- Tal vez usted puede encontrarse con ellos - dijo finalmente. - Mi hermana, Ángel, tiene una hija poco mayor que tú. - Cuando no hubo respuesta, Anahí se volvió y vio a Kelly dormido, agarrando el enorme oso. Sonriendo, se colocó una almohada debajo de la cabeza de la chica, se quitó los zapatos, y la cubrió con una colcha. Kelly suspiró, demostrando que el día era demasiado largo para una pequeña chica.
besándola en la frente, apagó las luces y se fue, cerrando la puerta. Inmediatamente sintió su presencia y se dirigió a las escaleras, al final del pasillo. En la penumbra pude ver sus piernas, desde las rodillas hacia abajo, y la mano apoyada en la barandilla.
- ¿Ella está bien?
- Sí, pero se agota, y se durmió.
- Gracias Anahí.
- Por nada. Ella quiere verte.
- Sabes que no puedo hacer eso.
- Ella necesita a su padre.
- Anahi ... Por favor.
El dolor, negar a sí mismo el contacto con su hija, que se expresó en su voz. En ese momento, Anahi se dio cuenta de que el hombre estaba solo, y como debe ser difícil tener dos mujeres en la casa, después de haber estado allí, cuando y como se desee, durante cuatro años.
- Se siente solo y asustado. Todo es nuevo para ella, y aunque la adoración de la noticia, todavía quiere verlo.
- Pero no se puede. No quiero asustarla aún más. No sé nada acerca de las niñas, o cómo cuidar de ellos. Pero ya sabes.
Ella no quiere hablar, no con Kelly tan cerca.
- No me quedaré aquí para siempre - respondió, entrando en la propia habitación y cerró la puerta.
Alfonso suspiró. Que continuaría allí el tiempo que quisiera, y pensar que podría ir, yo estaba nervioso. Observó las pequeñas luces en el suelo, la iluminación de la sala, y la puerta de la habitación de su hija. No quería que ninguno de los dos para verlo, pero el deseo de ver a su hija era más fuerte. Al bajar los últimos escalones, cruzó el pasillo y abrió la puerta del Kelly, entrando en silencio. Lentamente se acercó a la cama, mirando al niño dormido. Parecía tan inocente tan impotente. Y era tan pequeña.
Extendiendo la mano, tocó un mechón de pelo, y luego, incapaz de resistir, acarició la mejilla con el dorso de su mano. La piel era suave y fresca. Ella era hermosa, y el corazón de Alfonso endureció. Quería tomarla en sus brazos, besándola.
- Papá?
La palabra casi le hizo llorar.
- Sí princesa, yo estoy aquí. Vuelve a dormir.
Kelly se movió en la cama y se cubrió Alfonso hombros delicados con afecto.
- Papá te ama - susurró.
Medio dormido, Kelly tomó de la mano. Por un momento, Alfonso congeló, temiendo que conocía las profundas cicatrices en la muñeca, pero había vuelto a dormir.
Como no quería correr el riesgo de encontrar Anahi, se consideró usar el pasadizo secreto, pero la rabia era más fuerte. Después de todo, esta era su casa. Al salir de la habitación, subir las escaleras, y fue casi viene encima cuando Anahí abrió la puerta y salió corriendo. Acelerando el paso, que penetró en la oscuridad, sabiendo que sus ojos se tome unos segundos para ajustarse a la falta de luz.
- Alfonso - llamada en voz baja. Inmediatamente sintió que su perfume y se estremeció.
- Alfonso.
Se detuvo.
- Te estoy ignorando. Dejando. Usted no entiende?
- Psst. - Se acercó. - Por supuesto que lo he notado.
- No dar un paso más.
- ¿Qué vas a hacer? despedirme? - Le preguntó, sabiendo que no podía hacerlo.
- Hay otras formas de hacer que se escape - dijo, para ver a su desobedecer, acercándose aún más.
- ¿Por ejemplo?
- Deje que él vea mi cara.
- ¿Todavía no tienes una buena impresión de mí, ¿verdad? - Ella susurró, mirando hacia las sombras, donde se había escondido.
Había compasión en su voz, tal vez piedad.
- Por lo contrario. Tengo una buena impresión también. Alfonso dio un paso, acercándose peligrosamente, y el calor corporal alta penetró al instante su ropa. El deseo de apoyarse en él era demasiado fuerte, y la forma en que su cuerpo respondía a él era de imaginar que ya se reunió en otra vida, en otro momento. Era como un hambre, una necesidad incontrolable. Pero no podía hacerlo. Había sido utilizado antes por su belleza, y había un hombre que quería utilizarlo de nuevo, sólo que esta vez como una barrera entre él y su hija.
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El Bello y la Bestia •AyA• (Versión en español)
RomantizmElla se enamoró de un hombre cuyo rostro no podía ver ... Convocado como criada para servir al rey, Anahi Puente fue contratado para trabajar como niñera de una hija de Alfonso Herrera. Los rumores sobre el hombre que vivía en reclusión no asustan...