Del Odio Al Amor

34.

Era extraño, si, pero Aomine estaba feliz.

Kise no le había dicho muchos detalles acerca del cambio de decisión que había tomado, pero no le importaba, lo único importante ahora era que tenía una pareja que esperaba formar una familia junto a él.

-Aominecchi...~ Aomine sintió un peso sobre él y lentamente abrió los ojos con una sonrisa- buenos días...

Kise le dio un pequeño beso mientras se sentaba en su regazo.

-buenos días...- el moreno aun se encontraba un poco adormilado pero sabía perfectamente cuales eran las intenciones del rubio.

-tengo... el... desayuno... listo...- hablo el rubio mientras le daba un pequeño beso entre cada palabra.

Aomine sonrió y lo tomó de la cintura para ponerlo debajo de él.

-quiero comer esto primero...- el rubio soltó una pequeña risa mientras pasaba los brazos por el cuello del moreno.

Kise sentía cada caricia como si dejara una marca en su cuerpo, Aomine le tocaba con delicadeza y sabía que por su embarazo el no podía tomarlo de otra manera... pero... extrañaba al Aomine fogoso... salvaje...

-ya... Daiki... Aaahh...- el moreno se acomodó entre sus piernas y comenzó a entrar lentamente.

-mi Kise... mi amor...- Kise se abrazo a él para susurrar.

-tuyo y sólo tuyo... mi am-Aaahh...- cada vez que el rubio se encontraba tan dispuesto debajo de él, Aomine sentía que el éxtasis llenaba su cuerpo.

El moreno se movía lento, después de todo, no quería lastimar a su amado... ni a su bebé...

-Ryouta... ngh...- el interior del rubio le apretaba de una manera deliciosa, tanto así que Aomine sentía que pronto se correría de solo sentir aquello.

-Daiki... yo... Aaahh...- Kise le clavaba las uñas en la espalda al moreno mientras sentía sus piernas temblar.

-yo también...- susurró el moreno besando el cuello del rubio y dejando más de una marca.

Aomine tuvo la intención de salir del interior del rubio pero cuando Kise noto aquello, rodeo al moreno con sus piernas, logrando que ambos llegaran al orgasmo a los pocos segundos. Kise manchando el abdomen de Aomine y el suyo, mientras que el moreno lo hacia en su interior.

-ahora si estoy despierto...- susurró Aomine saliendo del interior de Kise.

-ya lo veo...- Kise mordió su labio mientras miraba al moreno- el desayuno debe estar frío...

Aomine sonrió y sintió una descarga recorrer su cuerpo al ver como su esencia salía del interior del rubio.

-aún hay tiempo...- nuevamente se abrazo a él y se volteo de manera que Kise quedará sobre él.

-mooo... si llegas tarde no será mi culpa...- Kise hizo un puchero pero no se negaba a las caricias del moreno.

-claro que es tu culpa...- Aomine se sentó para poder besar los labios del rubio- es tu culpa por tentarme... y se endemoniadamente sexy...- Kise rio mientras se dejaba hacer.

-entonces creo que si es mi culpa...- sin mayor demora, el rubio comenzó a saltar en el regazo de Aomine mientras ambos gozaban toda la actividad.

Claramente, Aomine llegó apenas a la Academia, pero iba con una gran sonrisa.

Hacia una semana aproximadamente Kise le había dicho que lo amaba, en unos días sabría el sexo del bebé, aunque estaba seguro era un niño, y sus padres le habían dicho que tenían una excelente noticia que decirle.