Los niños eran mucho más resistentes que los adultos, pensó Anahi a la mañana siguiente.
Imaginó que la hija de Alfonso estaría asustado y asustado a la mañana siguiente, pero estaba equivocado. Kelly apareció en su habitación temprano, con una sonrisa en su cara y lleno de curiosidad. Yo quería ver la nueva casa y jugar, Anahí decidí olvidar la tarea y dedicar chica.
Kelly rió mucho cuando Anahi trató de bajar el tobogán, que por cierto no fue hecho para los adultos, y terminó cayendo de manera torpe.
Kelly corrió hacia ella, sin parar de reír.
- Creo que estoy un poco oxidado.
- Ir de nuevo! - Preguntó Kelly, rebotando.
-. No, creo que la Reina de la diapositiva que es - Anahi dijo, levantándose y limpiándose los pantalones vaqueros en polvo.
La chica no dudó, y Anahi sonrió cuando la vio subir rápidamente, las piernas subiendo los escalones altos. Kelly pasó la diapositiva para el balance de situación y de allí a la caja de arena. A continuación, los dos corrieron a la playa, Anahi que lleva la pala y cubo, hasta que llegaron al mar. Para sorpresa de Kelly, Anahi se sentó en el suelo, ayudando a construir el castillo de arena.
- Estoy arena sucia - dijo la chica, más tarde, al ver la marea romper el castillo.
- No hace mal. Vamos a tomar un baño - Anahi dijo, encogiéndose de hombros.
- No me van a luchar?
Se detuvo, inclinándose al lado de la chica.
- Por supuesto que no, la miel. Es imposible jugar en la arena sin ensuciarse.
- Mi madre no le gustó la arena.
Pobrecita, pensó Anahi, al ver que la chica estaba a punto de llorar. Con afecto, la levantó.
El corazón de Alfonso apretó la forma en que Laura estaba llevando a la niña en sus brazos, llevarla a casa. Sus ojos no podían apartarse de los dos, mientras se acercaban, y deseó poder estar con ellos. La ansiedad crecía mientras los observaba. Yo no había hecho nada durante todo el día, al pasar de una ventana a otra, atraídos por las risas de los dos.
Anahí se detuvo en los escalones, mirando a su recta. Alfonso se alejó de la ventana demasiado tarde. Su expresión decía claramente que era el que debería estar allí.
Anahí lleva a Kelly y ayudó a quitarse la ropa mojada. Inmediatamente después, poner una espuma perfumada cuarto de baño completo.
Media hora más tarde, Kelly estaba bastante limpio y fragante, listo para una siesta, aunque insistió en que no tenía sueño. En la cocina, sin embargo, se había quedado dormido en el Anahí jalea preparada. Para una recarga rápida, la chica puso los brazos en el cuello Anahi, que ponen a la cama de la princesa, que cubre su afecto. Después de encender la pequeña lámpara de noche, en silencio salió de la habitación y bajó a la cocina para lavar los platos. Se preparó una bandeja de Alfonso, un plato de Dewey y encendió el intercomunicador.
- El almuerzo se sirve, señor.
- Gracias.
- No voy a llegar hasta allí. Usted tiene que arriesgar e ir hacia abajo.
- Anahi ...
- Tengo trabajo que hacer, Sr. Herrera. El trabajo no lo hizo porque estaba jugando con su hija.
Hubo un breve momento de silencio.
- Gracias Anahí.
- De nada. Es una niña preciosa. Ahora fuera de su escondite y venir y comer.
- Estás actuando como un tirano.
Ella ignoró la sonrisa que percibió en su voz.
- Ese soy yo: Anahi, el Despiadado. - Colgó el intercomunicador y se alejó, pero después de unos segundos, volvió. - Y yo quiero estar aquí cuando me disculpo por lo de anoche.
Ella no respondió cuando se le oyó llamar a su nombre. Alfonso fue abajo, pensó Anahi. Incluso si era la última cosa que hacer en la casa, lo tomaría salir de su escondite, si tenía que sacarlo de allí gritando.
Alfonso escuchó los gritos de Kelly más fuerte, mientras descendía rápidamente las escaleras hasta la habitación de su hija, atar el cinturón de la bata. Al abrir la puerta, vio que el niño estaba luchando bajo las sábanas.
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El Bello y la Bestia •AyA• (Versión en español)
RomantizmElla se enamoró de un hombre cuyo rostro no podía ver ... Convocado como criada para servir al rey, Anahi Puente fue contratado para trabajar como niñera de una hija de Alfonso Herrera. Los rumores sobre el hombre que vivía en reclusión no asustan...