El mejor de mis rechazos (#1)

Capítulo 13: Confrontaciones Absurdas

Mamá se aferraba a mí con fuerza sin poder controlar su llanto que hacía a mi corazón encogerse de angustia. Yo también quería llorar, necesitaba que alguien me dijera que todo lo que sucedía era una jodida broma y que Ray, mi padre, nunca había enviado a un abogado con esa estúpida demanda.

― ¿Josh lo sabe? ―pregunté sintiendo mi voz absurdamente temblorosa.

―No le he contado nada aún, salió antes de que llegara el abogado.

Asentí y me encontré con la mirada preocupada de Ethan. Seguramente estaba pensando en cómo podía ayudar en una situación como esta, pero esta vez no había nada que él pudiera hacer, esto era un asunto legal y mi padre era una persona muy influyente.

― ¿Qué vamos a hacer? ―preguntó mamá con desesperación―. Ray tiene muchos contactos.

―Pero él no fue el que crió a Josh, él no estaba aquí cuando nosotros nos enfermábamos, él jamás se preocupó de prepararnos algo de comer cada día de nuestras vidas, él nunca ha formado parte de esta familia. Es una demanda absurda― dije tratando de convencerme que nada malo sucedería―. Josh en un par de años cumplirá la mayoría de edad, no tiene sentido pelear por él ahora.

―Tu padre está haciendo esto por cómo Josh lo trató― explicó mamá.

Ethan, que se había mantenido al margen de la situación, acercó una taza de té a mamá y ella lo recibió con una sonrisa temblorosa.

―Gracias― le dijo.

―No sé qué hacer en estos casos― dije―. Lo mejor será llamar a un abogado.

Mamá asintió pero enseguida volvió a sollozar.

―No conozco a nadie confiable que nos pueda ayudar en esto; todos los abogados que conozco son amigos de Ray.

―Encontraremos a alguien― dije.

Ethan salió de la cocina dejándonos solas y entonces pude derramar un par de lágrimas que estaba conteniendo.

Nos quedamos en silencio por varios segundos, segundos en donde casi podía escuchar la desesperación de mamá.

―Me lo quitará Izzie, se lo llevará de aquí.

―No lo hará mamá― contradije―. No permitiremos que eso suceda.

―Emily, Izzie― dijo Ethan entrando de pronto en la cocina con su teléfono en la mano ―. Tengo a alguien que podría ayudarnos.

Mamá lo miró esperanzada y lo instó a seguir hablando mientras yo solo lo observaba preguntándome en qué momento Ethan se había convertido en alguien fundamental en mi vida.

―Mi padre es abogado― dijo Ethan y entonces recordé que me lo había comentado en un par de veces―. Dejó de ejercer cuando mamá falleció pero cuando le expliqué lo que sucedía aceptó ayudarlas.

Mi madre se levantó de la silla en la que estaba y corrió a abrazar a Ethan.

―Eres un ángel― le dijo.

Sonreí al ver a Ethan sonrojado mientras desviaba la mirada para que nadie notara lo avergonzado que estaba.

―Dice que viajará el lunes temprano para arreglar todo― explicó Ethan.

Me acerqué a ellos y me uní al abrazo mientras sentía un beso de Ethan en mi frente.

Mamá dijo que iría a su habitación para llamar a Thomas y contarle lo sucedido entonces quedamos solo Ethan y yo en la cocina.