Si antes la Kiseki había sufrido, ahora deseaban nunca haber salido de sus casas aquella mañana...
La mansión de verano de Akashi era magnífica, una gigantesca construcción llena de cuartos y lugares para relajarse en soledad... Un patio del doble o quizás triple de grande de la mansión, en su mayoría cubierta de árboles, había un espacio con una pradera para entrenar y un pequeño estanque... Un sauna en el exterior con aguas termales para relajarse...
Todo era precioso... Pero...
-no... Puedo... Más...- dijo apenas el rubio intentando recuperar el aliento...
-yo menos...- el peli celeste a su lado estaba incluso peor que él...
Ambos sudados a más no poder... Y con las piernas tiritando por el esfuerzo...
-¡aun queda una vuelta!- grito el pelirrojo a la distancia...
Ambos temblaron y retomaron el ejercicio... Una vuelta demasiado larga para ellos...
Luego de esa, interminable para quienes corren, vuelta, todos se reunieron en el centro del lugar...
-de acuerdo, por hoy quedamos aquí...
-Akashicchi... Estoy muerto...- habló el rubio mientras se apoyaba en sus rodillas...
-ahora puedes descansar, Ryouta...- fue todo lo que dijo el emperador mientras se alejaba...
Kise se sentía incómodo... No sólo por todo lo sudado que estaba... Sino, porque el moreno lo había estado mirando todo el día... Cada vez que Aomine se intentaba acercar a él, Kise de manera olímpica inventaba una excusa para salir de ahí...
Y ahora no era la excepción... Vio como Aomine comenzó a acercarsele pero con la poca energía que tenía, corrió a la mansión y se encerró en la habitación que Akashi le había asignado...
Kise aún no podía entender el por qué del cambio de actitud del moreno... Sólo sabía que se debió a aquella noche de la que poco podía recordar...
Por miedo a encontrarse con el moreno, decidió esperar para salir a las aguas termales... Realmente quería ir pero la idea de toparse con Aomine no le agradaba...
Luego de algunas horas, decidió salir... De camino se topó con Midorima, quien le afirmó que no había nadie en el lugar...
Más relajado que antes, Kise entró a aquel cuarto y efectivamente no había nadie dentro...
Más tranquilo, el rubio comenzó a quitarse la ropa, cuando ya estuvo desnudo, envolvió su cintura en una toalla y puso otra en su cuello...
El agua estaba exquisita... Kise agradecía en esos momentos el viaje, aunque el entrenamiento fuese una tortura para su cuerpo... Tiro su cabeza hacia atrás mientras cerraba los ojos y disfrutaba el agua...
El rubio estaba cómodo... Demasiado... Tanto que no sintió cuando la puerta fue abierta... Y menos cuando alguien más entró al lugar...
-Hey, Rubia...- y Kise dio un gran salto...
-¿Q-Qué haces aquí?- preguntó o más bien le gritó al moreno...
-lo mismo que tu, supongo...- Kise abrió los ojos a más no poder y se sonrojó al notar que, al contrario de él, Aomine no traía nada puesto...
-Y-yo terminé...- quiso irse pero la mano de Aomine lo detuvo...
-¿por qué me evitas?- pregunto acercándose más al rubio...
-no se de que me hablas...- Kise no podía mirarlo... Era como si la vista se le fuese sola hacia la parte inferior del moreno...
Aomine notó que el rubio estaba incómodo y no dudo en acercarlo más... Pegó su cuerpo al del rubio y sintió como este daba un salto...
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Del Odio Al Amor
Fanfiction"Enserio te odio maldito Ganguro!" grito el rubio cuando vio al moreno... "Repitelo hasta que te lo creas rubia" respondió el desvergonzado Aomine luego se estar peleando un buen rato... Hola!!! He vuelto con otro Aokise, bueno, primero que todo es...