Capítulo 4 - Una caja de sorpresas.

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La primera parte del viaje fue, cuanto poco, sofocante, pero la segunda ya... Si alguna vez me he preguntado si Isaac podría ser más idiota, la respuesta es SÍ. Siempre es sí.

Digamos que siempre he dudado de su integridad intelectual, pero lo de hoy es... demasiado. Incluso para él.

―Reduce la velocidad, o déjame conducir a mí. ―le advierto al ver la aguja del kilometraje subir y subir.

Isaac gruñe, lo cual es bastante normal en este viaje. Ya incluso me extraño en el momento en el que no lo está haciendo.

― ¡Tú a callar! ―grita.

Me giro, enfadada y con ganas de sacar mis garras. De hecho, salen solas antes de pensarlo siquiera. Y gruño fuerte, tanto que sorprende al mismo Isaac.

― ¡No me digas que tengo que hacer en mi propio coche! ―le respondo a modo de gritos también.

Pero Isaac, el cual es demasiado orgulloso para aceptarlo, responde entre gritos:

― ¡Tú sabías lo que hacía la loca de tu amiga!

― ¡Que te jodan! ¡La dejaste!

― ¡No! ¡Que la jodan a ella!

Una risa sarcástica sale de mis labios y después de guardar las garras, me cruzo de brazos y digo:

―De eso se trata, ¿no? ―pregunto intentando sonar inocente. ―De que la jodan y no seas tú.

Un fuerte y estremecedor rugido sale de los labios de Isaac, tan fuerte que incluso yo siento pánico. De repente, él acelera aún más la velocidad y sale hacia una estación de servicio. Detiene el vehículo casi en seco y siento dolor por mis neumáticos. Después de la brusca frenada, abre la puerta del piloto y escapa antes de que pueda siquiera decirle algo. Aunque no sin antes dar un portazo con la puerta.

Mis ojos se blanquean. Puedo verle gruñir desde dentro del coche pero prefiero mantenerme alejada de él, por ahora. Por suerte, sigue siendo de noche y nadie puede ver que un loco psicópata está gritando al lado de la autopista. Y menos si se trata de un loco psicópata hombre lobo.

Mientras Isaac grita y grita, aprovecho para enviar algunos mensajes. Liam, June y Stiles. Este último me preocupa más de lo normal. Su padre está ingresado y está a punto de morir, y además, sigue sin hablarse con Scott. Y sus tristes mensajes no ayudan en absoluto.

De: Stiles

Ven pronto... Te necesito aquí.

Para: Stiles

Iría encantada, pero el idiota de mi primo es un peligro en la carretera ahora.

De: Stiles

Bueno, avísame cuando llegues. Sea la hora que sea. Y te iré a ver.

Reviso algunos mensajes más, y me aburro mientras Isaac sigue intentando controlar su malgenio. Pero cansada de la situación, decido cambiarme al asiento del piloto y le aviso mediante un par de bocinadas.

Los ojos de Isaac se encuentran con los míos, parece desconcertado, y más tarde, enfadado.

Cómo no.

Vuelvo a darle a la bocina. Isaac se acerca a grandes zancadas, no parece de acuerdo con que haya tomado el asiento del piloto. Y una vez que está a mi lado, se sitúa en mi puerta y la abre sin reparos.

―Sal. ―ordena.

Incrédula, levanto una ceja y apoyo mi cabeza en el reposacabezas.

―Es mi coche. ―le informo de lo evidente. ―Y voy a conducir porque quiero seguir viviendo. Tienes dos opciones, o subes y callas DURANTE TODO EL TRAYECTO. ―comento poniendo énfasis en esto último. ―O te quedas aquí maldiciendo tu lobuno culo.

Ahora, tú controlas. #3 || Liam Dunbar (Teen Wolf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora