"Hay tres días en mi vida que marcarán mi historia: el que nací, el que moriré y el día en que te perdí."
***
“¿Va enserio? ¿Me está vacilando?”
Con un pequeño cúmulo de rabia e impotencia, escribo la respuesta:
Melissa: Le dijo la sartén al cazo. Te quejas de mí, pero,¿ y tú? No me dijiste NADA de la de intercambio.
Melissa: Así que no me vengas con tonterías.
Y, a los segundos, llega su respuesta:
Hugo: Pero igualmente tenía intención de contártelo, solo que en aquel momento que te enteraste no era nada serio.
Melissa: ¿O sea que ahora sí?
Melissa: No me tomes el pelo, Hugo.
Melissa: Puedo estar a muchos kilómetros de Córdoba, pero eso no implica que deje de saber cómo eres.
Bloqueo mi teléfono y me recuesto sobre la pared del pasillo donde me encuentro. Llevo mi mano a mi boca y la muerdo con rabia, intentando reprimir el grito que quiero soltar. Las lágrimas amenazan con salir y la rabia e impotencia se hacen más grandes a medida que transcurren los segundos.
Es un imbécil.
Cuando estoy algo más relajada, emprendo de nuevo camino a mi destino, pero mientras voy al lugar, el móvil vuelve a vibrar otra vez.
Hugo: Sí, es algo serio, Melissa.
Hugo: Hace dos semanas le pedí para ser mi novia.
Imbécil que es él.
Gilipollas que soy yo al quererle.
Pobre chica la que sale con él.
Y odioso mundo por hacerme pasar esto.
Tecleo la respuesta:
Melissa: Oh, gracias por avisar, ha sido un bonito detalle.
Melissa: ¿Ya te la ha chupado? ¿O tal vez tú le has hecho sexo oral? ¿O quizá te la has follado como si fuese una perra? Tendría que llamarla puta, pero no lo es, incluso puedo decir que me da lástima hasta que salga contigo. Al fin y al cabo o le serás infiel o te cansarás de ella.
Melissa: Dew.
Y su respuesta no tarda en llegar:
Hugo: Deja tu puto mal humor de lado si no quieres que acabemos como aquella noche, Melissa. Ella y yo no hemos hecho NADA y tampoco tengo intención. SIENTO algo por ella, así que no haré nada de lo que has dicho.
Melissa: ¿Te aplaudo o qué?
Melissa: Pues muy bien para ti. Que viváis felices y comáis perdices.
Melissa: Yo voy a seguir follando con Arthur.
Hugo: ¿Follar? ¿Me quieres hacer reír?
Obviamente él no sabe que yo ya no soy virgen, todavía.
Melissa: ¿Acaso no has visto bien la foto que me has mandado o qué? Pelo despeinado, él desnudo, yo con ojeras... No sé, piénsalo.
Hugo: Melissa, déjate de idioteces.
Melissa: Idioteces las tuyas.
Melissa: Ya has colmado el vaso.
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Hugo, te quiero. [Parte 2]
RomanceCuando te rompen el corazón o la realidad te agolpa en el momento que estás en éxtasis, sufres; sientes el mundo derrumbarse y todo ponerse en contra tuya, creyéndote que al final es tu culpa. Melissa no está bien, y todo esto es a causa de la discu...