10.

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El día comenzaba para él... Pero no era a una hora que normalmente él despertaba...

-¡cinco minutos y al patio!- se escuchó la vos del emperador por una especie de ¿parlante?

Con mucha pereza, miró su teléfono y notó que apenas eran las 6:48 de la mañana...

-¡demonios!- maldijo con cero ánimo y se puso de pie...

Se cambió con el mismo ánimo perezoso, se puso una sudadera holgada, porque podía sentir el frío proveniente desde afuera y salió al pasillo...

Por cada paso que daba, soltaba un gran suspiro... Aomine no quería estar ahí... Y lo peor... Era que aún quedaban dos días...

Llego al patio y al primero que vio fue a Kise... El rubio estaba elongando y cuando se inclinó pudo notar ese muy redondo trasero que había disfrutado todos esos días...

Porque si, llevaban seis días wn aquel lugar y los seis se habían reunido en la noche a "descargarse" aunque a Aomine le molestaba más que nada usar el molesto condón, lo soportaba porque el cuerpo del rubio era simplemente exquisito...

-Daiki, debes hacer elongación antes de comenzar- dijo el emperador sacándolo de sus pervertidos pensamientos...

Luego del calentamiento, el emperador los envío a correr... Aomine corría detrás de Kise y sólo podía fijar su vista en aquel redondo trasero... Recordaba la noche anterior en la que había entrado con fuerza dentro del rubio y de cómo esté se retorcía bajo él...

-Mine-chin esta babeando...- la voz del gigante le hizo dar un salto...

-¡Daiki!- se escuchó la voz del emperador- ¡da diez vueltas más!- y de mala gana comenzó a correr más rápido, pasando a un lado del rubio...

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-aaahhh... Más...- gemía el rubio apretando las sábanas...- yo...- al sentir como era embestido nuevamente, Kise se vino manchando todo su abdomen...

Pronto sintió como Aomine abandonaba su cuerpo y luego el calor de la esencia del moreno sobre él...

-¿por qué carajo siempre haces eso?- pregunto molesto el rubio...

-¿qué cosa?- el moreno, que se había recostado en la cama, se levantó y comenzó a recoger su ropa...

-¡esto!- tomó con sus dedos un poco del semen sobre su cuerpo...- es asqueroso y me da la impresión de que huelo a ti...- Kise hizo un gesto de disgusto y Aomine soltó una risa...

-bueno, eres un Omega y como Omega siempre estas deseoso de ser marcado, rubia...- dijo tomando con su mano el mentón del rubio, le dio un corto beso y luego se dirigió a la puerta- nos vemos mañana...

Aomine se fue dejando a Kise en la cama... El rubio estaba molesto y de muy mala gana se levantó para meterse a la ducha...

En la ducha se encargó de lavar minuciosamente su cuerpo... Sin embargo podía sentir el olor de Aomine en el...

Se terminó de lavar por completo y cerró la llave, envolvió una toalla en su cintura y salió a la cama...

-no esta bien lo que haces...- el rubio dio un gran salto...

-¡santo cielo! Kurokocchi, ¡casi me matas!- el rubio llevo una de sus manos a su pecho...

-Kise-kun... Lo que haces...- el rubio levantó la mano para que dejara de hablar...

-lo se... Pero es sólo por el rato...- el peli celeste se sentó en la cama mientras veía al rubio pasear por la habitación...

-no me gustaría que salieras lastimado, Kise-kun- dijo el peli celeste mirando al rubio...

-eso no pasará porque nunca podría amar a un idiota como ese...- dijo el rubio sin más...- antes muerto que enamorarme de un Ganguro como ese...

Lo que ambos no sabía era que había un chico en la puerta y había escuchado todo...

Aomine sintió que algo en su pecho dolía pero no podía entender que... Dio media vuelta y volvió a su habitación...

Al otro día, en la mañana el dolor se hacia aún más intenso al ver al rubio era como una presión en su cuerpo... Como si algo estuviera oprimiendo su corazón cada vez que lo veía...

El día trascurrió con horrible normalidad... Le dolía todo y no solo era por el entrenamiento... El rubio apenas podía moverse con soltura...

-¡todos reunanse!- grito el emperador- como hoy es el último día que dormiremos aquí, por hoy, tendrán un permiso especial para salir- todos sonrieron...- pueden ir a ver el lugar o salir a una discoteca... O lo que sea...

Y claro, Kise, Aomine, Kuroko y por sorpresa de todos, Murasakibara y Midorima también fueron...

Estaban todos en aquel ruidoso lugar... Todos en aquel lugar... Aomine bebía mientras no podía despegar la vista del rubio... Aomine estaba molesto... Más que molesto... Furioso...

Kise estaba en la barra bebiendo un cóctel, pero no estaba sólo, claro que no, un tipo alto de cabello negro le estaba coqueteando...

Si las miradas mataran, Aomine tendría descuartizado a aquel chico... Pero lo que colmó su paciencia fue ver cómo aquel sujeto tomaba la cadera del rubio y se me acercaba a susurrarle algo...

Se levantó, sorprendiendo a Kuroko y Midorima que estaban a su lado, y camino con paso seguro hasta el rubio... Cuando estuvo cerca escucho como ambos reían...

-es hora se irse- dijo tomando la mano del rubio y arrastrándolo por el lugar...

Atónito, el peli negro sólo los vio irse sin decir nada... Cuando estuvieron fuera del lugar Kise se soltó y lo miró con el ceño fruncido

-¡que demonios te pasa, idiota!- el moreno estaba aún más molesto que él...

-ese tipo iba tras de ti...- dijo molesto y el rubio soltó una risa...

-y yo detrás de él, ¿cual es tu maldito problema?- y eso lo hizo enfurecerse a más no poder...

Aomine tomó al rubio del brazo y lo arrastro al callejón...

-¿qué mierda te pasa?- pero antes de poder decir algo, los labios del moreno lo estaban sobre los del rubio...- ¡sueltame!- grito mientras le daba una bofetada...

Pero eso hizo que el juicio del moreno se nublara aún mas...

Tomo las muñecas del rubio con una mano y las puso sobre la cabeza del rubio... Lo volteo hacia la muralla y comenzó a bajarle los pantalones...

-Aomine, en serio, basta... Aaahh...- gimió el rubio cuando sintió los dedos del moreno en su interior... Pero tan pronto habían ingresado... Aomine los había sacado...- no quiero...- susurro apenas pero fue ignorado...- ¡¡AAhhh!!- gimió cuando sintió el miembro de Aomine entrar- no... Aaahhh... No quiero...- gemía el rubio mientras Aomine lo embestía con fuerza...

Pero a pesar de los sollozos del rubio y de todas las quejas, Aomine seguía embistiéndolo de manera frenética... Necesitaba más... Más...

-ya... Mmm... Nada más... Aaahh... Por... Favor...- y sintió como el rubio comenzaba a caerse... Pero Aomine continuo hasta que se corrió en el interior del rubio...

Con la respiración agitada... Vio a Kise en el suelo... Lleno de su semen... Todo desarreglado...

-rubia... Hey... Rubia...- lo movió y pudo notar que estaba dormido... O quizás inconsciente...

Arreglo la ropa de Kise y lo tomo estilo princesa y comenzó a caminar a la mansión de Akashi...

Su cabeza era un caos... Y no podía comprender porqué había hecho todo eso...

Del Odio Al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora