Capítulo 28.

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SAMANTA.

A donde estaba no había ventanas, no era consciente del tiempo que hacía ni de la hora, de lo único que estaba totalmente segura es que me quería ir de ahí lo antes posible, el dolor que sentía anteriormente ya no lo siento, pero todavía no ha venido la directora, no dejo de pensar a donde estarán Jacob, Alex y Andrea, ¿me estarán buscando? ¿Estarán aquí también? y, si es así, ¿a dónde los tiene? Y la directora, ¿Qué era eso tan importante que me tenía que decir?

Escucho gritos...

- ¿Me estas diciendo que la directora del internado Vampyr también es como Samanta? Grita, ¿Damián?, no puede ser verdad.

- Sí, señor, de eso no hay ninguna duda. - No reconozco su voz, le llamaré desconocido 1.

- Bueno, haz la prueba, solamente para verificar que lo que dices es cierto. - En otras palabras, Damián no se fija del Desconocido 1.

- ¿La...¿La prue...ba, se...señor, qué prue...va? - Dice el Desconocido 1, pobrecito, otra vez va a gritar el mentiroso, gilipollas... de Damián.

- ¿CÓMO QUE QUÉ PRUEBA, LIPAU? LA PRUEBA QUE LE HICISTE A SAMANTA UNA SEMANA ANTES DE QUE ENTRARA AL INTERNADO, PEDAZO DE GILIPOLLAS, ANDA FUERA DE MI VISTA, NO TE QUIERO VER HASTA QUE TENGAS LA PRUEBA, Y, COMO DE NEGATIVO DARTE POR MUERTO. - Grita Damián, bueno, por lo menos sé que se llama Lipau.

JACOB.

Llevamos 1 hora cavando, por ahora no hemos encontrado el techo de la guarida, pero duro mucho que los cazadores tengan una guarida subterránea, osea que, con la cosa que hemos visto correr a una velocidad sobrevampira, en vez de sobrehumana, porque eso corre más que nosotros, hemos llegado a la conclusión, de que es la guarida de las cosas.

Después de treinta minutos más damos con el techo. Decidimos que entraremos cuando anochezca, es decir, una hora más, esperando...Se me va hacer eterno.

SAMANTA.

Después de que Damián gritará no paso nada interesante hasta ahora mismo, no se, pero yo calcularía un cuarto de hora, más o menos. Lo interesante es que la directora ya está aquí, dormida, no he podido hablar con ella...

Ha pasado unos, ¿cinco minutos? Pero el caso es que la directora se ha movido, se sienta.

- Samanta, supongo que con los gritos de Damián, ya te has podido hacer una idea de lo que te iba a decir.

- ¿Eres cómo yo?

- Sí, te voy a contar una historia, y no quiero que digas nada hasta que acabe, ya que no se de cuanto tiempo tenemos antes de que nos interrumpan. - Asiento con la cabeza.- Bien, la historia va de un científico y su hija, el científico era un hombre muy curioso, le gustaba hacer lo imposible, en pocas palabras, le gustaba hacer cosas que se escapaban de la razón. A el le encantaba las historia irreales, o por lo menos lo que el pensaba que era irreal, osea que, descubrió a los vampiros y a los cazadores. Un gran día para el y una gran responsabilidad a la niña, de diez años, descubrió el modo de convertir a alguien en un vampiro y, además en un cazador, consiguió que el poder del vampiro conviviera con el de cazador, pero, el problema era de que se necesitaba a una persona joven y fuerte, no a una persona vieja y débil como el, decidió hacérselo a su querida hija...La hija era yo, como habrás deducido.

- Sí...Vaya, nunca pensé que usted fuera como yo, pero, ¿por qué desapareció en la reunión? Lo de Damián lo entiendo porque está claro que el va con las cosas, pero...

- Damián no es el único que está con las cosas, todos los cazadores están con ellos, y la única arma que tienen los vampiros están aquí, en esta cárcel. Y, Damián fue el que me llevo con el, primero quizo hablar conmigo, por eso llegamos a la misma vez, hablo para amenazarme y decirme que si no provocaba un apagón y me iba con el, las cosas entrarían en el internado y los mataría a todos, al principio no me lo creí, pues estaba los cazadores de guardias para que no entrarán, pero después caí, eso mismos cazadores, que Damián había llamado.

- Damián ha jugado bien sus cartas.

- Sí, de eso no hay duda, pero el no sabe mis dones, mis cuatro dones, y tu has descubierto, que el sepa dos dones.

- El que puedo leer el pensamiento, el de que mi cuerpo puede producir electricidad y, ahora, el...

- No lo digas, puede que las paredes escuchen, lo que te he dicho son cosas que el ya ha descubierto, pero no digamos más, quizás no nos hayan interrumpido por eso mismo, porque no este escuch...

En ese mismo instante, llegan dos personas y se llevan a la directora.

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CIAO

No olvidar comentar, por favor, me gustaría saber que os esta pareciendo.


OS QUIERO.                                                                                       UN BESASO ENORME.


                                      

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