Capítulo 19

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Enfermo

Ben estaba echado en mi cama. Tapado hasta el cuello y acostado de lado. Dormía profundamente. Tenía la boca ligeramente entreabierta y los ojos cerrados.

Toqué su frente, estaba ardiendo. Así que... Tenía fiebre.

"¿Qué se le hace a la gente con fiebre?" pensé, no sabía muchas cosas a cerca de cuidados de enfermos.

- Era ponerle algo frío y darle ibuprofeno, ¿No? - dije para mi misma. Retiré la mano de su frente y me dirigí hacia la cocina.

Alcancé un armario y saqué una taza. Haría un poco de café, y le daría el ibuprofeno. Cogí el café en polvo y lo puse en la máquina a hacerse. Mientras el café se hacía solo, decidí buscar un ibuprofeno. Regire por cajones, y armarios pero no encontraba nada de nada.

- ¿Dónde tendrán los medicamentos éstos? - me pregunté. De repente vi una cajita blanca enganchada en la pared. Abrí la caja por la puerta y pude ver que era un mini botiquín, tenía un espejo dentro de la puerta y estanterías. Busqué ibuprofeno y al encontrarlo saqué el carton del botiquín.

No sabía porque estaba haciendo eso, supongo que era porque estaba totalmente colgada por Ben, porque otra razón no la encontraba. Bueno, también podría ser que me gusta ayudar a la gente.

" Seguro que es eso Shey " me dije a mi misma intentado convencerme.

Cuando oli a café caliente fui a apagar la cafetera, cogí las dos tazas de debajo de la cafetera y las aparte a un lado. Rebusque en los armarios y encontré galletas. Cogí, lo que parecian ser Oreos, y lo puse todo en una bandeja.

Con la bandeja en mano, me dirigí a donde estaba Ben durmiendo. Y comprobé que seguía K.O. Dejé la bandeja a un lado de la cama de delante de la mía, que era la de mi hermano, y me senté al lado de la bandeja.

Dudaba entre despertar a Ben o dejarlo dormir. Si le daba café no se volvería a dormir en un largo tiempo y el pobre ya estaba bastente echo polvo, pero por otra parte, si no le daba el medicamento, la fiebre subiría y se encontraría peor de lo que ya estaba...

"¿Qué hago?"

A la mierda. Me levanté. Solo podía hacer una cosa, despertarle y darle el ibuprofeno. También le podía dar algún zumo, en vez de el café... Quizás le guste la leche.

"O quizás no, y la pifies." me dije interiormente. 

Me quedé pensando un rato.

"Da igual. Si quiere algo que me lo pida, porqué yo no leo mentes. " dije decidiendo lo que tenía que hacer al final.

Me acerqué a él. Y acerqué mi mano a su hombro para moverlo suavemente.

- No hace falta Shey, ya estoy despierto - dijo de repente la voz adormilada de Ben.

- ¡Joder que susto! - susurré con la mano en el pecho, apoyada en la litera, y respirando profundamente.

Suerte que había dejado la bandeja en la cama, si no, todo el café estaría esparcido por el suelo del autocar modificado, o encima de Ben. Y mi hermano se habría enfadado a parte de que se habría reído de mi por asustadiza y patosa.

Ben se giró perezosamente. Bostezo y se froto los ojos, y luego me miró con una sonrisa torzida.

- ¿El café? - le pregunté, y por mi suerte entendió el porqué lo decía.

Hace unos días le desperte por el olor a café y seguramente ahora ha pasado lo mismo.

- El café - dijo asintiendo con los ojos cerrados. - ¿Porque hace tanto frío? - dijo aún bostezando, estaba tiritando.

- No, no, no hace frío, al contrario, hace calor. Eres tú, creo que tienes fiebre. Por eso quería despertarte, te he preparado un café y galletas para que te tomes el ibuprofeno. - dije mientras señalaba la bandeja al otro lado, en la cama de Oliver, muy rápidamente. - ¿Te gusta la leche? Porque el café es excitante y eso y lo menos que necesitas es algo que te quite el sueño. O el zumo, cualquier cosa que se tome que no tenga cafeína. ¿Quieres leche con chocolate? Puedo hacerla si lo quieres...

- Shey... - dijo Ben intentando hablar, pero yo le interrumpi.

- O si quieres puedo darte yogur, aunque cuesta mas de tragarse las pastillas, ya sabes es mas denso y eso, pero por lo menos no tiene cafeína...- seguí diciendo por mi misma.

- Sheila... - intento decir Ben, pero por segunda vez, no le deje, ¡Tenía que decirme que quería antes de que le subiera la fiebre! No era tan difícil.

- Pero también puedo darte un café descafeinado, y así podrías beber el café sin sus efectos, ¡Es perfecto! Te haré café descafeinado. - dije con una sonrisa y me giré para irme del lado de la cama para ir a la cocina.

Ben agarró mi brazo con su mano y tiró de el haciéndome girar de golpe. Quede delante suyo. Tenía dibujada una sonrisa divertida en sus labios.

- Sheila, ¿puedes dejar que te hable? - dijo Ben muy lentamente, como si le estuviera hablando a un bebé.

- Pero tengo que... - empecé a decir que tenía que ir a la cocina y hacerle un café descafeinado, pero los labios de Ben impactaron en los míos. Cerre los ojos. Y me callé de golpe y porrazo.

Ben pasó sus brazos por mi cintura y yo puse los míos en su cuello y le seguí el beso, evidentemente. Suavemente sus labios pararon de moverse y se separaron de los míos. Abrí mis ojos, encontrandome con Ben sonriendo ampliamente.

- Ya se lo que tengo que hacer para que me dejes hablar. - me dijo Ben con una risita adorable.

- Pero si te iba a hacer un... - y sus labios volvieron a chocar contra los míos. Ben me atrajo hacia él, por la espalda, paró el beso y me abrazo.

- Me viene de gusto el café Shey, no hace falta que te tomes tantas molestias por mí. Muchísimas gracias por cuidarme tanto. - dijo Ben aún abrazándome.

- ¿Cómo que no hace falta? ¡Pues claro que hace falta! Necesitabas ayuda, ¿No? Pues si alguien necesita ayuda, yo le ayudo. - dije aún abrazada a él. Ben se carcajeó y su risa retumbo en mis oídos. - ¿Te gustan las Oreos o prefieres...- dije separandome de él, y Ben me volvió a besar. Y yo, me volví a callar. Simplemente porque es un poco difícil hablar coherentemente mientras alguien te esta besando, y encima es mas difícil si ese es Ben Bruce.

Me aparté de sus labios.

- Ya se lo que tengo que hacer si quiero que me beses. - le dije con una risita de broma, susurrando en su oreja, y le volvi a besar, Ben sonrió en medio del beso y río tiernamente.

- Tienes tres opciones, la primera, hablas mucho y te hago callar, la segundoa, me lo pides y te lo doy, o la tercera, que es la que me gusta más, simplemente me besas, porque no hace falta que me lo pidas, nunca voy a rechazar un beso tuyo. - dijo Ben al separarse de mis labios.

"Bien, ahora tendré fiebre yo también" pensé.

Miré directamente a sus ojos, y le sonreí ampliamente.

Ben me hacía querer sonreír a cada segundo, y eso era, evidentemente, porque estaba profundamente enamorada de él.

Hermana Sykes (Ben Bruce)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora