Ahora, tú controlas. #3 || Liam Dunbar (Teen Wolf)

Capítulo 8 - June confiesa.

―No mires atrás. ―susurro, apenas la voz sale de mis labios cuando June ya tiene el 90% de su cuello girado justo hacia la dirección a la que NO debía mirar. ― ¡Te he dicho que no mires hacia..

―Ahí viene tu novio. ―Me interrumpe.

Eso. Es. Justo. Lo. Que. Intenté. Evitar.

De hecho, es algo que he estado evitando desde que desperté tras la nefasta noche. Mis horas de sueño se han basado en dar vueltas por la cama, dormir veinte minutos, despertar y volver a empezar.

Pero cuando encendí el móvil esta mañana, me di cuenta de que el día no se presentaría muy tranquilo. La existencia de más de diez mensajes de Liam y algunas llamadas perdidas, me hicieron ver que él buscaría la manera de intentar hablar conmigo.

Pero no. No me apetece en absoluto, apenas son las 9 de la mañana.

― ¡Ey! ―exclama Liam con una perfecta sonrisa justo cuando llega a nuestro lado. June nos mira con una sonrisa, extraña, pero sonrisa al fin y al cabo. Luego, se da cuenta, y se aparta rápidamente.

― ¡Te espero en clase! ―apresura a decir a la vez que se escabulla, dejándome a solas con Liam.

A solas con él, el silencio aparece rápidamente. Sé que él tiene cosas que preguntarme, y yo no quiero hacer de esto un mundo. Pero eso no quiere decir que no esté molesta, o que no necesite mi espacio. O al menos el matinal.

―Liam, la respuesta es sí, y no. ―digo. Levanto la vista y dejo que nuestros ojos se conecten. No creo que hagan falta muchas explicaciones, pero continúo: ―Os vi, pero no estoy enfadada.

―Sabes que no acepté el beso. ―recuerda.

Las imágenes del recuerdo abundan en mi mente, pero me digo basta. Bastante he torturado a mi salud mental esta madrugada con eso.

He tomado una decisión, y pienso acatarla.

―Lo sé. ―respondo a media voz. Me doy cuenta de lo poco convincente que ha sonado, y repito. ―Lo sé.

Acompaño esto último con media sonrisa que me cuesta muchísimo realizar, pero que es suficiente para que los brazos de Liam me arropen en menos de un segundo.

―Pensé que estarías muy enfadada conmigo. ―confiesa en mi oído. Liam se separa, pero mantiene las distancias, aunque no tanto como antes.

―Lo estuve. ―confieso ahora yo.

―Y ya... ¿no lo estás?

Me tomo un segundo para tomar aire y niego con la cabeza. Liam vuelve a abrazarme, aunque ahora dura más que antes. Y cuando nos separamos, planta un rápido beso en mis labios que me toma de completo por sorpresa.

Pero le sigo. Llevo mis manos hacia su cuello y lo abrazo, mientras nuestros labios siguen pegados. Y sienta bien, sienta muy bien.

Cuando nos separamos, nos tomamos nuestro tiempo. Nos da igual que a nuestro alrededor haya otros alumnos del instituto de Beacon Hills, y no nos importa lo que puedan pensar. Porque me siento bien. Me siento justo como quería sentirme. Y la incomodes de la situación, se esfuma.

―Lo siento.

Le miro extrañada y me termino de separar. ― ¿Qué?

No puedo evitar que me sorprenda. No es lo que esperas escuchar después de un beso.

―Lo siento. Por todo.

Mi inconsciente navega sin previo aviso, y se dirige hacia el camino que no quiero, ni debo tomar. ¿Por qué Liam se disculparía? ¿Es que pasó algo más? ¿No le basta con que le haya dicho que eso no importa?