El mejor de mis rechazos (#1)

Capítulo 6: Ir lento

―Ven a abrirme la jodida puerta― dijo Ethan con voz furiosa.

Maldije en mi interior y deseé que cayera un meteorito encima de él para librarme de lo que estaba por venir.

―Isidora, abre la puerta― repitió Ethan otra vez.

Corté la llamada y me preparé mentalmente para enfrentarlo.

Bajé las escaleras con una calma fingida que no pasó desapercibida para nadie.

Josh y April que se encontraban en la mesada de la cocina conversando me miraron un poco asustados porque seguramente mi cara expresaba el terror que estaba sintiendo en ese momento.

―Isidora ¿Estás bien?― preguntó Josh acercándose a mí.

―Sí― dije mientras forzaba una sonrisa.

April, que hasta el momento no había dicho nada me miró estrechando los ojos.

― ¿Está afuera? ― preguntó adivinando lo sucedido.

Asentí encogiéndome de hombros, tratando de restarle importancia al asunto.

― ¿Quién está afuera? ―preguntó Josh curioso y sin darme tiempo a reaccionar corrió a la entrada y abrió la puerta.

Ethan entró con paso firme y como si supiera con anterioridad dónde me encontraba fue directo a la cocina, encontrándose con otra sorpresa.

―Ahora sé cómo entraste a mi departamento tan fácil― dijo Ethan mirando a April de manera acusadora.

La aludida se escondió tras de mí para evadir la dura mirada de su hermano.

―Lo siento― se disculpó con una voz tan tierna que pude ver claramente como el mal humor de su hermano disminuía considerablemente.

―No importa, no vine a buscarte a ti, sino a ella― informó Ethan apuntándome seriamente.

― ¿A mí? ―pregunté apuntándome.

―Sí, a ti.

― ¿Por qué?

―Tenemos una conversación pendiente― se excusó Ethan.

―Escúchame Ethan― dijo Josh interviniendo en la pelea de miradas que teníamos―. Si Isidora llega con tan solo un rastro de que estuvo llorando te voy a meter un paraguas en el trasero.

April se rió por lo bajo y para mi sorpresa vi a Ethan esconder una sonrisa, luego se encogió de hombros y lo miró maliciosamente.

―Y si yo llego a saber que tú le tocaste un solo cabello a mi hermanita juro por el hámster de Isidora que ese paraguas no va a ser nada comparado con lo que yo voy a hacerte.

Mi hermano se puso colorado cuando escuchó lo que Ethan dijo, en cambio yo tuve que darme vueltas para que ninguno viera que estaba haciendo esfuerzos por no reírme.

―Ethan, deja de decir eso― pidió April con voz temblorosa.

Decidí intervenir al ver que la mirada de Ethan se endurecía de nuevo.

―Tú y yo tenemos una conversación pendiente―recordé a Ethan mientras lo tiraba de la chaqueta para sacarlo de una vez de allí.

La situación anterior había disminuido un poco los nervios y el terror que tenía. Ahora me sentía capaz de enfrentar a Ethan.

―Vamos― dijo éste guiándome afuera de la casa.

Se detuvo al frente de su automóvil y yo me quedé a un par de pasos de distancia de él.