Brooklyn POV
Aún no nos permitían pasar a ver a Sydney, tuve que hablarle al padre de Frank para informarle lo que había sucedido, ya hacía media hora de eso y el señor no ha aparecido. Sabía que cometía un error, Frank y su padre nunca han sido unidos, desde que murió su madre habían muchas peleas, golpes, insultos... el señor era un asco. Quizás por eso me llevaba tan bien con Frank, él y yo vivíamos algo muy parecido.
— ¿Cómo puede ser que aún no me dejen pasar a ver a mi hija? Soy su madre, son unos inhumanos que no tienen sentimientos, pero claro como su hija no es la que está postrada en una cama de hospital —mi madre no dejaba de despotricar contra todo el personal médico y ya me tenía harta.
— Mamá, todos queremos verla por favor ya tranquilízate —suplico cansada.
— Tú no te metas en esto, Brooklyn, tú no comprendes el dolor de una madre —dice sollozando.
— Así como tú tampoco comprendes el dolor de una hermana —susurré pero mi madre no me escuchó, o simplemente decidió ignorarme... como siempre.
Le marqué brevemente a Tate, la única persona a la que consideraba mi amiga, lo sé, eso era realmente triste. Quería ver cómo se encontraba Kim, Tate me dijo que ella estaba bien y que más tarde vendría junto con ella. Quisiera decir que Tate también estaba bien pero creo que estaba igual que yo o peor, en repetidas ocasiones me preguntaba cómo me encontraba.
Mi padre empezó a arreglar unos papeles para poder sacar a Frank y así darle el entierro que merecía. Él estaba intentando por todos los medios posibles retrasar el entierro de Frank, primero Sydney tenía que despertar, ninguno de nosotros nos podríamos perdonar el enterrarlo sin Sydney ahí.
Trataba de no pensar en cómo le daría la noticia a mi hermana, estaría destrozada; la verdad no sé si se recuperaría de esto, pero tenía que hacer el esfuerzo por su hija. Al menos Frank le dejó algo para recordarlo.
— Familiares de Sydney Bell —mi madre se levantó en un dos por tres y caminó hacia el doctor, mi padre daba grandes zancadas para alcanzarla.
— Somos sus padres.
— Ya pueden pasar a verla —mi madre ahogó un sollozo—. Pero antes de que pasen a la habitación necesito que sepan que se encuentra en mal estado, tiene moretones por todos lados y su cara se encuentra un poco desfigurada por los raspones que recibió.
Mi padre abrazó más a mi madre cuando ella se echó a llorar.
— Necesitan estar tranquilos en caso de que ella despierte, aún no sabemos cuándo puede despertar. Si gustan puede pasar otro familiar mientras ustedes se hacen a la idea de cómo puede estar su hija —continuó el doctor viéndome a mí.
— No, pasaremos nosotros primero, ella puede esperar —dijo mamá con desdén, el doctor soltó un suspiro, al parecer mi madre no sólo a mí me ponía los nervios de punta.
— Síganme por favor.
Me acomodé bien en el asiento, presentía que mis padres se quedarían un buen rato en la habitación de Sydney. De repente vi a Joanie entrar apresuradamente por la puerta. Ella me vio y sus ojos se abrieron enormemente, salió corriendo hacia mí y me abrazó, se puso a llorar y eso activó una alarma en mí.
— ¿Drake? —susurré con la voz entrecortada, no sabía que él estaba aquí y si Joanie había llegado aquí era sólo porque su hermano estaba aquí.
— Tuvo un accidente, pensé que por eso estabas aquí. ¿Por qué estás aquí? —preguntó después de dejar de sollozar.
— Sydney y Frank están aquí, me temo que tuvieron el mismo accidente.
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Hold On
Teen FictionDicen que después de la tormenta viene la calma. ¿Será verdad? Eso será lo que Brooklyn Adams tendrá que descubrir. Después de la muerte de un ser querido piensa que no podrá seguir adelante, vienen más responsabilidades, ahora hay un pequeño ser qu...