Del Odio Al Amor

4.

-¿qué?- el rubio lo miraba con pánico a más no poder...

-te estoy preguntando si haz dormido con Aomine...- Haizaki estaba furioso...

-¿cómo...Tú...?- eso le había dado la razón al peli plateado...

-¡con un demonio, Kise! ¿¡Cómo has podido!?- Haizaki pasaba su mano por su cabello, desesperado...

-¿¡qué como he podido!? No seas sínico Shogo... Tú no eres quien para venir a darme clases de moral...- el rubio na sabía que le molestaba más... Si el descaro de Haizaki o de que su vida privada ya no sea privada...

-esto no es ninguna clase de moral...- Haizaki tomó al rubio por los hombros- sólo no me creo que te acostaras con ese idiota...

Kise comenzó a reír... Una pequeña risa se convirtió en una gran carcajada...

-con quién yo duerma es mi maldito problema...- el rubio quitó de manera brusca los brazos de Haizaki dejándolo en blanco...- además ¿qué te importa si dormí con él? Es más ¿por qué mierda al mundo le importa si duermo con alguien?

Molesto por toda situación, Kise comenzó a caminar en dirección a su casa... Había sido un día pésimo para él... Demasiado... ¿Acaso a todos le importaba con quien dormía? ¿Qué acaso no tenían vida propia que se estaban preocupando por la suya?

Más que molesto con el mundo, llegó a su hogar... estaba igual a como lo había dejado... desde que su madre le había permitido... o más bien obligado... a tener una vida independiente, su hogar permanecía en silencio... solo algunas cosas... solo un poco más de lo indispensable, la mayoría, otorgada gracias a su hermana mayor, de quien había perdido todo rastro hace un poco más de un año... camino hasta su refrigerador pero no había nada... soltó un gran suspiro y resignado camino hacia su cama...

Kise estaba poniendo un recordatorio en su teléfono, cuando un mensaje de su agente le hizo soltarlo... haciendo que este impactara contra su rostro...

Se acarició la nariz y muy molesto tomo el teléfono...

-¿Qué has decidido acerca de Kaijo?- el rubio lo pensó unos minutos y luego tomo aquella decisión...

Sin animo alguno envió la respuesta... y luego de confirmar que el mensaje había sido enviado, dejo el aparato a un lado y se dispuso a dormir...

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Últimamente ir a Teiko era un agrado para el moreno... le divertía ver como Haizaki creía cada palabra que él decía, y más aún, reía a carcajadas cuando veía a Kise y Haizaki pelear... todo sería perfecto... de no ser por...

-¡Dai-chan! ¡Escúchame!- aquella molesta amiga que tenía...

-¿Qué quieres Satsuki?- Aomine caminaba sin siquiera mirar a la peli rosa, cosa que la hacía enfadar, sin embargo, Momoi ya lo conocía...

-te estaba diciendo que no deberías molestar a Ryo-chan...- "el mismo discurso de siempre" pensó el moreno... cosa que poco y nada le importaba...- ya no eres un niño y no sabes que podría pasar con él o con Haizaki... sobre todo con este último...

Aomine siguió su camino mientras reía... nuevamente las palabras de Momoi le importaban un rábano... además, apenas comenzaba a divertirse... por nada del mundo dejaría aquello... y menos aún por miedo a el idiota de Haizaki...

Hoy era el último día de entrenamiento, cosa que toda la Kiseki agradecía... ya que, los espartanos entrenamientos de Akashi los dejaban hecho polvo...

-entonces- hablo el pelirrojo- en dos días, a las nueve en punto nos reuniremos en la estación, iremos a una de las villas en las montañas- Kise levanto la mano temeroso...- ¿si, Ryouta?

-yo...- Kise había reunido toda su fuerza de voluntad para pronunciar aquellas palabras... y no se acobardaría ahora...- yo no puedo... tengo trabajo...- Akashi lo miro unos momentos, para luego lanzarle una mirada que lo podría matar en cualquier momento...

-tienes agallas para mentirme...- Kise tembló un poco- llame a tu agente ayer y me confirmo que tienes la semana libre, por lo que no tienes excusa...- Aomine quiso reír a carcajadas, incluso tuvo que contener aquella risa explosiva que quería salir de sus labios...- antes de marcharte, tendrás que dar 100 vueltas a la cancha y luego recoger los balones... ¿entendido?- Kise solo asintió temeroso de decir algo que lo hiciera sufrir más... en cambio Aomine soltó aquella risa contenida que amenazaba con salir...- Daiki, tú también darás 100 vueltas

-¿¡que!?- grito molesto a lo que se arrepintió de inmediato...

-que sean 150- y con eso, dieron por terminado el entrenamiento...

Sin perder el tiempo, ambos chicos comenzaron a correr... ya por la vuelta setenta, sentían el cansancio en sus cuerpos, sin embargo seguían corriendo... por alguna extraña razón que no podían comprender, Akashi siempre sabia cuando no corrían lo que se les indicaba...

Kise, había terminado de correr y comenzó a recoger los balones para poder irse a casa, quería terminar pronto para poder alejarse de aquel idiota... Estaba completando su tarea cuando sintió una risa a su espalda...

-¿Por qué tanta la prisa?- Aomine seguía corriendo...- ¿acaso Haizaki te está esperando?- Kise lo ignoro y levanto los últimos balones que se encontraban en el lugar...- ¡te estoy hablando!- la mano de Aomine le hizo girar y el moreno pego contra la pared...

-¡no me toques!- Kise aparto su mano rápidamente, dándole de paso un golpe en la mano... pero Aomine soltó una gran carcajada...

-es gracioso escuchar a una putita decir eso- Aomine tomo el mentón del rubio con fuerza, obligándolo a mirarle...- escucha, zorrita, vuelves a hacer eso y no me importa que seas un fenómeno con cara de mujercita...- Kise lo miraba furioso...- ahora te hice una pregunta y no me has respondido...- Aomine apretó aún más el agarre intentando intimidar al rubio... cosa que no paso...

-metete bien esto en la cabeza hueca que tienes...- Kise tomo las muñecas de Aomine para apartar sus manos...- no sé quién te crees que eres, pero mi vida privada, es eso, privada...- la sonrisa que había adornado el rostro de Aomine desapareció al instante...- y con quien este durmiendo en este momento es mi asunto... así que no sé qué pretendes con molestar a Haizaki... ¿acaso eres idiota?- Aomine frunció el ceño...

El moreno nuevamente acorralo a Kise... sus respiraciones chocaban... el rubio molesto quiso apartar a Aomine pero este fue más rápido y con una mano sostuvo ambas manos sobre su cabeza...

-¿¡qué dem- y no pudo terminar cuando sintió los labios del moreno en los suyos...

Aomine se sentía sumamente atraído por esa boca que solo podía maldecirlo... no es como si le gustara el rubio, claro que no, solo quería cerrarle la boca y de paso, humillarlo...

Aunque aquella unión no duro mucho, ya que, ambos sintieron como unos brazos tomaban sus hombros para separarlos...

-¡se puede saber que mierda haces!- grito al rubio que solo quería desaparecer en aquel instante...