Cuando salí de clases lo primero que hice fue revisar mi teléfono para ver si tenía algún mensaje de mamá o de Charlie, pero para mi decepción ninguno me había escrito para contarme qué es lo que estaba sucediendo en esos momentos.
Para colmo de la situación, todavía tenía otra clase más luego del almuerzo. Estaba segura de que si nadie me llamaba o me contaba cómo había ido la reunión con el papá de Ethan terminaría con una crisis de angustia de esas que solían darle a mamá cuando Ray le pidió el divorcio.
Por lo menos había dado mi jodido examen y respondí en su mayoría de manera consciente; esperaba tener una buena calificación.
― ¿En qué piensa esa cabecita tuya? ―preguntó Marcus posando una mano en mi cabello de manera amistosa.
Resoplé de manera cansada antes de contestar.
―Ni te imaginas lo que sucedió en casa― respondí.
Mi amigo me miró interrogante y yo me dispuse a contarle todo el drama de la demanda de Ray cuando Liam el doctor nos interrumpió.
―Pequeña Sid― dijo―. Hace rato que estoy gritándoles para que me esperen― se quejó en un gesto infantil que hizo que tomara sus mejillas y las apretujara con cariño.
―Ustedes parecen niños pequeños― comentó Marcus divertido al vernos actuar así.
Asentí y le mostré la lengua al igual que los niños pequeños acostumbran a hacer y Marcus solo se rió de mí.
Por el camino los escuché enfrascarse en una de esas tantas conversaciones que solo ellos dos tenían.
Llegamos a la cafetería y compramos algo para comer. El día estaba perfecto para que nos sentáramos afuera así que mis amigos aceptaron encantados cuando yo propuse salir.
Así que ahí estaba, literalmente recostada en el césped, con Liam usando mi estómago de almohada y Marcus sentado a mi lado de manera despreocupada.
―Izzie, me ibas a contar lo que te sucedió este fin de semana― comentó Marcus recordando de repente el tema olvidado.
Yo asentí sintiendo de pronto ese retorcijón en el estómago al recordar que nadie me había llamado aún para contarme sobre la reunión de mamá con el padre de Ethan.
― ¿Izzie? ―preguntó Marcus sacándome de mis pensamientos.
Di un respingo y lo miré sintiéndome un poco desorientada.
―Lo siento ¿Estabas diciéndome algo importante?
―No, solo quería que me contarás eso que dijiste que me contarías.
Asentí y comencé a relatarle sobre el abogado que había llegado a casa y la demanda de Ray, les conté también lo asustada que estaba por perder a mi hermano y entonces terminé derramando un par de lágrimas.
Liam fue el primero que reaccionó y levantándose se acercó a mí para abrazarme con fuerza mientras Marcus tomaba mis manos para tratar de reconfortarme de alguna manera.
―Es ilógico― comentó Marcus con voz incrédula―. Él no puede aparecer de repente con una demanda en contra de tu madre.
―Claro, para eso tu padre necesita primero haber pasado por una mediación frustrada con Emily― agrega Liam mientras yo los miro sin entender nada de lo que hablan.
― ¿Tu padre nunca le dijo a Emily que quería la custodia de Josh? ―preguntó Marcus.
Negué con la cabeza de inmediato; mi padre no estaba interesado en nosotros, lo único que obteníamos de él era un monto mensual que ayudaba a mamá con los gastos y una amarga visita cada tres o cuatro meses.
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El mejor de mis rechazos (#1)
Teen FictionIsidora está terriblemente enamorada de Lucas, su mejor amigo, y por una estupidez del momento termina declarándose luego de años de haber mantenido su amor en secreto. En ese momento sufre un enorme rechazo que a pesar de haber sido horrible la lle...