Aomine despertó en su cama con una resaca horrible.
Había bebido, y bastante, sólo por rabia la noche anterior.
No entendía como mierda era que Kise no se separaba de ese idiota, era un mal nacido que sólo lo lastimaba y no lo respetaba, ¿por qué seguía con él?
Vio que su teléfono avisaba que tenía mensajes pero poco y nada le importaba, lo más probable era que fuese de aquel grupo en el que toda la Kiseki, y Kagami, hablaba.
Lo más probable era que estuviesen hablando de Himuro y Murasakibara, ya que, luego de lo sucedido y de que el gigante se fuese, Himuro les contó su historia muy apenado.
Lo de la noche anterior le había impactado, pero luego de sólo pensar que el rubio podría pasar por una situación similar, no pensaba que fuese tan imposible.
Cuando tenía 12 años...
Las palabras del chico rondaban su mente.
Un tipo en una camioneta me alejó de mi hogar... Me tuvo durante algunos días en cautiverio...
Se levantó con la intención de darse una ducha.
Intento... Intento abusar de mi...
Sintió un escalofrío al recordar el rostro de Himuro en aquel momento.
Recordó también como le costó contarle la manera en la que había sido marcado, como si fuese una cualquiera, el maldito ese le había obligado a hacerle un sin fin se cosas, a tal punto que la esencia del bastardo ese había quedado en su piel.
Soltó un gran suspiro...
Habían bastardos como ese que quería violar a un pequeño de 12 años y habían otros mal nacidos que golpeaban a su pareja como si fuese cualquier cosa...
Pero lejos el más idiota era aquel que dejaba que le golpeara.
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El tiempo nunca había pasado tan rápido para él, estaban por cumplir dos años de relación y Kise podría saltar de alegría.
-Yukio-san- asomo su cabeza en el gimnasio para ver si su pareja se encontraba allí y le vio hablando con una chica.
-¿qué haces aquí?- pregunto con un tono molesto su pareja mientras le miraba.
-yo... Hoy no tengo trabajo y pensé que podríamos ir juntos a casa- dijo un poco nervioso el rubio.
-no puedo, debo estudiar, y no creo que pase por tu casa hoy- dijo mirando a la chica otra vez- ¿quieres algo más?
El rubio negó con la cabeza y comenzó su retorno por el mismo lugar por el cual había entrado.
Claro que Kise no esperaba que Yukio recordará su aniversario, pero al menos quería que le tratara de manera más amable.
Resignado camino hacia su hogar, y decidió perder su tiempo en el teléfono.
Apenas lo tuvo en sus manos, le llegaron muchos mensajes, la mayoría sobre lo que había sucedido entre Himuro y Murasakibara.
Pero Kise se sorprendió aún más cuando le llegó un mensaje que no esperaba.
Nuestra madre ha muerto.
No supo quien me había enviado aquello, y no era importante en ese momento.
Tomó su cartera y corrió a tomar un taxi. Los mensajes siguieron llegando pero el solo deseaba llegar a su antiguo hogar pronto. Esperando de alguna manera que todo fuese una farsa...
Pero el destino es cruel...
La vista de una casa bañada con lúgubres almas le recibió en su antiguo hogar.
No fue capaz de pronunciar palabras de consuelo a aquellos familiares que se le acercaban. No pudo abrir la boca para nada.
Sólo se quedó de pie, mirando la terrible escena.
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Las cosas pasaban demasiado rápido para Kuroko, Kagami estaba viviendo con Himuro, él lo entendía y estaba bien con ello.
También sabía que Kagami había vivido en América muchos años, y obviamente había conseguido amigos allá.
Pero nunca aceptaría aquello.
-Kuroko, sabes que no puedo evitarlo, no es como si fuese mi culpa- ambos estaban en un Magi, como era habitual hacer luego de las prácticas.
-lo se, Kagami-kun, pero no significa que no me moleste- dijo el peli celeste bebiendo su malteada.
-bueno... A mi me molesta más que Alex se te pegue... Yo...- Kagami pasó su mano por su nuca- no quiero que ningún otro te toque... Menos Alex que es un Alfa...
Kagami hacia un puchero que a Kuroko le pareció más que adorable.
-y... ¿Cuándo se irá Alex-san?- pregunto el pequeño- no es como si quisiera que se vaya...
-dentro de una semana- dijo sin mucho ánimo el peli rojo- Kuroko, en serio, ella sólo se metió a mi cama sin mi permiso.
Kuroko dejo su malteada y se puso de pie, por un momento, Kagami pensó que se iría, pero su sorpresa fue grande cuando el fantasma se sentó a su lado.
-está bien, Kagami-kun, después de todo no es tu culpa- apoyo su cuerpo en el hombro del mayor y este lo abrazó para acercarlo aún más- pero espero que me recompences por esto.
Kagami sonrió al ver la actitud del más pequeño y sin dudarlo, llevo su mano hasta el mentón de Kuroko y lo elevó para darle un pequeño beso.
-todas las veces que quieras- Kuroko tenía un pequeño sonrojo y eso le gustaba a Kagami.
Ambos se abrazaban sin importarles la mirada del resto, ellos se encontraban en su propio mundo color de rosa.
-Kuroko- dijo el chico para llamar la atención del menor- salgamos este sábado, vamos a la playa.
Kuroko se abrazo a Kagami mientras tomaba su camiseta y respondió con un tímido "si"
Ambos se amaban, y se lo demostraban apenas tenían oportunidad.
Kagami era un novio muy atento se preocupaba de todo lo relacionado con Kuroko, el no dudaba en protegerle de cualquier cosa. Sin embargo, respetaba el espacio que Kuroko necesitaba, porque amaba aún más cuando esté era decidido.
En cambio, Kuroko amaba como Kagami se preocupaba de él, pero aún más, amaba la manera decidida y salvaje, cabe destacar, en la que era Kagami.
Ambos se besaban y mimaban en cada momento que tenían, pero ahora, luego de cerca ocho meses de relación había algo que a Kuroko le inquietaba.
Había escuchado de su senpai, más en broma que en serio quizás, que las parejas que se aman tienen relaciones luego de un poco tiempo de conocerse, incluso había dicho que luego de 4 meses era que la mayoría lo hacía.
Pero ellos no habían pasado de besos.
Quizás por el hecho de que Kuroko no era experimentado, no estaba seguro de ello. Pero Kagami era un Alfa muy atractivo por lo que era imposible que fuese virgen.
Por suerte, aquel día ambos estaban solos en el departamento del peli rojo, por lo que ambos estaban sentados en el sofá. Kuroko estaba sobre Kagami, por supuesto.
-emm... Kagami-kun, ¿puedo hacerte una pregunta?- dijo mirando sus dedos, los cuales Kagami tomó y le dio un pequeño beso.
-claro que si, todas las que quieras.
-eto...- Kuroko estaba rojo, no sabía cómo preguntar aquello, así que lo hizo de la manera más directa posible- ¿eres virgen?
La pregunta le descolocó y Kagami comenzó a ponerse rojo a más no poder.
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-huye antes de ser colgada-
Pd: Double-S y @princessDarcy01 no soy taaan malvada... Aún... Jajajajaja espero disfrutaran el capitulo ✌
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Del Odio Al Amor
Fanfiction"Enserio te odio maldito Ganguro!" grito el rubio cuando vio al moreno... "Repitelo hasta que te lo creas rubia" respondió el desvergonzado Aomine luego se estar peleando un buen rato... Hola!!! He vuelto con otro Aokise, bueno, primero que todo es...