico le sonreía a Aomine de manera coqueta.
-hola, vengo a la cita que tiene Kise Ryouta- el chico vio al rubio y luego le sonrió a Aomine.
-de acuerdo, pase por aquí.
El chico se puso de pie y comenzó a caminar a un lado de Aomine, le hablaba de manera familiar y muy sugestiva, a gusto del rubio, en cambio Aomine ni se molestaba en prestarle mucha atención.
-aquí es... Si necesitas algo luego puedes llamarme... Luego te puedo dar mi número.
Aomine agradeció y entró a lugar seguido de un Kise que fue ignorado y estaba muy molesto.
Un hombre en sus treintas fue quien los atendió. Le pregunto sobre sus hábitos a Kise, que comía y que no, que hacía, prácticamente toda su vida.
Cosa que a Aomine no le gustó.
Luego le hizo descubrirse el vientre y comenzó a examinarlo.
Su bebé estaba en perfectas condiciones. Y Aomine sonreía embobado frente a la ecografía que el doctor le había dado.
Sin duda la guardaría junto a la que el rubio se había hecho el primer mes.
-no me agradó el doctor- dijo el rubio cuando ambos se encontraban abriendo la puerta de su departamento.
-la verdad a mi tampoco, para la próxima buscaremos a otro- dijo el moreno caminando a la habitación en la que tenía las cosas de su bebé.
Porque Aomine era el estereotipo de padre primerizo, tenía listo algunos juguetes, libros de paternidad, aunque leer no se le daba del todo bien, y todo lo que los doctores le habían entregado en relación a su hijo.
Aunque todo se encontraba empacado, en su gran mayoría, debido a que pronto se cambiarían a un departamentos grande en el mismo edificio en el cual vivía Kagami y Tetsu.
Estaban listos para cambiarse pero Aomine no había tenido tiempo de hacerlo.
En ese instante recordó algo importante.
-Kise...- entró a la cocina y vio al rubio que comenzaba a sacar algunas cosas para hacer la comida de almuerzo- olvide comentarte algo...
-¿que pasa?- pregunto el rubio sin dejar de pelar un tomate.
-hoy vendrá un amigo a comer, debe estar por llegar.
Kise asintió y no dijo nada más al respecto, los amigos de Aomine habían ido antes a casa por lo que sabía a qué se refería Aomine.
No paso ni una hora cuando el timbre sonó y un pequeño chico entró.
-L-Lo siento... Creo que llegue muy temprano...- Aomine sonrió mientras abrazaba al chico por los hombros de manera amistosa.
-no te disculpes, ven pasa- Kise los escucho entrar y levantó la vista...
-lo siento... Yo... Mi nombre es Sakurai Ryo... - Kise lo vio y claro que el chico era un Omega... Hasta podría jurar que emitía feromonas al estar ahí de pie.
-Kise Ryouta- dijo serio, cosa que a Aomine le llamó la atención pero no hizo ningún comentario en relación a ello.
Durante la comida, Kise no dejaba de ver molesto a aquel chico... Pero algo pasó por su mente cuando vio a Aomine sonreír...
Luego de que naciera su hijo, el no debía estar ahi... Aomine me había dicho que podía irse a donde quisiera...
Y luego de irse, el reharía su vida, probablemente Aomine consiga una pareja, una persona que quiera criar al pequeño junto a él...
Alguien mas a quien amara... Y que le corresponda sin condiciones...
Y fue en aquel momento en el que Kise noto que no quería dejar el lado de Aomine...
Nunca...
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Del Odio Al Amor
Fanfiction"Enserio te odio maldito Ganguro!" grito el rubio cuando vio al moreno... "Repitelo hasta que te lo creas rubia" respondió el desvergonzado Aomine luego se estar peleando un buen rato... Hola!!! He vuelto con otro Aokise, bueno, primero que todo es...