Ahora, tú controlas. #3 || Liam Dunbar (Teen Wolf)

Capítulo 22 - Adiós.

LIAM POV'S

Las voces de mi madre aumentan mi desesperación y abro la puerta con fuerzas. Asomo la cabeza dejando el cuerpo aún en la habitación. Escucho sus pasos mientras sigue gritando enfadada. Y, cuando está en el piso de arriba, se coloca justo delante de mi puerta y dice:

―Liam, llevo quince minutos pidiéndote que bajes a desayunar. Vas a llegar tarde y... ¿Es que aún no te vestiste?

Ladeo la mirada hacia el marco de la puerta por la frustración que me produce esta situación. Casi todas las mañanas es la misma historia, y no me gusta repetirla. Es incómodo.

―Mamá, he dicho que ya bajo. Haz el favor de...

― ¿Qué escondes? ¿Otra vez habéis dormido juntos April y tú? ―pregunta mi madre empujando la puerta. Su acción me pilla de sorpresa, y apenas hago nada por evitar que entre. Pero cuando mamá está dentro de mi habitación, y comprueba que estoy solo, voltea a mirarme y cruzándose de brazos dice: ―Aquí está pasando algo. ¿Por qué no está aquí April? ¿Es que habéis roto?

Su cambio de actitud me deja perplejo. Primero, entrando en la habitación tratando de descubrirnos como lo ha hecho alguna que otra vez, para luego reñirnos. Y, segundo, al descubrir que nadie durmió conmigo, enfadándose por igual.

¿Quién entiende a las madres?

Mamá pasea su mirada por el resto de mi habitación, hasta que finalmente, se detiene sobre mis ojos. Frunce el ceño y niega con la cabeza. Estoy muy confuso.

―Si es que lo sabía. Yo lo sabía. ¿Cómo te iba a durar una chica así? Ella es guapísima, inteligente y simpática. Y tú eres un problemático. Siempre lo has sido, igualito que tu padre. ¿Es que no pudiste aprender nada de ella?

Mi mentón te tensa a la vez que cruzo mis brazos. ¿Esto va en serio?

―Gracias mamá, por tu apoyo incondicional y por tu confianza. Pero, para tu información, no hemos roto. Y ahora si me disculpas, tengo que vestirme o llegaré tarde a clases.

Mi madre me lanza una mirada por última vez y sale de la habitación. Aprovecho para vestirme y tomar lo justo que meter en la mochila, luego bajo al escuchar el timbre.

Por la escalera puedo ver a April en la puerta y a mi madre charlando con ella animadamente. Está piropeando un jersey que mi novia lleva, y esta está roja como un tomate.

―Adiós, madre. ―digo un tanto molesto con las palabras de mi madre en mi mente aún. ¿Es que quiere más a April que a mí?

Mi madre pellizca mi mejilla y se despide con su mano derecha. ―Adiós guapos, pasadlo bien en el cole.

Rodo mis ojos.

April y yo caminamos hacia su coche, ella está inquieta, y yo permanezco en silencio. Nos montamos, y ella habla:

―Perdón por haber llamado al timbre, pero es que no bajabas y pensé que llegaríamos tarde. ―se disculpa April.

La miro por un momento, luego saco mi teléfono y le mando un mensaje a Mason.

―No te preocupes. ―respondo secamente.

[...]

Una alegría inmensa recorre mi cuerpo al llegar al instituto. El viaje en coche fue de lo más incómodo, y es que April y yo no estamos pasando nuestra mejor racha.

Puede que Isaac tuviese razón en la última charla. April no va a quedarse embarazada por mirarla siquiera. Actué como un psicópata acobardado huyendo de ella, sin explicarle absolutamente nada. Mezquino.