"El que ha conocido solo a su mujer y la ha amado, sabe más de mujeres que el que ha conocido mil". Leon Tolstoi.
***
Nos separamos con la respiración agitada y siento mi corazón bombear con fuerza. Los ojos de Arthur me miran con intensidad y sus pupilas se encuentran dilatadas a causa del alcohol, creo.
-He esperado mucho tiempo este beso -comenta, en voz baja.
Como si tuviese once años, sonrío como una cría y cuelo mi cabeza entre el espacio de su cuello y hombro. Arthur me aprieta más contra él, provocando que sienta, a través de la ropa, el calor de su cuerpo.
-¿Por qué llorabas?
Su voz se ha tornado dulce y cálida, lo que provoca que en mi pecho sienta una extraña sensación y salga del hueco para ver sus ojos.
Bajo la noche de Londres, los dos seguimos en la misma posición en la que nos pusimos al besarnos y yo desvío mi mirada hacia otro lugar, intentando no sentirme culpable al haber besado a Arthur sintiendo algo por Hugo.
-Eh, Melissa, tranquila.
Mis ojos empiezan a aguarse y la conversación con el chico de pelo castaño vuelve a mi mente, recitando todas las palabras que salieron de nuestras bocas. Los dedos de Arthur se encuentran en mis mejillas, eliminando todo rastro húmedo a causa de las lágrimas.
-Lo siento -me disculpo -. Estoy sensible estos días.
-¿La regla?
Alzo una ceja y niego con la cabeza.
-¿Por qué siempre pensáis eso? -pregunto - Tan solo echo de menos a mis amigos de España.
-Es normal -musita comprensivo sin dejar de mirarme. Me gustan mucho sus ojos azules -. Debe ser muy duro.
Me encojo de hombros y trago con fuerza.
-Bastante -musito -. Mis padres vendrán el mes que viene por navidades, pero aún así, no podré ver a mis amigos.
Los ojos azules de Arthur conectan con los míos por unos instantes, en los cuales nuestros rostros se acercan y nos volvemos a besar como antes.
-¿Te apetece salir mañana a correr conmigo?
Me separo de él y rodeo su cuello con mis brazos para después acariciar su nuca, provocando que Arthur cierre los ojos y ronronee.
-Claro - acepto -. ¿Me pasas a buscar?
Asiente.
-¿A las siete? - asiento -. Perfecto.
Y me besa.
***
-¡¿De verdad?! - exclama Sandra con sorpresa.
-Melissa, no pierdes el tiempo, eh.
Río con algo de vergüenza y aparto la mirada de la pantalla del portátil. Escucho las risas de mis dos amiga y siento mis mejillas tornarse rojas.
-¿Y es guapo? - pregunta Alexia.
Asiento con una sonrisa y desbloqueo mi teléfono para acceder a WhatsApp y enseñarles su foto de perfil.
-Menudos ojazos - murmura Sandra -. ¿Tiene veinte años?
Niego con la cabeza.
-Diecinueve - respondo mientras lo bloqueo.
-¿Y ya habéis...?
-No -niego con rapidez. Trago fuerte durante unos segundos en los que me planteo si realmente vale la pena preguntarles a cerca de él, pero finalmente lo hago: - ¿Qué tal Hugo?
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Hugo, te quiero. [Parte 2]
RomanceCuando te rompen el corazón o la realidad te agolpa en el momento que estás en éxtasis, sufres; sientes el mundo derrumbarse y todo ponerse en contra tuya, creyéndote que al final es tu culpa. Melissa no está bien, y todo esto es a causa de la discu...