Ahora, tú controlas. #3 || Liam Dunbar (Teen Wolf)

Capítulo 6 - ¿Apuntes de matemáticas?

Para cuando despierto de la gran siesta, ya es mediodía. El olor a comida, y no una cualquiera, sino la de mi madre, inunda mis fosas nasales. Aún sigo sintiendo mi cuerpo dolorido, y me pregunto si esto se debe a la inútil caída en pleno... o bueno, casi pleno acto.

Sinceramente, quiero olvidar.

El ridículo de mi pérdida de control me aturda y desequilibra mentalmente. Odio sentirme tan humillada, pero humillada de verdad. Y no por Liam, sino por mí. ¿Qué clase de novia soy si casi lo violo?

Novia... Eso si sigo siéndolo. Quizás prefiera huir de mí, ahora que puede.

Sé que todos los primerizos pierden el control, pero no de esta manera tan bochornosa. Liam quiso matarme, ¿por qué yo no pude perderlo de esa manera? Es más común y no parezco una desesperada y adicta al sexo.

Definitivamente, parecía una enferma mental por querer meterme bajo los pantalones de Dunbar.

En pleno debate mental y a veces, incluso vocal, un nuevo olor vuelve a aparecer en mi habitación. Y me pregunto si se trata de una estrategia por parte de mi madre para hacerme bajar pronto.

Y si es así, lo consigue.

Diablos, adoro su lasaña. Y mataría por comer cuatro. Aunque conociendo a mi madre, me pedirá que comparta con mi padre. ¿Por qué él no puede comer otra cosa? La lasaña es mía.

Víctima del tremendo, tremendo, y más tremendo olor, bajo.

― ¡Mamá! Dime que esa es la las... ¡Ahhhh! ―suelto un grito incontrolable cuando veo a Liam y a su madre sentados en la mesa. Mi mesa.

Me quedo helada, petrificada y pegada al suelo. Y él sonríe, como si nada.

Hace unas horas intenté violarlo, ahora sonríe. ¿No soy yo la chica en esta relación? ¿O es que le da igual que casi lo dejo desnudo en mitad del bosque?

― ¡Por fin! ―exclama mi madre al verme entrar por el salón. ―Ya pensaba que te habías quedado pegada a las sábanas.

―Fue un viaje largo, ¿verdad? ―escucho al lado de mi madre, Isaac.

Con la impresión, ni siquiera me había dado cuenta de que mi primo estaba también presente. Realmente, no me di cuenta de nada. Solo de que Dunbar no deja de mirarme con esa sonrisa que SÍ, me pone nerviosa.

―Demasiado. ―suspiro a la vez que camino para sentarme.

Nuestras madres se marchan hacia la cocina para terminar la comida. Yo rodeo la mesa con la intención de mantenerme alejada de Liam, pero mi novio es demasiado listo y conoce pronto mis intenciones. Y cuando las descubre, toca repetidas veces la silla de su lado para que me siente ahí. Y accedo.

Vuelvo a rodear la mesa y me siento justo a su lado. Cuando estoy sentada, un divertido Liam comienza a soportar risitas que intenta ocultar.

Se está riendo de mí, qué sorpresa.

―Qué. ―articulo malhumorada.

Vale, ya sé que debería tener un mejor humor. Pero demonios, me acabo de levantar y veo que mi novio está sentado en MI mesa para comer MI lasaña. Y, además, no olvidemos el asunto de la casi violación.

Sí, necesitaba un poco de espacio.

―Nada. ―responde aguantando inútilmente sus carcajadas, y finalmente, ríe sin control.

Arrugo las cejas, no entiendo una mierda. Así que le miro más concentrada y vuelvo a preguntar:

― ¿Qué?