El Internado.

CAPITULO 11

JACOB.

Simplemente no entendía nada, ahora mismo estábamos en el despacho, la directora estaba buscando un papel, según ella era muy importante.

- ¡Aquí esta!, este es papel que dice que... - Una chica de segundo entro, pero corto a la directora.

- Director...

- No vez que estoy ocupada, vete. - La chica se fue. - Este es el papel que dice que sois hermanos, y no me cortéis, lo que más me llamo la atención fue de que sois gemelos, al parecer alguien os quería separar, por eso cambió las fechas de nacimiento.

Yo no salía del asombro, Samanta era mi hermana, no se me ocurría nada que decir.

- ¿Sabes quien pudo ser, la persona que cambio las fechas de nacimiento?

- No tengo ni idea.

- ¿Cómo puede ser Samanta mi hermana si no nos parecemos?

- ¿Perdona?, en los gestos, en las técnicas y tenéis la misma nariz...Y la misma boca.

Samanta y yo nos quedamos callados, al final Damián tenía razón...

- Además Jacob ella es especial para nosotros, tu también tienes algo de especial, los dos sentís.

- Si súper guay. - Dije con sarcasmo, seguramente yo no tengo nada de especial.

SAMANTA.

No me podía creer que Jacob fuera mi hermano, ahora ¿qué persona me afirmara que mis padres son mis verdaderos padres?, ¿qué no viví en una mentira? Y sigo viviendo claro, ahora todo cobra sentido todo, por eso me dejaron aquí, y por eso no me han llamado ni siquiera para saber como estaba, sin darme cuenta una lágrima se deslizo por mi mejilla izquierda, Jacob se dio cuenta, me limpió la lágrima y me abrazó.

- Se nota que sois hermanos, bueno ya lo he dicho os podéis marchar, y que disfrutéis de la fiesta. - dijo la directora.

- ¿Tu no vienes? - le pregunto Jacob todavía abrazando me

- Si, ahora iré, antes tengo que arreglar algunos papeles.

- Vale. - Dijo Jacob, nos levantamos y nos fuimos para la fiesta.

- ¿Qué te ha pasado, por qué has llorado de repente? - Me preguntó Jacob.

- Simplemente es por que me he dado cuenta que mis padres, bueno, esas personas con las que he vivido 15 años de mi vida, no dudaron en dejarme aquí, y no me han llamado, ni tan siquiera para preguntarme como estaba.

- Si, eso es una mierda. - Dijo Jacob, recalcando mierda y abrazarme.

- Samanta, ¿qué te pasa? - Dijo Damián, Jacob dejó de abrazarme.

- Voy a dar una vuelta. - Dijo, y me guiño el ojo, acabamos de saber que somos hermanos y ya se esta comportando como un grandísimo pesado.

- Estoy bien simplemente me he dado cuenta que mi vida ha sido una gran mentira, y que Jacob y yo somos hermanos, gemelos, por eso de decir que mi vida es, era, una mentira.

- ¿En serio?

- Si, en serio.

- Claro, entonces ahora el puzzle si me entra.

- Damián, ¿qué sabes de todo esto?

- No, esta noche nada de preguntas ni lágrimas ni hablar del pasado, esta noche a divertirse.

- Vaaaaleee. - Dije, Damián me cogió de la mano y me llevo a la pista de baile, no me di cuenta que había una canción lenta, pero me di cuenta tarde porque Damián ya me cogió de la cintura y yo le rodee el cuello con las dos manos.