Discretamente se limpiaba las lágrimas corrían por su rostro, tratando de mantener la voz:
- ¿Y ahora?
- Sé que no cambiaría nada de lo que pasó esa noche. - Se rió en voz baja. - Excepto quizás han dado un paso más difícil en el acelerador.
Anahí tomó el resto del vino y la reemplazó en el cuadro. Alfonso se tensó al verla levantarse y caminar con él, la fina bata dar forma al cuerpo esbelto.
- No se acerque - susurró con voz ronca.
Ella no obedecen, y podía oler el perfume sobre la piel, en el cabello.
- Anahi ...
Yo era todavía, y cuando ella levantó la mano, la sostuvo en el aire. Con un gesto rápido lo dejó y acarició un lado de la cara que no tenía cicatrices. Sus dedos se deslizaron sobre el cabello suave, y él gimió suavemente.
- Soy Dulce, y usted no es Paul. - Sus labios se tocaron ligeramente de él y Alfonso contuvo el impulso de la puso en sus brazos y su gusto con la boca, las manos.
- No tengo miedo de que, dragón. - Ella se movió, sus labios tocando la oreja Alfonso, la voz seductora llenando la noche. - Después de todo, ¿por qué siempre estás acercando a mí?
Antes de que pudiera responder, ella se alejó, escapando a la oscuridad de la sala. Él sabía por qué. Estaba empezando a confiar en ella. le había dicho cosas que nunca le dijo a nadie. Y estas dos cosas eran peligrosas. Porque cuando estaba cerca de ella al menos importaba era la imagen que había visto en el espejo.
- Señorita. Anahi? - Kelly llama la habitación. - ¿Qué es esto? Anahí limpió las manos con una toalla de papel y cruzó el comedor, parando para ver la pila de cajas atadas con la cinta verde.
- Bueno, cariño, ¿por qué no encontramos juntos? Dejar de lado de la mesa de café, vio la tarjeta pegada en la caja más grande. Estaba dirigida a ella. Me gustaría mostrar más de sus talentos ocultos. Al lado de las cajas fue uno de los bocetos que hizo Kelly con una nota. Es precioso, se podía imaginar perfectamente. Alfonso.
- ¿De quien es? - Le preguntó a la niña, saltando alrededor de las cajas, con la esperanza de ganar este partido.
- La nota dice que la caja superior es suya. - Por la liberación de las cintas, le entregó la caja a la chica, que estaba sentado en la alfombra para abrirlo. Dentro había lápices de colores, brillo, aguada, lápices de colores, acuarelas y papeles. - De su padre - dijo Anahi, y Kelly alzó la cabeza, sonriendo.
Anahi también sonrió. Alfonso había pedido perdón a su hija la única forma posible en el momento. Kelly le preguntó si podía usar ellos, y Anahi asintió, en dirección al comedor, donde se coloca una toalla vieja sobre la mesa para protegerlo de la pintura. Luego se entregó a la chica un vaso de agua, explicando cómo se podría pintar.
Una vez que se han asentado Kelly regresó a la sala de estar y miró las cajas. Con un suspiro, abrió la primera y encontró todo lo que necesitamos para dibujar, y papeles especiales. El segundo tenía los colores de agua, una paleta y pinceles, el otro tenía un caballete y un taburete, y un boleto. La habitación amarilla en el ala oeste, es el que tiene la mejor luz, además de la hermosa vista del río y la ciudad.
Las lágrimas llenaron los ojos de Anahi, sintió que su garganta. Nadie ha alabado por otra cualidad que no era su belleza. A pesar de que varios diseños alrededor de las paredes de la vivienda, Pablo no se dio cuenta, o ha tenido cualquier comentario. Le encantaba dibujar y pintar, pero se lo había dado por las cosas que había pensado para ser más importante en ese momento. Había una sensación de libertad que sólo el arte podía darle. Crear algo de la nada era como una magia poderosa. Y Alfonso le había dado todo esto de nuevo.
- regalos también recibió - Kelly dijo, apareciendo a su lado y espiar a las cajas.
Anahí le acarició el pelo oscuro y la chica sonrió.
- ¿No es hermoso? Vamos a tener que encontrar un lugar especial para trabajar.
Kelly estuvo de acuerdo, volviendo al comedor para terminar lo que estaba haciendo. Anahí se sentó en el sofá y recogió el caso con los lápices, preguntándose qué se basaría en primer lugar. Quería dar las gracias, pero sabía que Alfonso no lo recibiría. Además, no tenía mucho que ver. Después de Kelly terminó el primer borrador, que dio en el clavo con orgullo en el refrigerador, antes de llevarlo al baño. No fue fácil para calmar a la niña, que quería probar todo, pero después de un baño y una historia, logró meterla en la cama. Una caja con regalos estaba sobre la mesa al lado de la cama, como si se dejó el padre más cercano.
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El Bello y la Bestia •AyA• (Versión en español)
RomanceElla se enamoró de un hombre cuyo rostro no podía ver ... Convocado como criada para servir al rey, Anahi Puente fue contratado para trabajar como niñera de una hija de Alfonso Herrera. Los rumores sobre el hombre que vivía en reclusión no asustan...