29.

4K 308 290
                                    

Aomine le había hecho caso a su padre y había planeado unas vacaciones, tres días en los que ambos saldrían y haría que el rubio comenzará a pensar en él de otra manera, pero nunca pensó que "ese" día llegaría cuando fueron de vacaciones.

-Kise... Yo...- quería detenerse, por oda, Aomine nunca pensó en esta posibilidad pero...

-Aomine... Mmm... -el rubio unió sus labios con los del moreno.

Kise pasó sus brazos por el cuello del rubio mientras intensificaba el beso.

Aomine lo tomo en brazos y lo llevó hacia la cama. Lo dejo lentamente en ella, pasando sus manos por la cintura y el cuerpo del rubio mientras lo observaba.

-Kise... ¿Estás seguro de esto?- a pesar de que Aomine sentía su erección apretarle en sus pantalones, quería que el rubio pensara en él y solamente él en ese momento.

-Aomine... Ven...- Kise estiro sus brazos hacia el moreno esperando que aquello fuese respuesta suficiente.

Y así fue, porque Aomine se acercó a él dejando besos en su rostro, acariciaba los costados del rubio y un escalofrío le recorrió la espalda al notar que las costillas del rubio sobresalían en su pecho.

-te amo...- susurró el moreno cerca de su oído mientras repartía besos en su cuello.

Kise no respondió nada, pero llevo sus manos a la camiseta del moreno para quitarla. Aomine se separó de él y se la quito por el mismo, de paso también comenzó a quitarle la suya al rubio, que a pesar de poner un poco de resistencia, terminó por quedarse sin ella.

Aomine sintió que su corazón se apretaba, el rubio aún tenía una que otra marca de la golpiza que le había dado el mal nacido ese, además de ver la pésima condición en la que estaba.

Se acercó lentamente al rubio mientras dejaba pequeños besos en su torso, como si con cada beso estuviese pidiendo disculpas.

Aomine descendió lentamente mientras el rubio lo miraba fijamente, luego comenzó a subir para terminar besando los labios del rubio

Si fuese por Aomine, el estaría siempre besando los labios del rubio, tan dulces... Tan delicados... Tan hermosos... Simplemente deliciosos.

Kise podía sentir claramente un sentimiento agradable al ser acariciado y besado por el rubio. Pero su juicio estaba nublado en ese momento

-aahh... Aomine...- la lengua del moreno se paseaba por el torso del rubio mientras dejaba un rastro de besos- ¡Ah!

Aomine comenzó a lamer uno de los pezones del rubio mientras acariciaba el otro con sus dedos.

El rubio suspiraba mientras las caricias del moreno se hacían más intensas.

-Aomine...- suspiro Kise mientras una de sus manos comenzaba a acariciar su cintura.

-eres perfecto...- Aomine estaba inquieto.

Tenía miedo de que esto sucediera sólo por el calor del momento... Pero no podía detenerse.

-Aah... Aomine... Quiero...- la temblorosa mano del rubio se puso en su mejilla y guió su rostro para unir sus labios.

Aomine disfrutaba del contacto con su amor, pero necesitaba más...

-Ra... Rápido...- suspiro Kise cuando el comenzó a bajarle los pantalones.

Aomine tomó el miembro del rubio y comenzó a acariciarlo, el rubio se deshacía en gemidos debajo de él y Aomine gozaba con ello.

-te amo... Ryouta...- susurro el moreno mientras repartía besos por el cuello del rubio.

-Aahh... Mmm... Aomine...- gemía Kise mientras que Aomine comenzó a deslizar su lengua por su torso.

Del Odio Al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora