Capítulo 34

198 14 0
                                    

Anahí siguió llamando mediante la comprobación de todos los lugares donde el niño podría ocultar. El miedo crecía en su interior. Aunque la casa estaba a salvo, protegida por alarmas, todavía se pregunta lo que dijo Alfonso. Ese alguien podría secuestrar a la chica para el rescate. Yo no quiero asustarte, pero Dewey entró y dijo:

- Nada, no lo firme.

Anahí le dio las gracias, se dirigió a la escalera y subió los escalones de dos en dos, con la esperanza de que Kelly había regresado a la habitación. Pero la cama estaba vacía. Volvió la llamada, no hay respuesta.

Anahí escuchó ruidos en la habitación de Alfonso, y la noche antes de la ira regresó. Al subir las escaleras, llamó a la puerta.

- ¿Sí?

- ¡Abrir la puerta!

- No.

- He dicho que estoy cansado de oírlo. Ahora abre, o juro Voy a disparar con una de sus espadas antiguas preciosas.

Alfonso miró hacia la puerta, con ganas de abrirlo y besar a Anahi.

- Decidí recurrir a la violencia? - Provocado.

- Necesito su ayuda, Alfonso. Kelly desapareció.

Alfonso dio a conocer los pesos que ejercen, y que causó un ruido sordo al chocar con el suelo.

- ¿Qué?

- Está en la casa, estoy seguro. No hay huellas en la arena, y Dewey no encontraron por ahí. Estaba durmiendo en la habitación y desapareció.

- Y el gato?

Anahí frunció el ceño.

- También está en ninguna parte. Oyó un grito ahogado.

- Mi Dios, no puedo oírlo. ¿Dónde está?

Alfonso llevaba una camisa.

- Lo encontraré.

- ¿Cómo se puede hacer esto encerrado dentro? Maldición, Alfonso, fuera! Necesito ayuda.

Alfonso fue a la puerta sin abrirla.

- Querida en calma. Lo encontraré.

El tono de su voz la calmó. Él encontraría. Pero no podía quedarse quieto, esperando. Se decidió continuar su búsqueda.

Agarrando una linterna, Alfonso se deslizó por la escalera de servicio oculto entre las paredes, y bajó una sola planta, volviéndose hacia el otro lado de la casa.

- Kelly? Kelly?

- Papá?

- Permanezca donde está, princesa. He estado viniendo.

- Me temo que ... - El gato maulló.

- Sé que la miel. Sigue hablando a mí. - Alfonso subió las escaleras estrechas. - Se puede ver la linterna?

- No -. Se podía ver el pánico en su voz.

- Está bien, princesa. Papá está aquí. No pasará nada.

- Está bien.

Alfonso sonrió, dándose cuenta de que estaba tratando de ser valiente.

Se dio la vuelta de la esquina, deseando que el paso estrecho tenía un poco de iluminación. Las escaleras de servicio, entre las paredes, corrieron por todo el castillo, y aunque sabía que el camino en la oscuridad, Kelly podría quedar atrapado allí durante varios días sin encontrar la salida.

- ¿Cómo ha encontrado la escalera en la pared?

- Serabi transmite de la pared en la esquina de mi habitación. Él debería haber dejado parte del panel abrió la noche anterior. La culpa fue suya!

- Veo la luz, papá.

El alivio fue evidente en la voz de la chica. Pronto Alfonso esquivó el rayo, para localizar. Agacharse, él la abrazó y la levantó. Si algo le sucedía a ella ... Kelly envolvió sus brazos alrededor de su cuello, y Alfonso besó en la mejilla, acariciando la espalda de la chica, temblando y llorando.

- Está bien, la miel. Papá está aquí.

- Tenía tanto miedo ...

- Sé que la miel, lo sé.

Alfonso la llevó de vuelta a la salida. Al pulsar la repisa en la pared, la puerta se abrió. La puso en el suelo, y Kelly corrió al pasillo.

- Annie, Annie!

- Oh, Kelly! - Ella gritó, corriendo a abrazar y besar a la chica. Kelly rió. Alfonso estaba en el umbral de la puerta entreabierta, Anahi ver a abrazar a la chica. El amor que sentía el niño se reflejaba en sus ojos, las lágrimas mezcladas tratando de contener.

- Cariño, ¿dónde estabas? Estaba muy preocupada!

Ahora sabía, pensó Alfonso.

- Dentro de las paredes.

- ¿Qué?

- Hay una escalera de servicio, con pasajes ocultos dentro de la pared, corriendo por toda la casa - dijo Alfonso.

Anahi se volvió, mirándolo. Semi-secreta podría ver solamente cortos vaqueros y una camisa negro. La luz se refleja en los fuertes músculos de los muslos, y las imágenes de la noche anterior regresó repentinamente. Pero Anahi distancia del enojado.

El Bello y la Bestia •AyA• (Versión en español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora