Capítulo 21

204 16 0
                                    

- ¿Cuánto tiempo llevas aquí? - Se preguntó en voz baja, al darse cuenta de que estaba allí, detrás de ella en el otro lado del mostrador. En el silencio, podía escuchar su respiración. No habían estado tan cerca ya que el beso en las escaleras y Anahi se estremeció ante el recuerdo. Imaginaba que se mantenga alejado de él borrar los recuerdos, pero estaba equivocado. El simple hecho de saber que tan cerca dejó su cuerpo en llamas.

- Tiempo suficiente para saber que la hija de un granjero.

- Eso mismo. Yo soy la mayor.

- ¿Cuántos hermanos tiene?

- Cinco. Tres niñas y dos niños. - Se vierte la leche en el plato. - La diferencia de edad es pequeño.

- Debe haber sido bueno. Yo era el único hijo.

A veces quería ser un hijo único, pero no muchos.

- Era ruidoso, agobiante, pero no cambiaría mi familia para cualquier cosa.

Alfonso sonrió, como amante de su acento era más pronunciado. Tenía curiosidad por saber más sobre el pasado de Anahi.

- Entonces, ¿quién entrado en los concursos de belleza? Además de las obvias.

¿Cuántas veces había oído eso? Era obvio que una mujer tan bella participar de los concursos. Era obvio que los hombres querían sólo para la belleza.

- ¿Qué importa?

- Sólo quería saber más acerca de la mujer que cuida de mi hija. También tengo curiosidad de saber la forma en que salió de la granja y terminó en el Departamento de Estado.

Tenía el derecho a saber, admitió Anahi. Si su hija haría lo mismo.

- Mi familia es muy pobre. Mi madre se dio cuenta de que podía conseguir algo de dinero para que me llevara en concursos, o para trabajar en comerciales. Empecé a trabajar cuando yo era un poco mayor que Kelly. - Ella se encogió de hombros. - Al crecer lo suficiente como para entender, me di cuenta de que era un negocio despiadado, con una fuerte competencia y las injusticias. Y decidí a participar en concursos que me proporcionó el mejor premio en metálico o becas, para poder ir a la universidad y salir de la granja.

- Admirable.

Ella frunció el ceño, tratando de verlo mejor. Todavía estaba de pie entre dos puertas abiertas, una que conduce a la parte delantera de la casa y otro queconduzia las escaleras en la parte trasera. La tentación de encender las luces era grande, pero le había prometido, y se utiliza para mantener su palabra.

- Yo estaba tratando de escapar de sus raíces?

-. No sólo no quería ser la esposa de un granjero con cinco hijos, ahorrando cada centavo y rezar todas las noches que llegó la lluvia, y la cosecha se perdería.

La amargura en su voz sorprendió.

- Lo siento mucho...

- No se sienta. - Suspiró. - Fue duro, pero no sabíamos que éramos pobres. A nuestro alrededor vivían de la misma manera. - Se rió, pero el sonido no reveló alegría. - Hoy en día, mamá y papá están bien. Pero mamá todavía parches ropa vieja, ahorrar y disfrutar de toda la comida sobrante. - Anahi negó con la cabeza. - Parece que algunas cosas nunca cambian.

Recogiendo el plato de leche, fue a la habitación, preguntándose si Alfonso estaría allí cuando regresó. O si iba a regresar. Para poner el plato en el suelo de piedra, le pidió a Kelly si te gusta el chocolate caliente. La sonrisa de la chica era la respuesta, y de vuelta a la cocina, Anahi dio cuenta de que todavía estaba allí.

Parte de ella vibraba de placer, viendo que no estaba fuera. El otro recordado Pablo y lecciones aprendidas acerca de los hombres.

Recogiendo el paquete de chocolate, se volvió hacia él.

- ¿Quieres una taza?

- No gracias.

Al igual que esas palabras simples podría ser tan seductora en la oscuridad? Y como no podía pretender que no pasó nada entre ellos? Era más fácil hacerlo en la penumbra.

Anahí se aclaró la garganta, tratando de mantener los recuerdos eróticos.

- Y sus padres, su familia?

- Kelly es todo lo que tengo. Mis padres murieron seis meses de diferencia antes de casarme.

Como debería haber sido triste vivir solo, me pregunté, sabiendo que odiaría su piedad.

- Una razón más para conocerlo mejor, Alfonso. Pronto van a estar solos.

Alfonso ni siquiera podía imaginar eso. Para él, Anahí tuvo que quedarse. Y la tentación de tener a su alrededor era algo que tendría que acostumbrarse. No podía dejar que Kelly lo vio. La niña tenía una imagen de él, y los cuatro años de edad, nunca se le ocurrió el accidente lo había hecho con él. Ella rechazaría, y eso es exactamente lo que Alfonso quería evitar. Dulce no le importaba para disimular la conmoción y rechazo cuando se retiraron las vendas. Con un niño no podría ser diferente. Anahí podría tener un poco más de tolerancia, pero no podía correr el riesgo. No después de haber abrazado. No después del beso que le tocó tan profundamente. El rechazo sería insoportable.

Fue en que Kelly debe pensar, no a las reacciones de su cuerpo, el deseo de una mujer. Era mejor mantener en la oscuridad y se mantenga alejado deAnahí. Para evitar el peligro.

- Y la familia de su mujer?

- Ex-esposa - corrigió él. - Ella también tenía familia. Al menos, él nunca mencionó a nadie.

Anahí asintió curiosidad por la mujer a la que se había casado, pero sin querer tocar heridas profundas. El tono de su voz era suficiente para mostrar cómo él todavía estaba herido. El más importante fue que Kelly no tenía parientes y nunca se sabe lo que era tener abuelos o primos. Eso la hizo aún más decidido a hacer Alfonso de la oscuridad. Los dos necesitaban mutuamente. No tenían a nadie más.

Después de preparar dos tazas de chocolate, se dirigió a la puerta.

- ¿Por qué dejó de enseñar a los hijos de diplomáticos y se fue a trabajar en la esposa Incorporated?

Se volvió hacia donde Alfonso todavía estaba escondido en las sombras.

- Debido a un hombre - respondió con honestidad. - Un hombre que amaba la verdad.

Alfonso sintió el dolor y la angustia en su voz, y le dolía profundamente.

- Oh, Anahi. ¿Qué ha hecho?

- Él mintió, engañado, traicionado. Y lo peor ... Me quería sólo por la apariencia. ¿Cómo ve Alfonso - amarga continua - tenemos más en común de lo que parece.

- No estoy de acuerdo.

- ¿No? Así que no sólo me quiere por mi belleza?

- Maldita sea, Anahí, es muy diferente. No tienes idea de lo que es ser lo más horrible.

- No, yo no tengo. Pero sé muy bien lo que ha de ser juzgado por la apariencia.

De repente, Kelly entró corriendo en el comedor, y Anahi se detuvo.

- ¿Quiere decir con papá? ¿Él está aquí? ¿Puedo ver-lo? - Ella se acercó, y mirar a la cocina, Anahi sabía que se había ido.

- Sí, querida, lo era.

La chica miró hacia arriba, sosteniendo el gatito contra su pecho.

Créditos a: believe

El Bello y la Bestia •AyA• (Versión en español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora