CAPITULO 23.

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SAMANTA.

- Es verdad, no somos hermanos. - Dice Jacob, como si nada.

- Me imaginaba otra reacción.

- Como por ejemplo...

- Que te pusieras incomodo, o, incluso, que te echaras a correr.

- Ya, bueno, de todas formas yo quería que te enteraras de que no soy tu hermano, que conste que cuando nos dijo la noticia la directora yo no lo sabía, fue después que me entere, cuando te vi como practicabas, todos decían que eras igual que yo en las técnicas, pero, francamente, mis técnicas son mejores...

- Al grano - Dije cortándole.

- Y decidí hablar del tema con la directora y me dijo que no eramos hermanos.

- Y, ¿no te dijo por qué nos contó esa mentira?

Jacob.

¿Ahora qué le digo?

- Hola, Samanta, con tu permiso me llevo a Jacob, que ya ha tomado el aire. - Le dijo Alex a Samanta que ya había venido a buscarme.

- No espera, que estamos habland....

Alex me cogió como antes y no le dejo terminar la frase a Samanta.
Ya estando en nuestro cuarto le dije:

- Gracias, me has salvado de una buena.

- Si, ya lo se, estaba escuchando.

- Chismoso.

- Si ya, ¿ le vas a decir a la directora que Samanta ya lo sabe?

- Cuando me recupere.

- Me he adelantado.

- ¿Qué...?

En ese instante entro la directora y salió Alex.

- Te lo ha contado Alex.

- Si, ¿en qué pensabas cuando se lo dijiste?

- Al parecer ella lo supo cuando descubrió su don de leer la mente de los demás.

- Aah, bueno, me da igual, mientras no se enamore de ti...

- Mientes cuando dices que Samanta se moriría si se enamorará de mi - dije, cortándola. - dime la verdadera razón, por la cuál, tu no quieres que ella se enamore de mi.

- Ya te lo he dicho.

- Simplemente no te creo.

- Se que para ti es difícil, pero te estoy diciendo la verdad, aunque bueno, es verdad que una parte no te la he contado.

- Cuenta me la.

- Tu o Damián, sois la muerte de Samanta, uno de los dos, pero no se cual.

- Bueno, pues entonces, existe la probabilidad de que yo no la mate.

- Si, pero yo no me quiero arriesgar.

- Ya.

- Bueno, Jacob que te mejores, hoy en la cena no faltes, va a ver una fiesta.

- Gracias, ¿por qué la fiesta?

- Bueno, el verano ya está aquí, y, también tengo que informaros de unas cuantas cosas. Arréglate.

- Vale.

- Adiós, Jacob.

- Adiós, directora.

Se fue y me quede en la cama pensando como iba a poder ir a la fiesta si no podía andar.

SAMANTA.

El Internado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora