Capítulo 6.

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"Quiero un amor del bueno.

De los que saben a café.

De los que erizan la piel.

De los que suspiras sin sentir." Sebastián Savala.

***

John asiente, aclara su garganta y se incorpora del asiento para abrir la puerta de su despacho e invitarme a salir.

-Qué cortés, John.

Veo, de reojo, como rueda los ojos.

-Pasa un buen día, Melissa.

Cierra la puerta, río y emprendo camino hacia mi habitación. Cuando entro, me encuentro a Livia junto Ria, Mila y Arthur.

-¿Al final qué ha pasado?

Observo los ojos marrones de Ria, suspiro y me quito la mochila mientras dejo unos libros sobre la mesa.

-Dice que sois una mala influencia para mí.

Mila ríe.

-No sabe ni qué inventarse...

-Ya ves – la apoya Livia.

Tomo asiento en mi cama junto Livia y observo la mirada azulada que me envía Arthur.

-Hola, Melissa.

-Hola.

-¿Te apetece quedar dentro de tres días para ir al mercado de Camden Town?

Asiento mientras me percato de cómo las tres atienden interesadas en la conversación.

-¿Voy a tu cuarto y vamos?

Arthur sonríe y asiente.

***

-¡Mel! – exclaman Alexia, Álvaro y Sandra.

Agito mi mano delante de la webcam a la vez que observo a mis amigos en la pantalla.

-¿Cómo estáis?

Sandra resopla a modo de respuesta, Álvaro sonríe y Alexia asiente.

-Pues muy bien.

-Pues no – contradice Sandra.

-¿Por qué?

-Se ha enamorado – me responde Álvaro -. Y el chico no le hace caso

Sonrío con picardía.

-¿Y el afortunado es...?

Sandra baja la mirada avergonzada, Alexia ríe y Álvaro rodea los hombros de mi amiga.

-¡Darío!

Abro la boca sorprendida al igual que alzo las cejas. No puede ser verdad.

-¿Desde cuándo? ¿Por qué no lo sabía?

En momentos como este, desde que he llegado a Londres, me empiezo a dar cuenta de las cosas que me pierdo estando aquí y como las relaciones que tengo con mis amigos se deterioran.

-Pasó después de que te hubieses ido – murmura.

-¿Y por qué no lo sabía?

-No ha querido decírtelo – responde Alexia por ella.

Aprieto la mandíbula mosqueada mientras asiento con la cabeza.

-Yo ya estoy en problemas – les cuento a la vez que río.

-¿Cuáles?

Poso mis ojos sobre la imagen de Álvaro mientras sonrío.

-Le pusimos espuma de afeitar en las partes de un profesor.

Hugo, te quiero. [Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora