Un par de semanas habían pasado y nada interesante había sucedido; seguía en clases como todos los días y almorzaba junto a Lucas, Madeleine y Marcus, a veces se nos unía Ethan o su prima Rachell.
Hablaba con él durante la semana, pero solo un par de segundos, siempre estábamos ocupados o con nuestros amigos y por las tardes al salir de la universidad Lucas siempre me llevaba a casa para mi disgusto.
Durante el tiempo que pasó, Lucas se había olvidado de mencionar nuestro incidente, solo un par de veces se había disculpado, pero al parecer había notado que yo me encontraba bien.
Sin embargo siempre estaba pendiente de mí; si me sentía bien, si no estaba incómoda y siempre me observaba. Estaba agradecida con él.
Había conocido a Madeleine con el pasar de los días y era verdaderamente una chica agradable. Siempre la había mirado como una zorra solo por el hecho de ser la novia del chico del que yo estaba completamente enamorada, pero ahora que había decidido pasar la página y olvidarme por fin de Lucas había llegado a conocerla un poco mejor.
El rechazo de Lucas ya se me hacía demasiado lejano, ya no sentía las mariposas en el estómago que antes sentía y lo podía ver como amigo sin hacer mucho esfuerzo. Eran pocas las veces en las que se aceleraba mi pulso igual que antes, pero Marcus siempre estaba presente para mantenerme distraída.
Pero por sobre todas las cosas, mis pensamientos estaban todos dirigidos hacia Ethan y aunque trataba de evitarlo estaba comenzando a hacérseme imposible.
Era extraño, jamás pensé que me sería tan fácil olvidarme de Lucas, tal vez si lo hubiera intentado antes no hubiera sufrido por ese horrible rechazo.
Dejando eso de lado, ahora caminaba junto a Marcus con destino a la cafetería. Eran más de las dos de la tarde y para mi enorme suerte ya no tenía más clases, mejor aún; era viernes.
Mientras caminábamos y conversábamos como dos viejos amigos pensaba en mi interior que seguramente Lucas y Madeleine ya estarían allí sentados, esperándonos como la mayoría de los días. Ethan no sabía si iba a poder estar presente, no había podido hablar mucho con él.
Para mi sorpresa me lo encontré allí sentado, al frente de Lucas y conversaban animadamente, de Madeleine no había rastro.
―Hola chicos― saludé mientras me sentaba al lado de mi amigo y Marcus en el asiento del frente.
Ambos me saludaron con una sonrisa, pero pude darme cuenta de que la sonrisa de Lucas era demasiado forzada. Lo conocía demasiado bien y sabía cuándo algo malo le sucedía.
― ¿Estás bien Lucas? ―pregunté.
Él me dio una mirada significativa antes de hablar.
―Tuve una pelea con Madeleine; nos dimos un tiempo.
Abrí los ojos con sorpresa y pasé un brazo por sus hombros para consolarlo.
―Lo siento mucho amigo― dije.
Era la primera vez que lo veía realmente afectado por una chica y eso me hizo sentir un poco mal, pero no al nivel de depresión que llegaba antes.
Era injusto; justo cuando por fin una novia de mi amigo me agradaba, ellos se separaban.
― ¡Qué mala suerte! ―exclamó Ethan y yo le regalé una mirada pidiéndole que cerrara la boa.
Ethan tendía a ser un poco hiriente a veces con sus comentarios.
― ¿Qué pasó? ―pregunté todavía conmocionada por la noticia― ¿Por qué se pelearon?
Por la manera en que Lucas se encontraba, suponía que algo realmente malo tuvo que haber pasado, pero me negaba a creerlo ya que Madeleine parecía quererlo mucho, siempre pensé que Lucas sería el que terminaría la relación, pero al parecer me equivoqué.
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El mejor de mis rechazos (#1)
Teen FictionIsidora está terriblemente enamorada de Lucas, su mejor amigo, y por una estupidez del momento termina declarándose luego de años de haber mantenido su amor en secreto. En ese momento sufre un enorme rechazo que a pesar de haber sido horrible la lle...