Capítulo 26.

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"Mi estrategia es que un día cualquiera, no sé cómo ni sé con qué pretexto, por fin me necesites". Mariano Benedetti.

***

Cuando escucho lo que Arthur me dice, con sorpresa, gateo hasta su lado y siento el temor instalarse en mi sistema. No puede haber pasado esto.

-¿Lo has roto con los dientes?- le pregunto, observando sus ojos azules mirarme con sorpresa.

Asiente.

-Joder... — murmuro –. Así hay riesgo de que se rompa, ¿o es que no lo sabías?

Con cierto mosqueo, me incorporo de la cama y voy directa al baño para limpiarme mi zona íntima, intentando evitar así alguna infección. Mientras me encuentro haciendo eso, Arthur empieza a hablar:

-Tampoco es mi culpa, ¿sabes? Podrías habérmelo puesto tú.

-¡Sí, claro! - exclamo con mosqueo –. Y de paso me meto en tu cuerpo para follarme, no te jode.

-Te quejas pero bien que lo podrías habérmelo puesto tú - me reprocha mientras yo salgo del baño y me dirijo a vestirme para ir corriendo al ginecólogo.

-¿Qué pasa? - le pregunto mirándole - ¿Eres manco o qué? Tú también deberías saber esas cosas dada tu experiencia.

Resopla y se cruza de brazos.

-¿Dónde vas?

-¿Dónde crees tú? - le cuestiono tecleando un mensaje a Natalie por si me puede acompañar mientras siento temor -. Al ginecólogo para no quedarme embarazada.

-Puedes tomar la pastilla.

Ruedo los ojos y me dirijo hacia la puerta.

-¿Tú eres idiota o te lo haces? - le pregunto desde el marco de la puerta - ¿Sabes que también puedes tener una enfermedad y habérmela transmitido por el semen?

-¿Te acompaño o algo...?

Río con ironía.

-¿Y lo preguntas ahora? Arthur, querido, si realmente quisieses hacerlo hubiese sido lo primer que me habrías dicho, y no haberme reprochado que el condón te lo tendría que haber puesto yo - confieso sin pudor alguno mientras le observo -. Ya hablaremos. Adiós.

[...]

-¿Qué te ha dicho el médico? - pregunta Livia cuando llego a la habitación.

Suspiro, niego con la cabeza y lanzo mi bolso a mi cama para tomar asiento en ella y despeinar mi pelo reiteradas veces recordando lo que me ha dicho.

-Tengo que hacerme la prueba del VIH durante estos quince días siguientes y repetirla cada tres meses para asegurarme de haberlo contraído - cuento observando cómo Livia me mira con atención –. En cuanto a lo del embarazo... Me ha dicho que me tome la pastilla del día de después.

-¿Y te la has tomado?

Asiento.

-Me ha dicho que cuanto antes me la tome, más eficacia tendrá.

Livia me observa a través de sus gafas de pasta negras, asiente entendiendo lo que digo para después volver a una postura cómoda y resopla.

-¿Qué dicen tus padres?

-No lo saben - comento –, Natalie me ha acompañado allí. Ángel me dijo que si necesitaba algo que se lo pidiese, pero menuda vergüenza...

Ella ríe y recoge su pelo negro en un moño improvisado.

-¿Qué pasará con Arthur?

-Es un idiota - digo con rabia al recordar lo que me ha dicho –. Me dijo que podría habérselo puesto yo.

Hugo, te quiero. [Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora