"Para Adán, el paraíso era donde estaba Eva". Mark Twain.
***
-Hola, primo.
Ángel besa mi mejilla y toma mi bolso para después dejarlo en la parte trasera de su coche. Los dos subimos al vehículo, nos ponemos el cinturón y mi primo emprende camino hacia su casa.
-¿Cómo te va?
Le miro por unos segundos y asiento.
-Bien, normal – confirmo -. ¿Y a ti?
Resopla.
-Estresado – murmura cuando nos paramos enfrente de un semáforo en rojo -. El trabajo es un estrés, no sabes la suerte que tienes.
Ruedo los ojos.
-Lo mismo te digo.
Ríe.
-¿Estará Natalie?
Ángel emprende camino nada más ponerse el semáforo en verde y asiente con la cabeza. Un leve dolor de ovarios se hace presente en estos momentos y retengo un quejido a causa del dolor.
-Estaremos la familia – habla tras unos segundos -. ¿Te acuerdas de Caroline, la sobrina de mi padre?
Frunzo el ceño y niego con la cabeza.
-No, ¿por qué?
-También viene – dice con una sonrisa maliciosa -. Y cuando os visteis, tú le tiraste de los pelos.
-¿Qué?
Ángel ríe.
-Como lo oyes.
[...]
Sonrío a mi tía y observo como Natalie mueve nerviosamente sus dedos sobre el mantel de la mesa. Suspira intentando calmarse para después carraspear a la vez que se incorpora, llamando la atención a todos.
-¿Qué pasa, Natalie? – pregunta mi tía en español.
-Quiero comunicar una cosa – contesta ella en el mismo idioma.
-Hablar en inglés o los demás no se enterarán – exterioriza Ángel.
Los ojos de mi prima pasan volátilmente sobre mí y da otro suspiro para después mordisquear su labio.
-Soy bisexual.
Alzo las cejas sorprendida ante esta confesión, parpadeando repetidas veces sin ser consciente todavía de lo que acaba de decir. Pero, cuando la información se llega a mi cerebro, comprendo lo que ha dicho. Sus ojos marrones, asustados, buscan apoyo hasta que se posan sobre mí y yo tomo su mano; indicándole que estoy con ella.
-Me alegro que lo digas – susurro en su oído -. Eres muy fuerte. Vas a seguir siendo mi prima, así que ves dejándome ropa, guapa.
Sonríe con vergüenza.
-¿Desde hace cuanto lo sabes? – pregunta mi tío.
-Año y medio – susurra bajando la mirada –. Quería decirlo pero tenía miedo al qué diríais...
-Yo no diré nada, Natalie – le dice Ángel con una sonrisa -. Es un gran paso que lo hayas dicho.
Ella sonríe agradecida.
-Cariño – la llama mi tía -, no se por qué te preocupa nuestra reacción. Eres mi hija, te voy a querer siempre y tan solo quiero que seas feliz; y si las chicas te hacen felices, me alegro, y si los chicos también, pues me alegro también.
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Hugo, te quiero. [Parte 2]
RomanceCuando te rompen el corazón o la realidad te agolpa en el momento que estás en éxtasis, sufres; sientes el mundo derrumbarse y todo ponerse en contra tuya, creyéndote que al final es tu culpa. Melissa no está bien, y todo esto es a causa de la discu...