Capítulo 31.

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Solamente pasaba diez minutos con el amor de su vida, y miles de horas pensando en él.

Paulo Coelho.

***

Los ojos pequeños y marrones de John observan mi rostro facial mientras yo, confundida ante lo que hace, frunzo el ceño.

“¿Pero qué hace?”

-¿Cómo estás? -me pregunta esbozando una sonrisa.

-Bien - afirmo, desviando su mirada a la alianza –. Y... por lo que veo tú también.

Si antes, cuando él era sustituto, en el fondo me parecía atractivo; ahora ya no puedo sentir eso cuando veo un anillo en su mano derecha.

¿Comprometido o casado?

-Oh, te has fijado - murmura posando su mirada en el anillo, lo observa y después me mira sonriente –. No es lo que piensas.

Entorno los ojos hacia él con desconfianza para luego reír irónica.

-¿Cuántas se lo han creído?

Dejo de observarle el rostro y me incorporo un poco del lugar donde estoy sentada para ver si mi pedido ya está, pero no. Cuando me posiciono bien en mi asiento, John sigue observándome.

-¿Por qué te has vuelto tan desconfiada, Melissa? - me pregunta, en voz baja, mientras se acerca lentamente a mí.

-¿Por qué me mientes? - pregunto mientras poso una mano en su pecho haciéndole retroceder –. Te he visto varias veces con tu prometida por la calle, John - miento.

Él ensancha sus ojos cuando lo digo; y ahí sé ciertamente que John está comprometido. Obviamente tenía la "esperanza" de que me estuviese mintiendo, pero resulta que no. Obviamente, no tendría nada con él a pesar de su atractivo y las miles de cosas buenas que tiene que tener.

-Aquí tienes tu pedido - anuncia la chica, y yo doy por finalizada la conversación –. Muchas gracias.

Sonrío agradecida y tomo la bolsa que ella me tiende para después bajar del lugar donde estoy sentada y dirigirme hacia la puerta.

-Melissa - me llama su voz, instándome a que me gire y le observe –, estás más guapa con este cambio.

Supongo que por acto reflejo, acabo rodando los ojos ante él y salgo de la cafetería sintiendo como mi corazón se acelera.

No pensaba que iba a encontrármelo.

***

WhatsApp.

Álvaro: Hola, Melissaa.

Sonrío y tecleo un mensaje:

Melissa: Hey.

Melissa: ¿Qué tal?

Álvaro: ¡Súper bien! Creo que tengo todas aprobadas.

Melissa: ¿Os han dado las notas ya?

Álvaro: No, pero ya no nos quedan más globales y no tengo que ir a las recuperaciones de junio.

Melissa: Me alegro muchísimo ♥♥♥♥.

Álvaro: Gracias, idiota.

Álvaro: Jajajajaja.

Álvaro: ¿Y cómo está mi mejor amiga? Este curso casi no te comunicas con nadie.

Melissa: Llevas razón. Jajajaja. La vd es que ahora estoy de exámenes y entre lo del chico ese y tal...

Álvaro: ¿Hugo? ¿Es " el chico ese"?

Hugo, te quiero. [Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora