William POV
Tenía a Kim en mis brazos, era una hermosa niña y se parecía mucho a Brooklyn, cosa un tanto extraña teniendo en cuenta de que es hija de Sydney. Estaba jugando con ella y no paraba de reír, lo cual me hacía reír a mí. Sin duda alguna quería ser padre, pero algo me decía que no sería tan fácil; al final de cuentas todas las chicas miran a Wyatt y no a mí, lo prefieren a él.
Sentí una fuerte mirada en mi dirección y levanté la vista, era Tate la que me miraba.
— Te miras muy feliz con Kim en brazos.
— Me encantan los niños.
— ¿Por eso elegiste tu carrera? Bueno, aunque pudiste ser pediatra.
— Lo sé, pero no hay nada más hermoso que ver nacer a un pequeño, y sobre todo saber que tú ayudaste a que naciera, que fuiste la primera persona que tomó su pequeña cabecita y le ayudó a salir del vientre de su madre.
— Vaya, sí que amas tu trabajo —respondió con una sonrisa un tanto rara, veía unas intenciones ocultas que no logré descifrar. El sonido de una puerta me distrajo y giré mi cara, Brooklyn iba saliendo del despacho, detrás de ella venía un chico en silla de ruedas que supongo era su amigo Drake, luego venían sus padres.
Inmediatamente me fijé en la mirada de su madre y era de odio intenso hacia su hija, luego posé mi vista en Brooklyn y tenía una cara que no revelaba nada. Con pasos lentos iba caminando y me levanté junto con Kim, Brooklyn por fin me vio y salió corriendo, de un momento a otro ya la tenía abrazada a mí con un brazo, su otro brazo lo tenía sobre Kim.
— Se... se queda conmigo —susurró en mi oído con la voz impregnada de emoción, rodeé su cintura con un brazo y la abracé fuertemente.
— Te lo dije, eres el mejor ejemplo que ella podría tener y tú hermana y Frank lo sabían.
Y así de repente se alejó de mí, sus mejillas se encontraban rojísimas y sus ojos volteaban para todos lados pero no llegaban a mí.
Miré a Tate en busca de una explicación ante esa reacción, yo la quería seguir abrazando, pero al ver a su amiga me di cuenta de todo. Tate tenía la mandíbula por el suelo y miraba a Brooklyn como una perfecta desconocida, miré a su amigo y éste tenía la misma cara que Tate; Brooklyn era de las personas que es muy cerrada con personas que acaba de conocer... y a mí ya me abrazó sin previo aviso.
— Lo lamento —susurró abochornada y yo le sonreí cuando por fin se dignó a verme.
— No hay nada de que disculparse, cuando quieras puedes abrazarme —repliqué guiñándole un ojo, Tate tosió fuertemente intentando ocultar una risa, escuché un bufido por parte de Drake y Brooklyn... ella sólo sonrió y se sonrojó más.
— Qué bueno que te quedaste con Kim, boba —dijo Tate abrazando a su amiga.
— Esto fue un desperdicio de mi tiempo, Sydney sin duda alguna no sabía lo que hacía cuando hizo el testamento, y Frank también, fue muy tonto de su parte dejarle a la niña a una irresponsable —dijo con furia la mamá de Brooklyn.
Todo el mundo a nuestro alrededor se quedó callado, le eché una mirada de furia a la señora y ella captó el mensaje, lo que le había dicho anteriormente había surtido efecto.
— Es mejor que nos vayamos, cariño —le dijo la señora a su marido. El padre de Brooklyn tenía la cara contraída, se miraba que a él no le gustaba que le hablaran así a su hija pero la señora lo tenía bien cogido de las pelotas, así que no se atrevía llevarle la contraria a su esposa.
ESTÁS LEYENDO
Hold On
Teen FictionDicen que después de la tormenta viene la calma. ¿Será verdad? Eso será lo que Brooklyn Adams tendrá que descubrir. Después de la muerte de un ser querido piensa que no podrá seguir adelante, vienen más responsabilidades, ahora hay un pequeño ser qu...