Capítulo 31.

96 6 0
                                    

JACOB.

Después de decirle a Samanta lo que le dije, nos fuimos a la cocina, ella desayuno y yo me tome dos vasos de sangre y, ahora nos dirigimos al gran salón, entramos y todos están sentados, la directora esta de pie en el escenario, Alex y Andrea también, la directora nos hace un gesto para que Samanta y yo vallamos, nos subimos y la directora habla:

- Bien, ahora que estamos todos podemos continuar, como bien sabéis, ante ayer yo desaparecí con un alumno más, dicho alumno me amenazo y me obligo a crear el apagón e irme con el, sino lo hacía nos atacaban todos los cazadores que estaban fuera del internado por protección. Me fui y me encerraron en una habitación...

              

   Eso mejor lo corto, porque ya lo habéis leído, ahora viene la parte importante.

- El plan es lo siguiente, los de primer año se quedan aquí.- Se escucharon quejas.- CALLAROS, bueno, como iba diciendo, se quedan aquí, los de segundo año se irán con Alex y Andrea, aunque sea de primer año ella viene,y los que manejen mejor las armas que lleven armas, y los que no, que peleen con su físico, aunque recomiendo que todos vallan con alguna arma, por si acaso, los de segundo año, Alex y Andrea, se quedarán alrededor del internado para proteger a los de primer año, Jacob, Samanta y yo estaremos los primeros en la lucha, id a prepararlo todo, VENGA.

Voy a mi cuarto y preparo todas las armas que llevo en total son 15 armas; 10 cuchillos de diferente tamaño, me las guardo en las botas, dos en cada una, en los pantalones, tres, y las otras tres en la chaqueta, y cinco tipos diferentes de pistolas, me las guardó en el cinturón, me dirijo al cajón y saco el regalo que le voy a dar a Samanta.

SAMANTA.

          No me voy a llevar ningún arma, bueno, tan solo una pistola, por si mis poderes fallan, tengo el poder de la mente que si me concentro mucho puedo averiguar los movimientos que piensa hacer el enemigo, electrocutar y, no por ello menos importante, ver en la oscuridad, y, el cuarto que no tengo ni idea de cual será, será poder volar, o...Llaman a la puerta, es Jacob.

- ¿Qué quieres?

- ¿Quieres que me valla?

- No.

- He venido para darte un regalo, mejor dicho, algo que va a hacerte útil.

- Me estas diciendo que yo no soy útil, pero que te has creído, aquí el que no es útil...

- Calla que te vas a arrepentir, lo que yo quería decir es que te tengo algo que te va ayudar por si tus poderes no están cuando los necesites.

- Vale, ¿el qué?

Jacob me tiende una caja alargada, la abro y es una catana.

- Jacob, yo nunca he usado esto...

- No se con cuanto tiempo contamos pero te voy a enseñar, si confías en mí aprenderás rápido, sino, acabarás cortándote algo importante de tu cuerpo, siendo como eres sería así.

- Aprenderé.- Le pego una patada en la barriga.- Por el último comentario.

- Era de broma.- Dice, con la voz ahogada.

- Por si acaso, ahora enseñame.

- Vamos al gimnasio.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

CIAO.

Bueno, lo prometí y aquí está.

UN BESASO.

                                                                  OS QUIERO.
























El Internado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora