El mejor de mis rechazos (#1)

Capítulo 11: Cita

Mentiría si dijera que mi fin de semana fue estupendo. Había sido horrible.

Me pasé todo el maldito tiempo pensando en la reacción de Ethan ante el nombre de Lauren.

Ya podía imaginar que ella era la chica que Rachell había mencionado; la que le había roto el corazón. Y no me molestaba en absoluto eso. Lo que me molestaba y me tenía preocupada era la reacción que había tenido Ethan al escuchar el nombre.

Se notaba que era algo que aún le dolía y eso me preocupaba; porque si le dolía significaba que aún le importaba y tenía miedo de perderlo.

Así que me encontraba allí, en la cafetería, esperando a que llegara para que aclarara toda la situación de una buena vez.

Lucas a mi lado me mirada un poco curioso porque no sabía qué era lo que me tenía tan paranoica.

―Deja de golpear la mesa que me pones nervioso― dijo mi amigo.

Le hice caso y le di una mirada de disculpa que él aceptó.

Nos encontrábamos los dos solos porque Rachell había salido a pasear otra vez con Marcus y Madeleine aún no llegaba, lo cual encontré extraño.

― Lucas ¿Dónde está Madeleine? ―pregunté.

Vi a mi amigo arrugar el entrecejo y prepararse para hablar, pero fue interrumpido por Ethan que llegó y se sentó a mi lado.

Me dio un beso en los labios y yo lo miré examinándolo. Él me devolvió la mirada y asintió, dándome a entender que me contaría todo de una vez por todas.

―Vamos― ordenó.

Me puse de pie y le dije a Lucas que volvería luego.

Apresurada salí afuera seguida por Ethan. Sentía mis manos húmedas y mis piernas temblar de los nervios.

Ethan me guió a una banca vacía que estaba bajo uno de los tantos árboles que había en el campus.

Una vez allí solos, solté la pregunta que me había estado comiendo la mente todo el fin de semana.

―Ethan ¿Quién es Lauren?

Mi novio arrugó el entrecejo y tomó un suspiro antes de hablar.

―Lauren fue mi novia― respondió.

Me lo imaginaba, pero escucharlo de sus labios fue horrible, porque se podía sentir en su voz el dolor que sentía al pronunciar ese nombre.

― ¿La amabas?

Ethan me miró con una mirada lastimera. Lo entendía y era una masoquista al querer saber todo, pero necesitaba asegurarme de que ella no interferiría en mi relación. Estaba arriesgando todo al estar con Ethan y tenía miedo.

―Sí, la amaba― respondió y yo agradecí que fuera sincero.

‹‹La conocí cuando entré a la universidad, ella también estudiaba arte pero era un año mayor que yo. Al tiempo comenzamos a salir y me enamoré completamente. Estaba feliz y pensé que nada arruinaría nuestra felicidad.

Un día fui a visitarla a su departamento, llevábamos ya casi un año de novios. Recuerdo que entré y me la encontré con un hombre que tal vez le doblaba la edad.

Cuando le pedí explicaciones me dijo simplemente que se había enamorado de otro y que no había encontrado la manera de decirme››

Lo miré con los ojos inundados de lágrimas, podía ver su dolor y lo sentía como mío y aunque estaba terriblemente celosa me dije a mi misma que nada malo ocurriría porque eso era algo que había sucedido en el pasado y que nada podía afectar mi relación con Ethan.