Ahora, tú controlas. #3 || Liam Dunbar (Teen Wolf)

Capítulo 10 - No soy tu ancla

Tras las clases, Liam me preguntó si quería una especie de entrenamiento con él para ayudar a controlarme. Acepté gustosa.

La casa de campo, donde tantas veces pasé tratando de averiguar sobre el paradero de Isaac, ahora se convierte en testigos de estos curiosos entrenamientos.

Liam está tratando de enfadarme para obligarme a perder el control, y lograr recuperarlo después. Y lo consigue. Sobre todo, cuando nombra a Hayden.

Pierdo el control por momentos. Le golpeo fuertemente, rujo y gimo ya convertida. Me da igual todo lo demás. Me subo encima de él y comienzo a pegarle sin importarme que sea Liam.

¿Por qué tuvo que nombrarla? Sabe todo lo que me molesta este asunto.

Saco las garras y se las clavo en la espalda. Liam gruñe y me tira al suelo. Le miro de manera desafiante y me apresuro para saltar sobre él de nuevo y propiciarle un fuerte golpe que le hace tambalear a la vez que retrocede.

Mi entrecortada respiración es lo único que se escucha en medio de mi salón, un poco desordenado por la repentina pelea que acabamos de tener Liam y yo.

Me encuentro tumbada en el suelo, observando cómo Liam me mira con intensidad. Es difícil averiguar qué está pensando, pero parece relajado.

Poco a poco, soy yo quien me voy tranquilizando y cuando estoy completamente relajada, meto la cabeza entre mis piernas semiflexionadas.

―Soy la peor novia del mundo. ―rompo el silencio, pero Liam no dice nada.

Sino, todo lo contrario, permanece más callado que nunca. Luego, se levanta él del suelo, y se acerca hacia la ventana. Para cuando se da la vuelta, ya estoy de pie y observando cada uno de sus movimientos, con el miedo y terror de que él esté enfadado conmigo.

Bueno, tampoco fue para tanto.

¿Qué no fue para tanto? Casi le matas, April.

Ya, pero él me provocó nombrando a Hayden.

Pero sólo la nombró, loca.

¡Pero la nombró para enfadarme! ¡Lo hizo queriendo!

Y de eso se trataba, de enfadarte loca. Y tú no te controlaste. Casi le matas. Como la vez que casi lo violas. ¡Estás loca y vas a ingresar en Eichen House! ¡Eres un peligro público!

―Dejaremos el entrenamiento para otra ocasión. ¿Vale?

Al escuchar cómo Liam dice eso, no puedo evitar sentir algo en mi interior. Le he decepcionado.

―Lo siento...―sollozo.

Cuando Liam se acerca al perchero de la entrada, con disposición a coger su chaqueta y marcharse, me apresuro para detenerlo antes de que cruce la ya abierta puerta de la entrada.

Sujeto su mano, pero él ni se esfuerza en mirarme. Algo en mi interior se activa.

―Lo siento mucho. ―repito. ―Siento haber intentado matarte, te juro que..

― ¿Crees que podía matarme? ―inquiere. Se aleja de mi agarre y me mira serio. ― ¿Crees que de verdad hubieses podido matarme?

― ¿A... a qué te refieres? ―cuestiono con temor.

―No tienes ni idea, April. No te has enfrentado a los berserkes, ni tampoco a los doctores. Jamás has tenido que luchar transformada. ¿Y crees que podría matarme? ¿Tú?

Una extraña sonrisa aparece sobre los labios de Liam, y la sensación en la que voy asimilando sus palabras se transforma en bochorno. Liam no se esfuerza en ser precavido, y todo lo que dice, y la forma en la que lo hace, provoca más dolor en mi interior.