13.

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Los labios del moreno devoraban a Kise... y este poco y nada podía hacer para resistirse... no porque no quisiera... sino que el instinto era más fuerte que su consciencia...

Aquella mañana había tomado los inhibidores que correspondían, sin embargo, el hecho de que Aomine pudiese aun sentir "aquel aroma" quería decir que su ciclo se estaba anticipando... por ese día debería estar en casa y no salir... y eso pensaba hacer, pero no esperaba la visita del moreno en su hogar...

-Aom... Aomine...- jadeo cuando sus labios se separaron... sentía el calor aumentar en su cuerpo y no era necesario hablar de las reacciones que los besos del moreno provocaban en su parte inferior...

-¿¡por qué demonios hueles tan bien!?- grito Aomine sin mirarlo siquiera... el olor que desprendía el rubio lo hipnotizaba... pero no fue una respuesta lo que obtuvo del rubio...

Kise acerco sus temblorosas manos a las mejillas de Aomine para acercar su rostro y besar los labios del moreno...

-mmm...- lo jadeos del rubio de hacían cada vez más recurrentes... Kise sentía las grandes manos de Aomine recorrer su cuerpo y no podía evitar disfrutar el contacto...- es... Espera...

-hm- Aomine acercó sus labios a los del rubio y le robó un gran beso antes de que este pudiese hablar...

-aquí... Mmm... Aquí no...- como pudo, el rubio se separó del moreno y lo encaminó hacia la habitación...

Aunque no pudo llegar a su destino, ya que, de un solo movimiento Kise estaba recostado en el sofá de la sala y Aomine sobre él...

-¿por qué hueles así?- preguntó el moreno mientras repartía besos por el cuello del rubio... -hueles como si estuvieses hecho de flores...

Susurró Aomine mientras besaba el cuello del rubio... Pero Kise no se preocupaba por las palabras del moreno, claro que no, sentía los dedos de Aomine bajar por su cuerpo y luego meterse por debajo de su camiseta...

-levanta los brazos- Kise hizo lo que le pidió Aomine y pronto se vio sin nada en su parte superior...

Aomine estaba hipnotizado por la vista que tenía. La pálida piel del rubio estaba expuesta frente a él sin ningún reparo...

No era la primera vez que Aomine veía la piel de Kise pero se sentía más excitado que antes... Más deseoso de probar aquella piel que tenía frente a él. Y lo hizo.

Kise sentía la lengua de Aomine recorrer su torso y pensaba que estaba delirando... Pero no era así... Las caricias del moreno lo volvían loco, pero más importante aún, lo hacían desesperarse...

Apartó a Aomine mientras dirigía su mano hacia su entrepierna.

-R-Rápido... Necesito... Aahhh...- logro decir antes de que Aomine metiera su mano en su ropa interior, tocando de inmediato, su miembro que ya estaba más que despierto...

Nuevamente los gemidos de Kise inundaban el lugar, Aomine sentía como le apretaban sus pantalones por lo que no espero más y comenzó a preparar al rubio...

-¡Ah! Aomi... Mmm...- Aomine bajo lentamente su mano hasta llegar a la entrada del rubio y un sonoro gemido salió de sus labios...

No podía resistir... Quería entrar en el rubio cuanto antes, pero aún no podía, o al menos eso pensaba...

-Aomine... Aahhh... Te quiero dentro...- gimió el rubio mientras con su mano le dejaba ver a Aomine...

Su auto control se esfumó al ver eso, se quitó sus pantalones más rápido de lo que hubiese imaginado y comenzó a entrar en el rubio.

Quería entrar lentamente, pero no podía controlar su deseo... Nuevamente la fragancia del rubio se hizo más intensa... Incluso podría jurar que le había mareado un poco aquel aroma, pero en ese momento sólo podía pensar en lo sexy que se escuchaba Kise cuando gemía...

Las embestidas del moreno eran cada vez más rápidas y bruscas... Pero a ninguno de los dos les importaba, se sentía delicioso para ambos y Aomine sentía como el rubio comenzaba a contraer su interior...

-Aomine... Yo... Ahh...- y no pudo decir más antes de correrse en su abdomen...

Aomine le siguió luego de un par de embestidas, derramándose por completo en el interior del rubio... Lentamente busco sus labios y los unió en un fogoso beso...

-Vamos... Al cuarto...- hablo el rubio intentando recuperar su respiración...

*

*

*

*

La noche había sido perfecta, al menos para él, caminaba hacia el baño mientras repasaba los hechos recientes...

Había disfrutado cada segundo con el rubio y ahora ambos estaban exhaustos...

Luego de orinar, volvió a la cama y vio como el rubio había caído dormido... Estaba desnudo sobre las mantas y las marcas de la noche anterior eran más que visibles en su cuerpo...

Decidió tomar una siesta junto al rubio, al menos por unas pocas horas, sin embargo no fue una buena idea...

-¡Sal de mi casa!- el grito del rubio lo despertó de un salto...

Se levantó y fue en dirección al rubio, por suerte, se había vestido antes de irse a dormir...

Apenas entró en la cocina, vio al rubio entrar molesto...

-Aomine... Deberías ir a casa...- dijo molesto e ignorándole, la luz de su teléfono aviso que tenía una notificación, el rubio tecleo algunas palabras y lo bloqueó con una leve sonrisa.

-¿quién era?- preguntó acorralando al rubio contra la mesa

-¿disculpa? No eres nadie para exigirme respuestas- pero antes de poder mencionar una palabra más, Aomine tomó su mentón y comenzó un fogoso beso.

-anoche no dejabas de pedirme por más y ahora te haces él difícil...- Aomine lo tomo de la cintura e intento besar al rubio, pero este volteo su rostro

-vete de mi casa, ¡AHORA!- le grito empujándolo- y por favor, no me hables nunca más- pero los planes de Kise no resultaron como él hubiese querido...

Aomine lo tomo de la muñeca y lo jalo a su cuerpo, forzando a que el rostro del rubio chocara con su rostro con el pecho del moreno, el rubio molesto quiso replicar algo pero no pudo, sus labios fueron apresados por los el moreno, en un beso tosco

-Basta, idiota- dijo separándose pero Aomine tomo ambas manos del rubio y las puso sobre su cabeza.

-no lo niegues, esto te gusta- el moreno repartía besos por el cuello del rubio mientras Kise intentaba resistirse.

La mano libre del moreno viajo hacia los pantaloncillos que traía el rubio y comenzó a bajarlos, pero fue interrumpido por el sonido del timbre.

Kise aprovecho la oportunidad para separarse del moreno. Camino hacia la puerta arreglando su ropa para abrirla. Pero hubiese preferido quedarse dentro de su hogar con el idiota de Aomine a ver a aquel sujeto en la entrada de su hogar

-Hola, Hijo- y sin decir una palabra, aquel hombre entro a su hogar sin ser invitado

Kise sabía que apenas ambos hombres se vieran habría problemas

-¡¿QUIÉN DEMONIOS ERES TU?!- escucho el grito del moreno y supo que la tormenta había comenzado...

RP

Del Odio Al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora