Recuérdame.©

Maratón 2/3

-Necesario ¿mentirle? Tía usted es como una segunda madre para mí pero no voy a permitir que le mienta a Kels.

-Y yo no te voy a permitir decirle la verdad ¿escuchaste?

-Dios, ¿en que se ha convertido? Hare como que nunca he escuchado eso.

-Me he convertido en una madre que lo da todo por sus hijos y no voy a permitir que tú –me apunta amenazadoramente con el dedo- arruines lo que he construido.

-Esta mujer que veo aquí, no es mi tía, a usted ni siquiera la conozco pero le voy a decir una sola cosa le ara más daño del que usted cree, le dice la verdad usted o se la digo yo.

-No serias capaz. –se burla.

-Soy capaz de eso y mucho más.

-No eres nadie para amenazarme.

-No es una amenaza, es una advertencia. –doy media vuelta y salgo del hospital en busca de Luke, él tiene que saber qué es lo que está pasando.

Pov's Lucí (Mamá de Kels)

Quizás Camila tenga razón ¿en qué me estoy convirtiendo? Solo quiero que mi hija este bien, hace unos años casi pierdo a mi hijo y no voy a permitir que unas mentiras me alejen de Kels, sé que mentir es malo pero en casos especiales es necesario.

Pov's Luke.

Estaba recostado boca abajo encima del sillón hasta que oigo que tocan el timbre.

Me levanto y voy a abrir la puerta.

-¿Camila? –ella pasa rápidamente por mi lado, entrando a mi departamento.

-Luke necesito hablar contigo –dice y antes de que yo pueda decir algo ella habla- se trata de Kels.

-¿Qué? ¿Le paso algo? Demonios esto es mi culpa, yo debí estar ahí con e... -me interrumpe.

-No, no es nada de eso.

-¿Entonces?

-Tía Lucí le está ocultando la verdad a Kels.

-¿De que estas hablando?

-De que ella cambia las cosas que pasaron estos dos años para según ella proteger a Kels.

-No entiendo. –digo

-Que no le está diciendo lo que en verdad paso.

-Aun no entiendo.

-Agh... te juro que me dan ganas de golpearte por tan cabeza dura –la miro sin entender que me quiere decir- te lo hago más fácil, posiblemente la madre de Kels le podría decir que tú y ella nunca fueron nada y ella te olvide. -me quede con los ojos abiertos como platos, fui por mis zapatos, celular, billetera un abrigo y las llaves y finalmente salí de la casa.

-Luke, espérame ¿a dónde vas? –me detiene.

-Voy a impedir que ella cometa ese error.

-Vamos que te acompaño, pero no cometas ninguna locura ¿oíste?

-Si como sea, súbete o te dejo aquí parada. –le digo cuando ya me subo al auto.

Ella se sube y me mira.

-No hagas nada que te perjudique, hazlo por Kels.

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