¿Ir lento? No recordaba en qué demonios estaba pensando en el momento en que Ethan y yo acordamos no apresurar nuestra relación y tampoco me interesaba recordarlo en ese momento, prefería concentrarme en los besos de Ethan, en sus manos que me sujetaban con fuerza y en su corazón latiendo al mismo ritmo que el mío.
―Te amo― dije.
―También yo― respondió Ethan entre besos.
Hace tiempo que no nos besábamos y hace más tiempo no nos besábamos de esa manera; con un hambre por el otro que solo era saciado a través del contacto físico.
Estábamos solos en el departamento de Ethan y no había nadie que nos interrumpiera esta vez.
Luego de un tiempo, los besos no fueron suficientes, sentía la necesidad de subir de nivel con Ethan; yo lo amaba, él me amaba, éramos novios, tal vez ya era tiempo de dar un paso en nuestra relación.
―Te amo― repetí mientras me acomodaba de tal manera que Ethan tuviera acceso a mi cuerpo.
Ethan me miró con los ojos destilando deseo y me besó nuevamente dejándome sin aliento. Lo abracé entregándole mi corazón por completo.
Giramos en la cama, quedando yo debajo. Lo abracé para acercarlo nuevamente; no quería separarlo de mí bajo ninguna circunstancia.
Ataqué sus labios de nuevo, sintiendo como poco a poco la temperatura en la habitación se volvía sofocante y al parecer yo no era la única afectada.
Ethan acarició mi cintura con sus manos mientras yo me aferraba a su espalda como si mi vida dependiera de ello. Sentí su tibio aliento en mi cuello antes de que me atacara con apremiantes besos.
Rodeé su cintura con mis piernas logrando un contacto mucho más íntimo, más excitante; esta vez quería llegar al final y arqueando mi cuerpo hacia Ethan se lo hice saber.
Mi novio me miró a los ojos de manera profunda mientras depositaba lentamente una de sus grandes manos en mis muslos para luego suavemente desenredar mis piernas y separarse de mí.
Se sentó en la cama y me dio la espalda, yo me quedé allí, mirando hacia el techo sin saber bien qué había pasado.
Me sentí incómoda por el hecho de que Ethan no decía nada y tampoco yo sabía qué decir. No entendía qué había sucedido, por qué se había detenido y por qué no decía nada.
Mi mente empezó a sacar sus conclusiones y estas no fueron agradables para mí; tal vez se había dado cuenta de que yo no le gustaba lo suficiente o porque no quería tener ese tipo de contacto conmigo o simplemente porque no me quería.
―Ethan― lo llamé luego de unos segundos.
Él se dio la vuelta para mirarme con culpa.
―Lo siento― dijo mientras se acercaba y me abrazaba.
― ¿Por qué? ―pregunté totalmente perdida.
―Acordamos no apresurar las cosas, pero rompí ese acuerdo― explicó.
―Lo rompimos― aclaré―; los dos lo hicimos.
―Aun así lo siento.
Asentí separándome de él, todavía me sentía un poco incómoda con la situación. Habíamos estado a punto de tener sexo y él se había arrepentido; era un poco embarazoso.
Me levanté de la cama y me encerré en el baño, una vez allí me abracé a mí misma sintiendo la extraña necesidad de llorar. Me sentía frustrada y no entendía bien por qué; Ethan me había explicado que no quería apresurar las cosas pero entonces por qué sentía que no era exactamente esa la razón por la que se arrepintió.
ESTÁS LEYENDO
El mejor de mis rechazos (#1)
Novela JuvenilIsidora está terriblemente enamorada de Lucas, su mejor amigo, y por una estupidez del momento termina declarándose luego de años de haber mantenido su amor en secreto. En ese momento sufre un enorme rechazo que a pesar de haber sido horrible la lle...