Capítulo 21.

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"Supe que ser amado no es nada. Que amar, en cambio, lo es todo". Hermann Hesse.

***

-¿Es por alguna chica?

El camarero nos trae nuestra comida y mi prima espera a que él se marche para hablar.

-Sí - asiente –. Hay una chica que está por él desde... Ni lo recuerdo, fíjate - ríe –. El caso es que ella ya está con otro, y ahora Ángel se está dando más o menos cuenta.

Alzo las cejas.

-¿Pero ella no lo quería?

-Sí - asiente ella y come –, pero no estará toda la vida esperándole, Melissa. La gente se llega a cansar.

Asiento comprendiéndola.

-¿Cómo conociste a Hannah?

Ella sonríe y se sonroja.

-Discutiéndome con ella.

Río.

-¿Y eso?

-Resulta que fui a comprar no sé qué a la tienda de M&M's de Piccallidy Circus, ella me atendió y me hizo mal las cuentas, haciéndome pagar más de lo que tenía que dar - sonríe de nuevo –. Nos peleamos y días después me la encontré en un Starbucks, donde ella me pidió perdón y el teléfono.

-Muy extraña vuestra historia.

Ríe y asiente.

-Yo pienso lo mismo -bebe de su cerveza y me observa masticando la comida –. Y tú, ¿cómo vas con los chicos? Aparte del tema de Hugo.

-Bien - respondo con normalidad -. Ahora estoy liada con un chico que me saca 3 años y todo perfecto.

-¿19 años?

Asiento.

-Siempre me atraen los mayores.

Ríe.

-¿Otro que deba saber?

Niego con la cabeza.

-Por el momento solo está este - sonrío y después la sonrisa se esfuma –, y Hugo.

-Bueno... -murmura, posando su mano encima de la mía –. Todo se recompondrá con el tiempo.

-¿Y si no pasa? Cuando vuelva a España le veré de nuevo, Natalie.

Sus ojos marrones almendrados me observan y luego hace una mueca con sus finos labios.

-No lo sé, Mel - comenta –. El tiempo dirá.

***

Llevo una uva a mi boca y sus ojos se posan en mis labios mientras el muerde el suyo para después dedicarme una media sonrisa.

-¿Qué miras?

Ríe.

-Me imagino tus labios en mi...

-¡Arthur! - le reprocho –. Deja de pensar eso todo el tiempo.

Él ríe y se conecta a mi Snapchat para empezar a tomarse fotos.

-¿Las has publicado todas en la historia? -pregunto, inclinándome para observar la pantalla, pero Arthur me está grabando – ¡Arthur, no!

-Melissa, sonríe.

Arthur me sigue grabando mientras yo sonrío y después estallo a carcajadas. Tras eso, el chico de ojos azules me lo enseña y veo lo feliz que me encuentro en este vídeo, por lo que decido publicarlo.

Hugo, te quiero. [Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora