Esta no es una historia de magia ni de hadas madrinas y amor eterno, esta es la trágica historia de cómo fui completamente rechazada por el chico que amaba con todo mi corazón.
Todo comenzó con día normal, allí estaba yo...
¿Cómo demonios se me ocurrió soltar todo eso de golpe?
Me encontraba de pie, mi mirada escondida bajo mi oscuro cabello ondulado. Mis piernas temblaban por lo que acababa de hacer, mi corazón latía a mil por hora y de mi boca no salía palabra alguna.
Frente a mí se encontraba Lucas, el amor de mi vida, su cara; no podía verla y la verdad es que no estaba segura de querer mirarlo en este momento. Lo sentía respirar pesadamente y veía su pie moverse de manera insistente, movimiento que siempre hacía cuando estaba nervioso.
Me pregunté a mí misma cómo demonios fue que llegué aquí, cómo demonios había tenido el valor de acercarme a Lucas y decirle lo que sentía. Aún no dimensionaba bien mis acciones, no quería pensar en eso todavía, no cuando Lucas estaba frente a mí y yo asustada esperaba su respuesta.
―Me has pillado desprevenido― habló al fin Lucas pasándose una mano por el cabello.
Levanté apenas mi vista y mi corazón aumentó la velocidad de sus latidos.
Demonios, era extraño y a la vez revitalizante. Jamás pensé que declararse se sentiría tan bien. Estaba asustada, pero sentía alivio porque al fin había soltado todo lo que me había guardado por años.
Conocí a Lucas cuando tenía trece años, desde ese momento habíamos sido amigos inseparables. No sabía con exactitud el momento en que esa amistad había pasado a ser algo más para mí, solo me di cuenta de pronto que me encantaba pasar el tiempo con él, que cuando no estaba conmigo lo pensaba a cada momento y que ningún otro muchacho me llamaba la atención; solo él.
Fuimos creciendo y con el tiempo él consiguió novia, la primera de muchas, para ese entonces yo estaba completamente enamorada y fue la primera vez que sentí mi corazón romperse en mil pedazos.
Para mi suerte las relaciones de Lucas siempre habían sido cortas, y cada vez que conocía una nueva chica yo volvía a caer en ese estado depresivo que me provocaba el verlo con otra. Con el tiempo me acostumbré y me prometí guardarme mis sentimientos y esperar hasta que él se fijara en mí. Pasaron años, comenzamos la universidad y seguíamos igual; él cambiando de novia como si de cambiarse calcetines se tratara y yo tragándome todo lo que sentía.
Y ahora me encuentro aquí, frente a él luego que de un estúpido impulso le soltara de golpe todo lo que sentía por él.
― Isidora― me llamó.
Apreté mis manos hasta que mis nudillos se volvieron blancos.
Lucas solo me llamaba así cuando hablaba seriamente. Me preparé para lo que fuera que tuviera que decir. Mi corazón latía con fuerza y sentía que en cualquier momento lloraría, tal vez de emoción o tal vez de tristeza.
―Isidora― repitió ―Tú eres la mujer más importante de mi vida― dijo mientras sentía mi corazón repiquetear por sus palabras.
Lucas había perdido a su madre cuando era niño, solo era él, su hermano mayor Frank y su padre Thomas.
―Te quiero mucho, demasiado― agregó mientras se acercaba y tomaba mi mano.
Sonreí al escucharlo. Yo también lo quería, es más, yo lo amaba.
―Pero Isidora, eres como una hermana para mí. No puedo quererte como algo más.
Agaché la mirada mientras tomaba aire profundamente. Siempre hacia eso cuando quería evitar sollozar y Lucas lo sabía ¡Demonios! Me conocía demasiado bien.
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El mejor de mis rechazos (#1)
Teen FictionIsidora está terriblemente enamorada de Lucas, su mejor amigo, y por una estupidez del momento termina declarándose luego de años de haber mantenido su amor en secreto. En ese momento sufre un enorme rechazo que a pesar de haber sido horrible la lle...