Capítulo 37

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Confesiones

- A ver como empiezo... - dije muy nerviosa.

Había accedido a contarle todo lo que me había pasado a Ben. Y no va iba a ser nada fácil. Me han pasado tantas cosas... Para tener 18 años soy como un imán para cosas malas. Aunque también para algunas buenas. Tenía la mejor familia y ahora el mejor novio y amigo del mundo.

- Bueno... Creo que todo empezó cuando tenía... ¿Unos trece o catorce años? - dije intentando recordar. - Bueno pues sufría de acoso escolar. Ya sabes, se ríen de ti y eso. Dicen que te mueras, que no sirves para nada... Etc. En realidad no les hacía demasiado caso, no mucho en serio, nunca me ha importado mucho lo que piensan de mi, hasta que, bueno, hasta que Dasha me hizo lo que me hizo. Luego el acoso fue a más y empezaron a pegarme. A veces era una zancadilla. Otra era una bofetada. Y así hasta que acababan coguiendome entre tres y pegandome hasta dejarme tirada en el suelo. - dije mirando a la nada.

Ben me apretaba la mano fuertemente.

- Al final me acabé creyendo que era una mierda y que no servía para nada, cuando te repiten tanto una cosa así, aunque sea mentira, acabas por creerla. - dije sonriendo tristemente. - Luego del acoso escolar vino el acoso de un tío de Noruega. Él tenia veinte años, y yo quince. Le conocí en un juego y empezamos a hablar, le di mi Skype y hablamos por allí. Luego nos dimos los Snapchats y ahí fue donde todo se fue a la mierda. Él me decía cosas... Bueno, cosas obscenas y sucias y a veces bonitas. Y yo lo encontraba gracioso. ¿Sabes? Alguien me hacía caso. Alguien me decía cosas bonitas. Me empezó a decir que era muy guapa, y que estaba muy buena. Cosa que nunca nadie me había dicho. Y me lo creí. Me pido donde vivía y se lo dije, caí, como una tonta. Era muy ingenua y muy, muy tonta y le hice caso. Él me pidió fotos. Y yo se las di. Y con esas malditas fotos me chantajeó. Me pidió de todo, y yo no tuve más remedio que dárselo. Tenía miedo de que pasaría si lo decía o si paraba de hablar con él. Sabía donde vivía. Fue todo mi culpa. Lo sé. Fui una niña tona e ingenua. Lo sé. - dije suspirando fuertemente por quinta vez. - Suerte que mi madre vio que el tío ese se sobrepasaba diciéndome cosas y le dijo que si no paraba le denunciaría por acoso sexual a una menor de edad, supongo que el tío se cagó encima y no me habló más. Le bloqueé en Skype, en Sanpchat y en el juego. Por suerte no vio las fotos que le había enviado, en el Snapchat se eliminan en cuanto las miras.

Me levanté de la cama y caminé por la habitación lentamente.

- Luego de eso, pasaron unos años y cuando tenía dieciséis años, empecé una relación de la cual mis padres no tenían ni idea. El chico tenía veintiún años. Le conocí en una fiesta de mi pueblo. Y me enrolle con él. Fue la peor decisión de mi vida. Ahora me doy cuenta de ello. La relación era tóxica. Me di cuenta demasiado tarde. Él, el chico se llamaba Carlos. Era muy violento y se pasaba el día jugando al ordenador. No trabajaba en nada y había dejado los estudios. Como mis padres trabajaban siempre aproveché eso para pasar los días en su casa. Un día el se quiso aprovechar de mi. Recuerdo que estábamos en su habitación. Él jugando al ordenador en su silla y yo estudiando matemáticas en la cama. De repente él se levantó de la silla, supongo que había acabado la partida. Se sentó a mi lado. "¿Qué haces?" me preguntó y yo le respondí que hacía deberes de matemáticas. Él me cogió el libro y lo dejó en la mesa. Se puso delante mío y se estiró encima de mi apoyándose con las manos en la cama. Y allí supe que la había cagado. Me besó la boca con demasiada ansia. Demasiado deseo. Su mano fue a parar debajo de mi camisa y me estremeci, su mano estaba muy fría. Bajo hacia la cremallera de mi pantalón. Y la bajo. Yo no sabía que hacer. Pero sabía que no quería hacer lo que venía después. "Carlos, espera, no quiero por favor." dije asustada. Y solo recibí una risa irónica. "Pero cariño, yo si quiero" me respondió susurrando en mi oreja. Me quitó la camisa de golpe y me inmovilizó los brazos arriba con una mano. Con la otra me quitó el pantalón. Y entré en pánico. Empecé a gritar y él me dio una bofetada. "Si vuelves a gritar, te llevarás dos" me amenazó. Yo me callé de golpe. Él se bajó el pantalón y en ese momento recuerdo pensar que por favor, se pusiera condón. Y por suerte lo hizo. No voy a dar explicaciones de lo que pasó. Ya te lo puedes imaginar - dije llorando al recordar lo que me hizo. El terror que sentí, el daño que hizo cuando me penetró. Trague saliva. - No sabía a quien decirle. No sabía si me creerían. No sabía si me ayudarían. Seguí con él durante unos meses. Hasta que un amigo suyo supo que me había echo. No se como se dio cuenta. Solo se que me ayudó. Me ayudó a dejarlo. Y me protegió al salir del instituto. - Ben me miro extrañado - Cuando corte con él, por decirlo de una manera, cada día estaba en la puerta del instituto esperándome. Yo iba con autobús hacia mi casa y el amigo de él me ayudaba a que no me hiciera nada. Carlos estuvo un o dos meses haciendo eso hasta que un día no apareció. Y me alegré muchísimo de ello. No quería volver a verle en toda mi vida. Me había echo pasar un maldito infierno. - dije mientras volvía a sentarme en la cama. Me frote las sienes y respire. - Y cuando todo empezaba a ir mejor... Todo se jodió de nuevo. Como siempre.

Hermana Sykes (Ben Bruce)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora